Colombia pasó de producir 5,2 a 6,5 kilos de coca por hectárea | El Nuevo Siglo
Foto archivo Anadolu
Jueves, 25 de Junio de 2020
Redacción Nacional
Hay un uso más eficiente del cultivo y mayor efectividad de los laboratorios para extraer el complejo activo

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Luego que la Unodc presentara su informe sobre los cultivos ilícitos en Colombia, en el cual se evidenció que el país redujo sus hectáreas sembradas de coca, pero aumentó su producción de cocaína, esta vez, el mismo organismo dio a conocer, mundialmente, el informe de drogas en el que se evidencia que la producción global aumentó, igual que su uso y el de otras sustancias ilícitas.

Según el informe, la producción de hoja de coca tuvo un periodo de crecimiento entre el 2013 y el 2017 “durante el cual, el área sembrada de árboles de coca a nivel mundial se duplicó, y al parecer se estabilizó y se contuvo durante el 2018 cuando alcanzó sus niveles más altos”.

Sin embargo, continúa el documento “el estimado global para 2018 no está todavía disponible, los resultados preliminares indican que Colombia permanece como el país donde más hoja de coca es producida. En 2017, el último año con datos que pueden ser comparados, Colombia contaba con el 70% del área global bajo cultivo, mientras que Perú tenía un 20% y Bolivia 10%. Basado en los estimativos preliminares, la producción global de clorohidrato de cocaína habría alcanzado su nivel más alto desde 2018 con 1,723 toneladas”.

El informe continúa diciendo que “mientras se estima que la manufactura de cocaína se habría doblado entre 2014 y 2018, estabilizándose en este último año. La manufactura global de cocaína se incrementó a 37% entre 2015 y 2016, 23% en 2016 y 2017; y 4,6% entre 2017 y 2018”.

 

Colombia

El informe de la situación mundial de las drogas mantiene los buenos resultados comunicados por Pierre Lapaque el miércoles de la semana pasada.

En general, el área sembrada de coca en Colombia ha descendido 1,2% en 2018 comparado con los datos de 2017, sin embargo, exalta que “las reducciones observadas sobre la disminución del área sembrada en 2018 fueron observadas en cerca de dos tercios de todos los departamentos donde los cultivos de coca tienen lugar. En paralelo hay una tendencia creciente y una fuerte concentración geográfica del cultivo en Colombia”.

El documento señala que “para 2018 cinco departamentos (Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Cauca y Antioquia, ordenados según su área sembrada) poseían cerca del 80% del cultivo total de la Nación, mientras 8 de los 22 departamentos que producen hoja tenían menos de 100 hectáreas bajo cultivo en 2018. Sin embargo, el cultivo de coca en Colombia continúa esparcido por cerca del 70% de los departamentos de Colombia”.

En el informe preocupa que pese al decrecimiento del área sembrada en hectáreas, la producción de cocaína es superior por varios aspectos. La primera es el uso más eficiente del cultivo y la segunda, los laboratorios son mucho más efectivos extrayendo el complejo activo: “Si en 2015 se lograba en Colombia que cada laboratorio produjera 5,2 kilos de clorhidrato de cocaína por hectárea, la cifra vio su aumento hasta los 6,5 kilos en 2018. Cabe destacar que la eficacia de la fuerza policial también ha mejorado, se ha logrado la incautación de 1.311 toneladas de cocaína de diferente pureza”.

 

Respuestas

Según los datos preliminares del estudio, la cobertura del tratamiento de los trastornos por consumo de drogas en muchos países tiene pocos servicios. Además, la disponibilidad de intervenciones de tratamiento de los trastornos por consumo de drogas varía enormemente.

Sobre 30 países de todas las regiones del mundo, señala el informe, “la cobertura de esos servicios varía enormemente en función del tipo de droga y del país: en el periodo 2015-2018, el porcentaje de personas con trastornos por consumo de drogas que recibieron tratamiento osciló entre menos del 1% y el 86%. Si bien, sigue siendo difícil determinar si se han hecho progresos generales en el logro de esa meta, la cobertura del tratamiento de los trastornos por consumo de drogas sigue siendo muy baja en muchos países”.

Unodc destaca que “no se conocen bien los impactos de los proyectos de desarrollo alternativo. A la larga, algunas intervenciones han dado lugar a una reducción sostenible del cultivo ilícito mediante el desarrollo rural integrado en aquellas regiones en las que se han llevado a cabo. No obstante, hay pocas pruebas fiables obtenidas de evaluaciones de impacto rigurosas para evaluar la eficacia de los proyectos de desarrollo alternativo. Entre 605.000 y 970.000 hogares se dedican al cultivo ilícito en todo el mundo, según los datos correspondientes a 2017-2018. Es difícil valorar cuántos de ellos se han beneficiado del desarrollo alternativo es difícil. No todos los hogares de las regiones en que se ejecutan los proyectos de desarrollo alternativo se dedican al cultivo ilícito, y muy pocos proyectos realizan un seguimiento continuo de los participantes activos”.

Para el organismo, “el gasto mundial en proyectos de desarrollo alternativo aumentó ligeramente de 2013 a 2017, según un estudio realizado por la Unodc, aunque el número de proyectos en ejecución se mantuvo bastante constante. Esa tendencia se debió en gran medida a Colombia, que duplicó con creces su presupuesto anual de US$75 millones en 2013 a US$153 millones en 2017, más de la mitad del total mundial correspondiente a ese año”.

El informe advierte que los presupuestos y los gastos destinados a la lucha contra la droga están en declive a largo plazo: “Los compromisos de gastos relacionados con la lucha contra la droga disminuyeron del 3% del total de la asistencia para el desarrollo prometida por los Gobiernos en 2000 al 0,02% en 2017. También disminuyó el dinero invertido en esa labor, del 1,9% del total del gasto en desarrollo en 2003 al 0,04% en 2017. Sin información más detallada, es difícil juzgar en qué medida esos recortes masivos que se comunican se corresponden con una disminución real de los fondos aportados a la lucha contra la droga. La disminución del gasto y los presupuestos podría obedecer a cambios en los procedimientos de contabilidad. Por ejemplo, algunos Estados Miembros podrían simplemente utilizar otras partidas presupuestarias para prestar asistencia para el desarrollo”.