El mensaje de la Comisión de la Verdad | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Agosto de 2022

“Traemos un mensaje de esperanza y futuro para nuestra nación vulnerada y rota.” Así comienza la declaración “Convocatoria a la PAZ GRANDE” de la Comisión de la Verdad, leída con ocasión de la entrega al país de su informe final (28/6/22). Es la primera de varias aclaraciones previas y pertinentes que recoge el documento. Con las cuales, los/as comisionados/as dan cuenta de la forma en que se realizó la enorme e histórica tarea. Así como para llamar a superar el odio y a construir para la vida; a pesar del dolor por la tragedia sufrida que parece no cesar. Además, para superar la reacción de ira o venganza, ante la noticia atroz que entregan, por quienes sistemáticamente se ha negado a reconocer la verdad de las víctimas del conflicto. Y para que se reciba el mensaje sin ultrajar ni descalificar al mensajero.

El mensaje que trae la Comisión parte del cumplimiento de su misión: el esclarecimiento de la verdad. La verdad construida sobre los testimonios y el sentir de miles de víctimas. Así como, la investigación sobre los contextos de las violencias, el dialogo social y la búsqueda de respuesta a las numerosas y esenciales preguntas que se formuló a lo largo del trabajo. Comenzando por la pregunta sobre el origen y la persistencia del conflicto armado en Colombia. Y cuyas respuestas se tornan en hilo conductor del esclarecimiento de la verdad en distintas etapas y dimensiones del conflicto. Dimensiones y voces recogidas en varios volúmenes que integran el informe final, nombrado “HAY FUTURO, si hay verdad.” Esta positiva y condicional relación es uno de los desafíos que pone de presente su mensaje.

En este sentido, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, nombre oficial que engloba lo trascendental de su misión, nos invita a leer, conocer y compartir el informe para propiciar un diálogo sobre lo ocurrido y sus explicaciones, como supuesto mínimo para la reconciliación. Es por ello necesario, desde el Estado y la sociedad, promover multiplicidad de escenarios y formas de adelantar dicho diálogo en torno a la verdad de lo ocurrido en el marco del conflicto armado. Los espacios académicos y de socialización son uno de ellos.

Sin embargo, hay quienes enceguecidos por sus propias narrativas, odios e intereses se oponen. Por ejemplo, descalificando por supuestos propósitos de adoctrinamiento, la iniciativa de llevarlo a la escuela. Nada más equivocado. Pues, en este tipo de prejuicios subyace la dificultad para reconocer a los otros y las otras en su dimensión y dignidad humana. Discriminación padecida por las miles de víctimas. Por ello, ante las repudiables violaciones cometidas por guerrilleros, paramilitares y miembros de la fuerza pública, la Comisión advierte sobre la indiferencia de grandes sectores de la sociedad. Y pregunta ¿Cómo nos atrevimos a dejar que pasara y a dejar que continúe?

El gran trabajo realizado por la Comisión de la Verdad merece reconocimiento. Su aporte sobre la verdad de lo ocurrido en el conflicto armado nos pone en el camino de la reconciliación. Pero, queda mucho por hacer y recorrer. Pues, como bien lo señala, reconciliación significa aceptar la verdad como condición para la construcción colectiva y superar el negacionismo y la impunidad.”

@Fer_GuzmanR