Vacúnate, cuídate y cuídanos | El Nuevo Siglo
Domingo, 25 de Julio de 2021

Tres ejes de la estrategia sanitaria

* La amenaza de la variante “delta”

 

La estrategia de Colombia contra la pandemia de covid-19 está en una de sus etapas más delicadas y determinantes. Tras entrar a finales de mayo en el pico más drástico y mortal del virus, desde la semana pasada la curva epidemiológica comenzó a disminuir de manera sostenida, tanto en contagios como en muertes, en tanto los porcentajes de ocupación de las unidades de cuidado intensivo, que llegaron a estar por encima del 90%, retrocedieron ya a menos del 74%.

Sin embargo, en modo alguno se puede cantar victoria. Lamentablemente el promedio de pérdida de vidas cada 24 horas se mantiene alrededor de 350. A ello se suma que el sábado pasado se confirmó oficialmente el primer caso en Colombia de la variante “delta” de este coronavirus, aunque algunos epidemiólogos sostenían que dado que estaba presente en catorce naciones latinoamericanas era muy probable que hubiera llegado a nuestro país semanas atrás.

Es una alerta delicada, ya que “delta” es, según la Organización Mundial de la Salud, la cepa de covid-19 “dominante” en todo el mundo (ya se detectó en 105 países), a tal punto que tiene prendidas de nuevo las alarmas en Estados Unidos, varias naciones de Europa y de otras latitudes que habían empezado recientemente a flexibilizar los protocolos de bioseguridad debido a sus avances en vacunación y la reducción efectiva de las tasas de morbilidad y letalidad.

Así las cosas, la tarea inmediata en nuestro país se basa en tres elementos básicos. El primero es acelerar el proceso de vacunación, con miras a llegar a 35 millones de colombianos inmunizados antes de septiembre y alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño”. Es una meta viable según el Ministerio de Salud, teniendo en cuenta que ya se aplicaron 25,1 millones de biológicos, hay 11,2 millones de personas con esquemas completos y el país tiene asegurado el suministro constante de lotes de vacunas de varias marcas. A ello se suman las importantes donaciones de Estados Unidos. De este paquete, por ejemplo, ayer arribaron 3,5 millones de dosis del laboratorio Moderna.

Todo lo anterior permitió ya abrir la vacunación a personas entre 30 y 34 años y que este fin de semana se inmunizara a miles de mujeres gestantes. A la par, el sector privado avanza en la aplicación de 2,5 millones de dosis a sus trabajadores. La meta es que en agosto se pueda abocar la inmunización para toda la población, incluso desde los doce años en adelante. Es más, ya se autorizó la unificación de etapas en los municipios de hasta 100 mil habitantes… Incluso, se estudia si será necesario una dosis de refuerzo a nivel general el próximo año.

En segundo lugar, es imperativo que los colombianos cumplan con el deber de vacunarse, más aún con la irrupción de la variante “delta”, que se caracteriza por una mayor tasa infecciosa, pero ante la cual los biológicos aprobados a nivel mundial y que se aplican ya en Colombia tienen un nivel de protección prometedor. Por lo mismo, difícilmente se puede entender el porcentaje de hombres y mujeres de 50 años para arriba que pese a haber sido priorizados en las distintas fases de los últimos meses, no han asistido a los puestos de inmunización.

La advertencia es tan reiterada como contundente: un alto porcentaje de quienes han fallecido o enfermado de forma grave recientemente no estaba vacunado, pese a que tenían derecho a hacerlo. Por el contrario, el último estudio del Instituto Nacional de Salud evidencia una disminución alta de hospitalización y fallecimientos en personas inmunizadas. Este no es un fenómeno exclusivo de Colombia: en Estados Unidos, el país más avanzado en inmunizar a su población en todo el planeta, el 99 por ciento de las muertes recientes por covid-19 se dio en personas no vacunadas.

La tercera estrategia no es menos importante: es obligatorio que todos los colombianos mantengan la aplicación estricta de los protocolos de bioseguridad, se esté o no vacunado. Usar el tapabocas, garantizar el distanciamiento social, evitar aglomeraciones y otras situaciones de riesgo sanitario en espacios abiertos y cerrados, continúa siendo la norma vital de precaución a nivel individual, familiar, comunitario y laboral.

La pandemia, como se ve, continúa siendo una amenaza de marca mayor. Si bien dentro de las dificultades estructurales y coyunturales de una emergencia tan grave como inédita el plan nacional de respuesta sanitario, social y económico ha funcionado en lo posible, el riesgo todavía es muy alto. Por lo mismo, ahora que el tercer pico epidemiológico amaina pero asoma el peligro de la variante “delta”, el mensaje de los últimos dieciséis meses  a los colombianos continúa siendo más válido y prioritario que nunca: vacúnate, cuídate y cuídanos.