Grave ultraje a nuestra soberanía digital | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Julio de 2020

Hace diez años escribíamos en esta misma columna sobre la curiosa concesión del dominio .CO a CO Internet una firma cuyo 99% de su capital provenía de inversionistas de la industria licorera. Llamábamos la atención de sobre como el ,CO había terminado en las camisetas ombligueras de voluptuosas modelos, en comerciales del Supertasón, por cuenta de GoDaDadd, a la postre el mayor registrador de dominios en el mundo y que hoy responde por más de la mitad de la comercialización de estos, suministrados por CO.Internet .

Un dato por demás interesante: CO Internet, a mitad de camino, fue adquirida por el socio que tenía el 1%: Neustar. Una venta sospechosamente anticipada, operación que no mereció la atención de la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC. 

Al terminar la concesión, el Ministerio de las TIC realizó un nuevo proceso licitatorio que, tras varios debates y la ocurrencia de graves errores matemáticos, se terminó asignando a la misma empresa, ya en manos de Neustar. Curiosamente (¿!) a las pocas horas de la nueva adjudicación se anunció la venta de Neustar (y por lo tanto de CO Internet) a GoDaddy. Es decir, el mayor minorista de CO Internet es ahora amo y señor del dominio.CO. Esto es simple y llanamente lo que se conoce como Integración Vertical, prohibida por nuestra legislación y que ahora debe ser investigada por la SIC y por la Contraloría General. ¿Magia o prestidigitación criminal?

Esta criticable integración deja en manos de un monstruo global el control absoluto del mercado, tanto mayorista como minorista, del dominio. CO y muy seguramente se incrementará el porcentaje de dominios .CO que venderá   GODaddy. Aquí es donde la Contraloría debe poner su lupa, pues el supuesto incremento de ingresos que anuncia Mintic puede volverse humo, por la sencilla razón de que la obligación de pagarle al Estado puede ser birlada, realizando esta venta CO Internet a precio de huevo y una reventa, por parte de  GODaddy ,a  precios que les antoje.

Se todas maneras y como están las cosas el dominio .CO ya no es colombiano, ni representa al país y tampoco le dejará rentas significativas. Si el Gobierno no toma medidas severas e inmediatas, este será un lamentable caso en donde la tecnología en manos criminales, desborda la justicia y la ley. Lo que está en juego es el futuro de nuestra soberanía digital en un mundo que cada día es más virtual. La señora ministra seguramente sabrá actuar con contundencia y prontitud.

Adenda

Ante el vertiginoso avance digital que está viendo el mundo nuestro país debe prepararse para no quedar rezagado y lo que es peor, en manos inescrupulosas.