Gobierno ya utilizó los $40,57 billones del FOME para la pandemia | El Nuevo Siglo
LOS RECURSOS utilizados por el Gobierno representan 4,1% del PIB en la atención prioritaria de la pandemia. /ENS
Integración Social
Domingo, 8 de Agosto de 2021
Redacción Economía

Saliendo al paso sobre las dudas que se tenían sobre el manejo de los recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), el Gobierno confirmó que ya ha destinado para la atención de la pandemia $40,57 billones.

Este es el monto total que tenía dicho Fondo para poder cubrir desde los sectores de la salud y la protección del empleo, hasta la población vulnerable y rescate de las empresas.

En su balance de los tres años de Gobierno, el presidente Iván Duque dijo que estos recursos han sido invertidos entre el 2020 y lo corrido del 2021.

En este periodo han sido destinados $15,97 billones para atender la emergencia sanitaria, $14,2 billones para la protección a la población más vulnerable y $10,4 billones para la protección del empleo.

Asimismo, el Ejecutivo confirmó que el Ministerio de Salud en el marco de este proceso, aumentó su capacidad de 5.346 camas en unidades de cuidados intensivos (UCI) a tener 13.200, duplicando su número en tiempo récord. “Además, se distribuyeron 5.648 ventiladores en 32 entidades territoriales”, indicó.

El presidente Duque sostuvo además en su análisis, que Colombia mejoró en el sistema de laboratorios para el diagnóstico de la covid-19 a una red de 180 habilitados en todo el territorio nacional. Unos laboratorios que permitieron tener una capacidad de 150.000 pruebas diarias.

En la atención de la pandemia además se creó la Reserva Estratégica Nacional de Elementos de Protección Personal para el sistema de salud de la primera línea, es así como fueron entregadas más de 80 millones de unidades, con una inversión de $325.321 millones.

 

Programas

El informe del Gobierno nacional confirmó que se impulsaron cinco programas de transferencias monetarias, que permitieron beneficiar a más de 9 millones de familias, mediante una planeación y ejecución sin precedentes.

En el marco de los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Ingreso Solidario, Colombia Mayor y Devolución del IVA, se destinaron más de $18,3 billones en la atención de hogares en condición de pobreza y vulnerabilidad.

En el Ingreso Solidario, con corte al 10 de julio de 2021, han sido girados $7,2 billones para 3.084.987 familias vulnerables y en condición de pobreza.

Asimismo, y referente al programa Devolución del IVA que hoy cobija a 2 millones de hogares, el Gobierno giró $822.874 millones a los beneficiarios. En este balance, el Gobierno también destaca la ejecución de $4,2 billones en pagos extraordinarios a los beneficiarios de los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor en los territorios.

El Gobierno dijo además que se lograron salvar 4,1 millones de empleos tras una inversión de más de $6,8 billones.

Sin duda y ante una de las peores crisis económicas que ha visto el país en su historia reciente, el Gobierno tuvo que sacar más recursos para atender la pandemia, y esos gastos adicionales, abrieron más el hueco fiscal también a números récord irían hasta el 2022.

 

Las cuentas

Tomando en cuenta este análisis del gasto del Gobierno en la pandemia y lo expuesto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), ya se advierte en el documento que “una postura de política expansionista en el corto plazo es fundamental para materializar la recuperación económica y fortalecer el tejido socioeconómico del país. La crisis económica generada por la pandemia de covid-19 requiere de la implementación en el corto plazo de acciones gubernamentales que contribuyan a la reactivación económica y la protección de los segmentos más vulnerables de la población. De lo contrario, se arriesga a una profundización de la crisis económica y social”.

Esos gastos extra que el Gobierno tuvo que asumir durante el 2020 y que se canalizaron a través del FOME para las nuevas necesidades del sistema de salud y los giros extra para las familias más pobres y vulnerables, significaron que el déficit fiscal en ese año subiera a 7,8% del PIB.

