El ‘novelón’ del hundimiento de una ley | El Nuevo Siglo
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Jueves, 20 de Junio de 2019
Redacción Política
El Congreso no pudo aprobar el llamado proyecto anticorrupción de la Fiscalía General. Luego del hundimiento de la iniciativa llegaron los golpes de pecho
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El día en que el Gobierno se comprometió con la consulta anticorrupción (agosto de 2018) los promotores temían que el mandato popular se hundiera en los pasillos intrincados del Congreso; mientras en las redes salían a celebrar el triunfo, en voz baja repetían que las fuerzas retardatarias podrían matar los proyectos, eso se convirtió en una profecía.

La reforma que buscaba castigar a los corruptos con penas superiores a las que hoy están estipuladas y quitarles el beneficio de la casa por cárcel se hundió por un tejemaneje político y jurídico; que terminó con una decepción mayor que si la selección Colombia hubiera perdido ante Catar.

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La muerte de la reforma estaba cantada. Se había dicho que algunos congresistas no estaban de acuerdo con eliminar el beneficio de la casa por cárcel. Esto se hablaba soterradamente. Nadie lo dijo en micrófono, pero, nadie, tampoco, salió a desmentirlo. Varios con voz tímida decían que ese beneficio, que tanto pavor causa, se había aprobado, en su momento, como una medida para descongestionar las cárceles del país.

El 7 de agosto de 2017 el entonces fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, radicó el proyecto de ley estatutaria para endurecer las penas y sancionar la corrupción.

La iniciativa tuvo sus dos primeros debates con el anterior Congreso, entre el 6 y el 18 de junio del año pasado. El nuevo Congreso abordó la discusión a partir del 23 de julio. La Comisión Primera del Senado tramitó la iniciativa el 9 de octubre. Entre esa fecha y el día del hundimiento fueron ocho meses en los que la iniciativa perdía tiempo, enfrentada a otras urgencias, como las objeciones presentadas por el presidente Iván Duque a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).

Esa dilación, que nadie se atreve a decir que fue deliberada, terminó pasándole factura al proyecto aprobado hasta el 18 de junio de este año, dos días antes de terminar la legislatura.

La última votación

Generalmente los últimos días del Congreso se trabajan apurados. Las jornadas son muy parecidas a las del estudiante que hizo poco durante el semestre y quiere terminar rápido para llegar a las anheladas vacaciones salvando todas las materias. Hay jornadas extensas de discusiones maratónicas donde se aprueban los proyectos de interés para el Gobierno. Esta vez no fue la excepción y contó con una coyuntura nefasta que terminó afectando a uno de los proyectos más importantes de la legislatura: la participación de la Selección Colombia en la Copa América.

El miércoles el país despertó con la expectativa del partido de Colombia contra Catar. La cita futbolística era a las 4:30 de la tarde, justo en la mitad de las sesiones de las plenarias de Senado y Cámara. La citación temprana suponía que los legisladores querían ir a ver el partido dejando todo consumado.

La discusión en Senado fue interrumpida por el presidente Ernesto Macías (Centro Democrátuco), justo a 20 minutos de comenzar el encuentro futbolístico. El presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón (Partido Liberal), se empecinó en seguir la discusión, pero el auditorio estaba distraído y pese a que mandó poner el partido en las pantallas de la plenaria, la presión terminó por obligarlo a cerrar la sesión.

Usualmente, el trámite de la conciliación no genera problemas pues consiste en una discusión para unificar lo aprobado por las dos corporaciones en un solo texto. Ahí llegó el tejemaneje. El Senado había nombrado conciliador a Germán Varón, de Cambio Radical. La Cámara se había inclinado por el nortesantandereano Jairo Humberto Cristo, también de Cambio Radical. Sin embargo, un tercero Gabriel Vallejo, representante risaraldense del Centro Democrático, terminó firmando una conciliación que nunca llegó a la mesa directiva de la Cámara.

En la noche algunas versiones sostuvieron que el expresidente Cesar Gaviria y varios congresistas liberales, de Cambio Radical y el Partido Conservador, se reunieron con Chacón. Al día siguiente todos desmintieron que dicha fiesta se hubiera celebrado.

Los golpes de pecho

Hoy, día en que oficialmente moría la legislatura, la mañana se convirtió en un rosario de acusaciones de lado y lado. Sorprendió que el representante Vallejo saliera a decir que fue la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, la que le informó que era el conciliador designado, contrario a los designios expresados por Chacón a través de un correo oficial.

“La Ministra del Interior me dice a las 4:45 p. m. que me están esperando para firmar una conciliación. No me dijo que era del proyecto anticorrupción”, explicó Vallejo.

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Gutiérrez por su parte dijo que “no hubo conciliador oportunamente”, reiterando que “nadie sabía quién era el conciliador de la Cámara”.

Chacón, a través de un comunicado, precisó que le notificó a Cristo la designación a las 3:43 de la tarde del miércoles, con copia al Senado tanto del correo electrónico como de la radicación en físico en la Secretaría General. Cristo procedió a preguntar en Senado quién era su conciliador. La respuesta llegó a las 4:23 de la tarde, momento en que se “debía iniciar el trámite de la referida conciliación que involucraba la revisión de 1.259 folios”.

Pese a que todavía hay expectativa sobre si el presidente Duque citaba a sesiones extras para continuar la discusión, el senador Varón indicó que eso no era posible porque el proyecto ya se había discutido en dos legislaturas.

Según pudo confirmar EL NUEVO SIGLO, en la Secretaría del Senado esperaban las 6 de la tarde para firmar el auto que daba por muerto el proyecto anticorrupción.

La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez aseguró que el Gobierno presentará un nuevo paquete normativo a partir del 20 de julio que recoja los elementos más importantes. Un anuncio semejante hizo el virtual nuevo presidente del Senado, el liberal Lidio García. Amanecerá y veremos.