El deporte reduce en 30% el insomnio y 15% la ansiedad en las noches | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Junio de 2022
Redacción Sociedad

EL cerebro tiene muchas responsabilidades y el sueño de calidad es lo que le permite rendir correctamente. De ahí que todo lo que contribuya a un buen descanso cobre importancia: incentivar el deporte y evitar estimulantes como el alcohol, la nicotina y el café son algunos de ellos.  

Según un estudio realizado por los expertos de G.S. Possos, quienes realizan actividad física moderada aumentan hasta en un 18% el tiempo total de su sueño y en un 13% la eficiencia de este. Lo anterior se debe a que quienes adoptan una rutina de actividad física estimulan la secreción de la hormona del estrés: el cortisol, que activa el mecanismo de alerta en el cerebro.

Si bien es cierto que el ejercicio regular puede tener un impacto positivo en la consecución de un sueño de calidad, encontrar el mejor momento del día para hacer ejercicio marcará la diferencia. Incluso, algunos estudios muestran que el entrenamiento demasiado cerca a la hora de acostarse puede activar el cerebro, y un cerebro alerta tiene problemas para conciliar el sueño.

Los expertos de Emma – The Sleep Company- empresa alemana especializada en la fabricación de colchones y otros productos de descanso, recomiendan un mínimo de 30 minutos de ejercicio, pero solo 2-3 horas antes de dormir. Además, afirman que la relación bidireccional entre el sueño y el ejercicio no debe subestimarse:

El ejercicio regular puede ayudar mucho a mejorar la calidad del sueño, especialmente para las personas que sufren dificultades para dormir. Sumado a ello, puede proporcionar a las personas una sensación de control y autoeficacia”, explica Theresa Schnorbach, experta en investigación del sueño de Emma.

Por otra parte, el deporte puede tener un impacto positivo en el sueño de las personas que padecen insomnio. Mediante la polisomnografía (prueba de múltiples parámetros usada en el estudio del sueño) aplicada por G.S. Possos en su investigación, los datos del registro de sueño diario mostraron un aumento del 26% en el tiempo total de sueño y una reducción del 39% de la latencia de inicio del sueño. Además, se observó una reducción significativa del 15% en la ansiedad previa al sueño después del ejercicio aeróbico de intensidad moderada. 

Pero, ¿por qué se insiste en la importancia de mantener una buena calidad de sueño? Los seres humanos se pasan casi un tercio de la vida durmiendo, y eso es bueno porque el bienestar físico y mental depende de eso. Schnorbach afirma que: “Podemos sentir la comodidad de un colchón de calidad al instante en nuestro cuerpo cuando descansamos en uno, pero entender por qué es importante un sueño de calidad va más allá del descanso. Dormir consiste en preparar cuerpo y mente para un aumento positivo del rendimiento al día siguiente, sobre todo en el deporte y el ejercicio”.

Estos son algunos beneficios que el buen sueño aporta: elimina la basura del cerebro, fortalece la memoria y el sistema inmunológico, regula los procesos metabólicos y hormonales y equilibra las emociones

Recomendaciones

Una rutina regular a la hora de acostarse es imprescindible, ya que, si nos acostamos antes unas noches y más tarde otras, estamos desequilibrando nuestro ciclo de sueño y vigilia y, por tanto, perdiendo la oportunidad de apoyar nuestra salud física y mental, así como de ser la mejor versión de nosotros mismos.

La Fundación Nacional del Sueño recomienda dormir de 7 a 9 horas diarias para los jóvenes y adultos, y de 7 a 8 horas para los adultos mayores”, con el fin de tener una visión más amplia sobre el tema, Emma Sleep, la compañía experta en la fabricación de colchones y productos de descanso, da los siguientes consejos: tener una rutina regular a la hora de acostarse, adoptar prácticas de higiene del sueño, para algunas personas: hacer ejercicio al menos unos 30 minutos al día, pero no más tarde de 2-3 horas antes de acostarse, para las personas atléticas, es aconsejable dormir más, no tomar siestas después de las 3pm, evitar la cafeína, la nicotina y las bebidas alcohólicas, evadir las comidas y bebidas pesadas a última hora de la tarde y mantener el dormitorio oscuro, fresco y libre de cualquier dispositivo electrónico, como teléfonos, tabletas, ordenadores portátiles, televisores, etc.