Y debido a que los gastos extra también han sido necesarios para este año por cuenta de, por ejemplo, el Plan Nacional de Vacunación o el programa de Ingreso Solidario que se extendería hasta agosto, el déficit fiscal que se prevé este año también será histórico, con un 8,6% del PIB, lo que equivale a aproximadamente $95,7 billones.

De acuerdo con el MFMP, debido a la crisis social y económica, algunos de esos gastos adicionales seguirán, por lo que el déficit fiscal cerrará el 2022 en 7% del PIB y desde el 2023 el hueco fiscal sería de 4,7%, un año en el que todavía se prevén algunos recursos extra, pero en menor medida.

Como parte clave de la reducción de ese hueco fiscal que tiene el Gobierno por menores ingresos y mayores gastos está el proyecto de reforma tributaria, llamado Inversión Social y a través del cual esperan hacer un pequeño ajuste de las cuentas nacionales.

Ingresos

“El proyecto de ley de Inversión Social generaría ingresos fiscales adicionales que ascenderían a 1,2% del PIB a partir de 2023. Así, estos ingresos adicionales aumentarían desde 0,1% del PIB en 2021 a 0,3% del PIB en 2022, de tal forma que a partir de 2023 contribuyen significativamente a la reducción del déficit fiscal, así como a la estabilización y posterior reducción de la deuda pública”, explica el Gobierno en el MFMP.

El Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), tiene por objeto atender las necesidades de recursos para la atención en salud, los efectos adversos generados a la actividad productiva, y la necesidad de que la economía continúe brindando condiciones que mantengan el empleo y el crecimiento en el marco del Decreto 417 de 2020.

Este Fondo es el principal instrumento para el manejo de recursos para atender la emergencia y sus efectos, al agrupar nuevas fuentes de recursos para conjurar la crisis sanitaria, económica, social y ambiental decretada.

Las siete fuentes de recursos del FOME, se establecieron en los Decretos Legislativos 444, 552, 562 y 568, y son: 1) Préstamo a la Nación del Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE), del Sistema General de Regalías (SGR). 2) Préstamo a la Nación del Fondo Nacional de Pensiones de Entidades Territoriales (Fonpet). 3) Préstamo a la Nación del Fondo de Riesgos Laborales (FRL). 4) Impuesto solidario por la covid-19. 5) Inversión obligatoria en Títulos de Solidaridad (TDS). 6) Rendimientos financieros generados por la administración de los recursos. 7) Los demás que determine el Gobierno nacional. En conjunto por concepto de estas fuentes se adicionaron al FOME un total de $40.527,3 mil millones.


 

 

Recuadro

El gasto frente al PIB

De acuerdos con las cifras oficiales, hasta el momento Colombia ha gastado en atención de la pandemia 4,1% del Producto Interno Bruto. En América Latina el promedio de gasto en ayudas fiscales fue de un 8,5% del PIB, de acuerdo a los datos del Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

Esa cifra es un poco menos de la mitad del dinero desembolsado por economías avanzadas como Europa, Estados Unidos o Japón (donde llegó a un 18,8% promedio).

Pero al comparar los países de la región con otras economías emergentes de Asia o de Europa, "la magnitud de los apoyos es bastante parecida", sostiene en entrevista Emilio Pineda, jefe de la División Fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

Si las medidas fiscales se separan en distintos grupos, como lo hace el FMI, los datos se pueden comparar de una manera distinta.

Una alternativa es dividirlos en dos categorías: Gasto público directo y alivio tributario e Instrumentos de liquidez como garantías a los créditos y los "préstamos blandos" subsidiados por los gobiernos.

Si se pone el foco en el primer grupo exclusivamente, las medidas fiscales en Latinoamérica representaron en promedio un 4,5% del PIB, considerando a las mayores economías de la región, dice Jorge Roldós, subdirector del Departamento del hemisferio occidental del FMI.

"Hubo una gran variación entre países, con Brasil gastando cerca de un 8% del PIB y México menos de 1%", apunta.

Aparte de esos recursos, explica Roldós, los países también gastaron cerca de un 3,5% del PIB en el financiamiento de créditos y garantías, principalmente a pequeñas y medianas empresas.