Colombia sufrió pero clasificó a cuartos de final | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Miércoles, 19 de Junio de 2019
Redacción Deportes

De antemano se sabía que Catar no sería un ‘hueso fácil de roer’, pero no se esperaba que resultara tan duro, que pusiera a padecer a Colombia y que lo tuviera en vilo hasta el minuto 85, cuando no tuvieron cómo controlar la magia de James Rodríguez ni el certero cabezazo de Duván Zapata.

Con el 1-0, el seleccionado que orienta Carlos Queiroz se instaló en los cuartos de final de la Copa América de Brasil, a falta de un partido para cerrar la fase de grupos, frente a Paraguay.

El técnico de los orientales, Félix Sánchez, tomó nota de lo sucedido en el duelo frente a los paraguayos y de lo que vio de Colombia, para plantear un partido cerrado, con dos bloques sólidos que les impidió el ingreso a los atacantes rivales.

Esta vez no dio ventajas y si sufrió sobresaltos fue porque los orientados por Queiroz hicieron gala de su capacidad para romper cercos y les provocaron un par de sustos, entre ellos un cabezazo de James que salió desviado.

El verde de la grama del Morumbí tenía pequeños baches cafés. En el área chica de los arcos se alcanzaba a ver tierra removida, que para el final del partido tomaba tintes de desierto por un solo culpable: el dominio colombiano en territorio catarí.

Amo y señor de Catar, contra el que solo ha caído en uno de 11 encuentros, Carlos Queiroz supo desactivar al campeón asiático desde que el venezolano Alexis Herrera sopló su silbato. A base de una presión infernal para recuperar el balón y una agresión rábica metieron a los escarlata la inmensa mayoría del duelo en su campo.

James bajaba a asociarse con Juan Guillermo Cuadrado y Mateus Uribe, para luego distribuir el balón a los incisivos Roger Martínez y Duván Zapata.

Por centímetros y de la cabeza del 10 sale la ventaja. Oficiando de asistidor, Martínez centró para el capitán, quien falló por poco. Pasaron cuatro minutos, en el 16’, para un nuevo susto. En una de sus clásicas gambetas, Cuadrado eludió a un rival y disparó, desde fuera del área, para probar la valía de Alsheeb.

Colombia era una máquina que no se saciaría hasta anotar. Zapata, quien ocupó el puesto de Falcao García, suplente por decisión técnica, mostró su valía como titular. Laborioso y asociativo, abrió la cancha y, con un lomo de envidiar, fue un atento pívot.

Los hombres de Sánchez respiraban de vez en cuando, cuando recuperaban el balón, pero sin inquietar a David Ospina. Su único intento, en la primera parte, fue un remate suave de Abdelkarim Fadlalla que recogió sin problemas el guardameta del Nápoles italiano.

En lo mismo

El agua de las duchas no cambió el libreto. Colombia siguió avante, aunque con mayor profundidad tras el ingreso de Santiago Arias por Stefan Medina. El lateral del Atlético de Madrid hizo una dupla eficiente con Cuadrado y asolaron la zona derecha catarí.

Los asiáticos seguían resistiendo con orden defensivo y un protagonismo en alza de Alsheeb. Sus dos palmas desviaron un riflazo de Martínez, tras enganchar a un zaguero, y la mano izquierda rechazó brillantemente un zurdazo del atacante del América de México, el más activo en la ofensiva tricolor.

La suma constante de Arias al ataque les otorgó espacios a los árabes. En un contragolpe Akram Afif probó los reflejos de Ospina, quien se acerca a un año con la portería cafetera en cero. Y los intentos que quedaron en eso fueron responsabilidad de la zaga colombiana, que mostró templanza.

Los suramericanos no se rendían e intentaban por todos los medios. Falcao ingresó por Cuadrado y Luis Díaz por Martínez, y la arremetida continuó. Cada pelota al aérea, con el poderío de Yerry Mina, Dávinson Sánchez y William Tesillo, era una pesadilla para el rival.

Y por ese medio llegó la justicia. James, con pie de seda, tiró un centro para que Zapata cabeceara con finura al ángulo izquierdo de Alsheeb y se convirtiera, con dos tantos, en el goleador colombiano de la Copa América.

Catar, sin una chispa del fútbol ofensivo y vistoso que le permitió remontarle 2-2 a Paraguay en la salida, pagó caro su resistencia: Fadlalla y Assim Madibo se perderán el decisivo duelo ante Argentina por doble amarilla.

Funcionó

Varias sorpresas dio ayer el técnico Queiroz. Acostumbrado a realizar tres o cuatro variantes en su equipo, fiel a su filosofía de que “equipo que gana sí se cambia”, solo hizo una variante: sacó al ‘Tigre’ Falcaó y le dio la titular al ‘Toro’ Zapata, lo mantuvo los 90 minutos y el artillero del Atalanta italiano le dio la razón al convertir el tanto de la victoria.

Además, le dio paso a Falcao pero en un lugar nada habitual para él, como una especie de volante, en el lugar de Cuadrado y al final sustituyó a Martínez por Luis Díaz, cambio que se esperaba porque el guajiro es hábil, rápido, gambeteador y asociado con Tesillo, algunos problemas creó.

Se podría pensar que Colombia no lució a pesar de tener el balón y se podría creer que es cierto. Sin embargo, hay que tener en cuenta el trabajo que realizó el rival, que planteó el partido para destruir el fútbol que pudiera generar el representativo nacional.

Sí, fue un partido muy táctico, muy trabajado por los cataríes y elaborado por Colombia que, aunque por pasajes se vio desesperado, no desistió, soportó el sufrimiento y al final celebró la victoria y su paso a cuartos de final de un torneo en el que ya se le empieza a ver como favorito y más tras lo hecho frente a Argentina.

Bien lo dijo Queiroz: “El partido era un test de madurez y los jugadores colombianos lo han hecho muy bien”.

“Preparamos muy bien estas situaciones, sabíamos qué podía pasar, todos estaban preparados para pelear y jugar durante 90 minutos (...) Al final del partido sufrimos porque no tuvimos la capacidad de hacer un gol más temprano”, explicó.