“No es momento de pensar en deuda” | El Nuevo Siglo
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Martes, 14 de Julio de 2020
Redacción Política
Para el dirigente  Oscar Iván Zuluaga, “la única manera de sobrellevar esta crisis de manera exitosa es con mayor déficit y mayor deuda”

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“Un choque de oferta y demanda que paralizó la economía solo se supera con mayor deuda y por eso es justificable su crecimiento”, consideró el exministro Óscar Iván Zuluaga, precisando que “no es el momento de pensar en la deuda, sino en salvar las empresas y los hogares”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cree que se está manejando bien la economía con esta emergencia sanitaria?

ÓSCAR IVÁN ZULUAGA: El Covid-19 es el mayor desafío de salud pública que enfrenta la humanidad y ha llevado la economía mundial a la peor recesión económica desde La Gran Depresión de 1930. Desde esta perspectiva, el Gobierno ha manejado de manera adecuada el balance entre salud y economía.

A pesar de la estrechez fiscal, la prioridad en el manejo económico se ha orientado a preservar el ingreso de cerca de 10 millones de hogares, priorizando a los más vulnerables; a garantizar la liquidez de las empresas apoyándolas con acceso al crédito y a proteger con apoyos económicos a 6 millones de empleos formales.

Esta estrategia presenta resultados positivos en el mejoramiento del consumo de los hogares en mayo y junio, la mejora de la actividad comercial complementada con el Día sin IVA, la recuperación del Índice de Producción Manufacturera en el mes de junio, el crecimiento del crédito en junio frente a lo observado en abril y mayo, además de la menor caída del recaudo de impuestos en junio. De manera simultánea, las acciones del Banco de la República han ayudado al suministro de liquidez a los establecimientos financieros, han abaratado el costo de los créditos con la rebaja sustancial de la tasa de interés y se han aumentado las reservas internacionales.

Es por esto que las proyecciones de crecimiento económico para Colombia en el 2020, aunque negativas (-5,5%), son mejores que países como Perú, Brasil, México, la Unión Europea y Estados Unidos.

ENS: ¿Hasta qué punto el país se puede endeudar?

OIZ: El Fondo Monetario Internacional pronostica que los gobiernos del mundo van a aumentar en promedio su nivel de deuda en 12pp del PIB. Colombia no es la excepción.

El endeudamiento del Gobierno central, según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, pasará del 50% del PIB en febrero de este año a 65% del PIB en diciembre. La razón de este aumento de la deuda del Gobierno es evitar una quiebra generalizada de las empresas y los hogares, y de esta manera prevenir una crisis financiera que detonaría una depresión económica de consecuencias desastrosas en el empleo y la pobreza.

Un choque de oferta y demanda que paralizó la economía solo se supera con mayor deuda y por eso es justificable su crecimiento. No es el momento de pensar en la deuda, sino en salvar las empresas y los hogares. Finalmente hay que destacar que estamos ante muy bajas tasas de interés, lo que abarata el costo de la deuda.

 

Financiación

 

ENS: ¿El alto déficit fiscal no es hipotecar al país?

OIZ: La magnitud del gasto público en salud que exige la pandemia, las ayudas para la superación de la crisis económica de las empresas, el apoyo para evitar pérdidas de empleo, el aumento de la pobreza y la desnutrición, solo pueden ser atendidos con mayor nivel de déficit fiscal.

Lo importante es que este mayor faltante transitorio pueda financiarse en condiciones favorables.

La emisión de deuda pública tanto en los mercados locales como internacionales ha sido exitosa. El Gobierno colocó en el mes de junio US$2.500 millones a diez y treinta años sin contratiempos y con una demanda que superó en seis veces la oferta. Una señal contundente de confianza en Colombia y credibilidad en el manejo económico. Las autoridades económicas mundiales y los mercados reconocen que la única manera de sobrellevar esta crisis de manera exitosa es con mayor déficit y mayor deuda, y eso no significa que se comprometa la soberanía del país o se afecte la autonomía en el manejo económico.

ENS: ¿Es conveniente que la inflación baje más?

OIZ: Llevamos dos meses con inflación negativa explicada por la caída tan drástica de la demanda. Esto afianza el pronóstico de una inflación para el 2020 del 2% lo cual apoya la baja tasa de interés del Banco de la República. Sin embargo, en la medida que la recuperación económica funcione, se evita el riesgo de deflación que afectaría la senda de reactivación de la economía. Muy importante destacar que a pesar del enorme incremento del gasto público no se han generado presiones inflacionarias.

ENS: ¿Qué tanto se puede afectar el Presupuesto del 2021 con la pandemia?

OIZ: El Marco Fiscal de Mediano Plazo traza la pauta de lo que será el presupuesto del 2021, según el cual para evitar una caída de la inversión pública y sostenerla en niveles del 1,9% del PIB, hay que vender activos de la Nación por $13 billones lo que constituye un reto mayor para las finanzas públicas. El Gobierno espera en 2021 un crecimiento económico del 6% y una reducción de la deuda al 60% del PIB.

 

Reactivación

 

ENS: ¿Cómo reactivar la economía después de la pandemia?

OIZ: La reactivación de la economía está anclada a que no se dé marcha atrás en la reapertura de las actividades productivas y comerciales que dependerá de la conciencia ciudadana para cumplir con los protocolos de seguridad ante la cruda realidad de que la vacuna no estará disponible para su aplicación masiva hasta finales el 2021.

Asumiendo que la política en este sentido será exitosa, la clave de la reactivación dependerá de la eficiente focalización de las ayudas del Gobierno, la priorización de la inversión pública en infraestructura y construcción, y en las adecuadas garantías para el acceso al crédito de los sectores productivos.

El Gobierno debe pensar en un plan de inversión de $1 billón en pequeñas obras intensivas en mano de obra y así generar ingresos para 500.000 familias en todas las regiones del país y evitar desigualdades en la reactivación económica. Hay que reconocer que el enemigo de la recuperación es la incertidumbre porque no sabemos la duración y el comportamiento del virus.