Putin, ¿hasta el 2036? | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Julio de 2020

Definitivamente Vladimir Putin se acaba de consagrar como el hombre fuerte de Rusia luego de ganar el referendo constitucional por una mayoría cercana al 80 por ciento de los votos depositados, con una participación del 65 por ciento, según las autoridades electorales. Putin lleva en el gobierno 20 años ya como presidente o primer ministro. Llegó al poder en 1999 señalado por Yeltsin, con el encargo de garantizar la estabilidad de su país y con la idea de restablecer la influencia de Rusia en la geopolítica mundial, tras el desmoronamiento de la antigua URSS.

Para construir su propio liderazgo Putin hizo la segunda guerra en Chechenia, que lo catapultó de popularidad, a la que contribuyó el crecimiento económico de la primera década del 2000 que mejoró el nivel de vida de la población. La consolidación de su poder le permitió eliminar la elección directa de los gobernadores para ser designados por él. En el 2008 impuso a Medvedev como sucesor y se convirtió en su primer ministro durante cuatro años para luego reasumir la presidencia en el 2012, con un periodo de seis años, por la ampliación del periodo presidencial que hizo aprobar Medvedev en la reforma de 2008.

Los dos periodos presidenciales que ha ejercido y que permite la Constitución de 1993, no contarían a partir de la vigencia de la reforma constitucional que se acaba de aprobar y ratificar mediante el referendo; o sea, se comienza a contar de nuevo los dos periodos constitucionales autorizados con periodos de 6 años. Ello significa que el jerarca de Rusia podría ir hasta el 2036, si tenemos en consideración que su actual periodo presidencial termina en el 2024.

Con la disolución de la URSS se creía por parte de las nuevas generaciones que la hoy Federación Rusa tomaría el camino de la democracia occidental. Pero lo que se ve es un régimen que preserva las formas de las expresiones democráticas pero que le abre las puertas al autoritarismo personalista con la reforma constitucional validada en las urnas que permite la posibilidad de que Vladimir Putin se postule de nuevo para dos periodos adicionales.

La reforma constitucional que se acaba de aprobar le otorga facultades adicionales al ejecutivo para el nombramiento y despido de jueces. También se establece en la Constitución la institución del matrimonio heterosexual y la fe en Dios, lo cual significa que el gobierno hizo una alianza con la iglesia ortodoxa, según dicen los entendidos.

Putin es ahora uno de los líderes de mayor influencia en el mundo que busca devolverle a su país el papel de potencia mundial que tuvo antes de la desintegración de la URSS. Hay que reconocer que Rusia ya no exporta ideología pero apela al pragmatismo para reconstruir los lazos históricos que mantenía la Unión Soviética para promover un orden internacional multipolar que le haga frente al mundo unipolar que encarna Estados Unidos y sus aliados en la Unión Europea.