No ideologizar la pandemia | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Julio de 2020

Es tanta la animadversión que Nicolás Maduro profesa contra Colombia que llegó a afirmar que el presidente Duque tenía un plan para infectar de coronavirus a Venezuela, inclusive sostuvo que tenía pruebas de esa estrategia. Y ahora le ha dado por llamar al coronavirus como el “coronavirus colombiano”. Luego agrega que “la mejor vacuna es cuidar a la familia, cuidar el centro de trabajo, ponerse el tapabocas, cuidar las medidas de higiene y así seguir avanzando. Hay que controlar la pandemia en Venezuela rompiendo las cadenas de contagio, controlando la frontera con Colombia, que no entre el virus colombiano”.

Nicolás Maduro llama la atención sobre el crecimiento que ha tenido el virus y sobre cómo Colombia ya está cerca de los 100 mil casos. En esas declaraciones parece solazarse con el hecho de que Colombia haya llegado a esa cifra de casos, y llamar al coronavirus como colombiano, ¿a qué lógica responde?  Pues a la necesidad de atizar la hoguera y el odio contra un país como Colombia que ha dado muestras contundentes de solidaridad con los migrantes venezolanos en nuestro país, la más alta en el hemisferio occidental.

El coronavirus, desde luego, no es colombiano, no sobra recordar que surgió en la China que es un aliado estratégico de su gobierno; además, por ser pandemia tiene un carácter universal. Y son tan contradictorias sus declaraciones que, afortunadamente, el volumen de casos en los puntos fronterizos no es muy alto y sus cifras son manejables. O sea que el contagio no se está transmitiendo a través de la frontera terrestre como en forma inexplicable están sosteniendo las autoridades de Venezuela.

Lo doloroso son las restricciones que el Gobierno del vecino país le están imponiendo a sus connacionales en el Centro de Atención Sanitario de Tienditas. Si en Venezuela sólo se tiene un acumulado hasta la fecha de 6.062 casos de infectados que, ojalá sea cierto, sería una cifra no sólo inferior en este momento con respecto a los demás países de Suramérica, sino a la que vivió el vecino país con la pandemia de la “gripe española” hace un siglo, en donde, según la investigadora María Soledad Hernández, se registraron entre 30 mil y 80 mil de funciones. Resulta paradójico que 100 años después Venezuela presente hoy menos casos de contagio en una pandemia, con la crisis humanitaria que está enfrentando, que hace un siglo cuando solo tenía 3 millones de habitantes.

***

Hay que condenar de manera enérgica los actos de violencia que en forma recurrente se cometen contra los menores en Colombia, pero produce estupor el abuso sexual perpetrado contra la niña indígena del pueblo Embera katio en el municipio de Puerto Rico- Risaralda el pasado 22 de junio, que involucra a 8 miembros del Ejército Nacional. Y luego se supo de la ocurrencia de otro hecho de similares características en el Guaviare. Al parecer son varias las investigaciones que se adelantan por este tipo de conductas tan reprobables contra miembros de la fuerza pública. Se deben adoptar medidas contundentes para que estos hechos desdorosos no se repitan.