Crean política pública contra desperdicio de alimentos | El Nuevo Siglo
Prosperidad Social
Viernes, 21 de Junio de 2019
Redacción Nacional

Recibió el último sí en la plenaria de la Cámara de Representantes el proyecto de ley que crea la política pública contra el desperdicio de alimentos.

Se trata de la iniciativa número 301 de 2018 Cámara – 127 de 2017 Senado, “por medio de la cual se crea la política contra la pérdida y el desperdicio de alimentos y se dictan otras disposiciones”, radicada por los senadores Nidia Marcela Osorio, del Partido Conservador; Santiago Valencia, Orlando Castañeda y Honorio Miguel Henríquez, del Centro Democrático; y Eduardo Pulgar y Maritza Martínez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U).

El senador Valencia destacó la aprobación de la iniciativa, que deberá ser sancionada por el presidente Iván Duque para convertirse en ley de la República. “La aprobación de este proyecto es un gran avance para mitigar la precariedad en la alimentación de miles de niños y familias de escasos recursos en el país”, señaló.

“La prevención y la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos implican sensibilizar, formar, movilizar y responsabilizar a los productores, procesadores, distribuidores de productos a nivel local, departamental y nacional para realizar un manejo adecuado de los alimentos priorizando como destino final el consumo humano”, sostuvo.

Asimismo indicó que “esta es una victoria para los niños y las personas más necesitadas, seremos el segundo país en el mundo, después de Francia, en regular esta práctica”.

La iniciativa estipula que el Gobierno nacional contará con un año, a partir de la entrada en vigencia de la ley, para diseñar e implementar una política pública integral que permita disminuir las pérdidas y desperdicios en la cadena de suministro de alimentos.

Señala que las personas naturales o jurídicas que dediquen a la producción agropecuaria, industrial, y comercialización de alimentos aptos para el consumo humano estarán obligadas a no destruir los que se encuentren en sus inventarios o bajo su administración.

Y si les sobran estos deberán ser entregados a organizaciones para que los distribuyan de forma gratuita. “En caso de que les hayan quedado alimentos aptos para el consumo humano que no se comercializaron, frescos o preparados, se podrá entregar a título gratuito preferentemente cinco días antes de la fecha de vencimiento a organizaciones sin ánimo de lucro legalmente constituidas, en cuyo objeto social y en sus estatutos, señalen de manera expresa la función de recolectar alimentos para ser distribuidos de manera gratuita con destino al cubrimiento de las necesidades de la población en general”, señala el texto de la ponencia.

El texto expone que las personas beneficiarias de los alimentos entregados a las organizaciones sin ánimo de lucro legalmente constituidas serán prioritariamente los menores de edad, las mujeres gestantes y lactantes, la tercera edad, población en situación de discapacidad, pobreza y pobreza extrema. “En todo caso, se deberá priorizar la entrega de alimentos en las regiones que se encuentren en crisis humanitarias por desnutrición, se reporten casos de mortalidad de menores de edad por desnutrición y/o por causas asociadas, se presente escasez de alimentos y se vean afectados principalmente los menores de edad, siempre y cuando se cuente con la logística requerida”, añade.

En el proyecto también se contempla la creación de un sistema de medición y control de pérdidas y desperdicio. Este sistema será administrado por el DANE, que estará encargado de realizar los cálculos, “con datos nacionales, regionales, departamentales y municipales. También teniendo en cuenta los sectores económicos agrícola, industrial, de servicios y consumo”. Esta medición se realizará anualmente conforme a las entregas o reportes de datos.

Según estudio realizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en Colombia se pierden o desperdician 9,76 millones de toneladas de alimentos al año. Dicha cifra es alarmante puesto que representa el 34% del total de los alimentos que el país podría consumir durante un año, es decir que, por cada 3 toneladas de comida disponible en Colombia, una tonelada va a la basura.