Filarmónica debe ser el centro de la vida musical de Bogotá: Gustafsson | El Nuevo Siglo
Joachim Gustafsson ha dirigido más de 200 estrenos, se ha destacado en grandes escenarios de Europa y este año vuelve a Colombia como líder de la propuesta sonora de la agrupación.
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Domingo, 20 de Junio de 2021
Redacción Cultura

La pedagogía para acercar los ciudadanos a la música es una de las grandes apuestas del sueco Joachim Gustafsson, quien ocupará el cargo de director titular musical de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, OFB, a partir del 1 de julio.

Gustafsson es director artístico del Festival Tommie Haglund; miembro de la junta directiva de la Ópera Nacional de Dinamarca y profesor invitado de la Royal Danish Academy of Music.

Ha dirigido más de 200 estrenos, entre los que se cuentan las óperas El retrato de Dorian Gray de Thomas Agerfeldt Olesen y Snow White’s Mirror de Niels Marthinsen. Con la Ópera Nacional de Dinamarca dirigió Cleopatra del compositor August Enna, en 2019. Esta producción se lanzó en CD bajo el sello Da Capo en 2020.

Ha sido director invitado de la Orquesta Filarmónica de Copenhague, Aarhus Symphony Orchestra, Aarhus Sinfonietta, Orquesta Sinfónica de Odense, Real Filarmónica de Estocolmo, Malmö Symphony Orchestra y Royal Opera de Estocolmo.

Es ganador del primer premio de la AICE Jugend und Musik de Viena, y de la competencia de Jóvenes Suecos en Helsingborg. Además, Gustafsson debutó en América del Sur con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en 2012.



En su regreso, ahora como director titular musical, le cuenta a EL NUEVO SIGLO sus expectativas, sus primeros encuentros con Colombia y su recorrido por el mundo de la música.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo recuerda sus primeros pasos en la música?

JOACHIM GUSTAFSSON: Era muy joven. Comencé a tomar el violín cuando tenía cinco años. Mis padres no interpretaban ningún instrumento, pero de alguna forma fui inspirado con mayor fuerza a aprender y practicar el violín, el cual exploré hasta los 11 años.

Siempre tuve en mente que me gustaría ser un músico profesional. Por eso siempre he estado en la música y desarrollándome, no solamente interpretando el violín, sino que también dirigiendo. Desde los 20 años dirigí en Concertino Orquesta y simultáneamente interpreté el violín por muchos años.

A inicios del 2000 decidí solo hacer dirección, yendo a través del repertorio de la Filarmónica de Bogotá, desarrollándome y aprendiendo más de la orquesta. Intercambiamos identidades musicales, así fue como evolucionamos y expandí mi conocimiento como director. Aprendí mucho de la Orquesta. Busqué siempre hacer algo más con la Filarmónica. Unimos esfuerzos y encontramos el significado más profundo de la música.  

ENS: ¿En qué momento de su vida elige la dirección de orquestas?

JG: Cuando tenía 20 años, era el concertino de mi propia orquesta, donde tocábamos sin ningún director. Yo guiaba la orquesta desde esa posición. Fuimos a una gran competencia, la “Juventud y Música en Viena”, en Austria, la cual ganamos. Luego de esta competencia uno de los jurados se acercó a mí y me dijo: “Mr. Gustafsson usted tiene mucho talento, debería estudiar dirección de orquesta”. Entonces fui incitado a estudiar conducción de orquesta en la Universidad de Viena y esto fue definitivo para mi futuro como director.

ENS: ¿Cómo fue la experiencia de su primer encuentro con Colombia?

JG: Fue maravilloso. La historia comienza en el 2011 cuando estaba sentado en mi carro y recibí una llamada, en la que me decían si quería ir a Colombia para un recital con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Honestamente no conocía la orquesta, ni las cualidades, pero me puse muy feliz porque el repertorio de música del concierto, para el cual me invitaron, era muy cercano a mi corazón. Nunca olvidaré ese momento porque fue mi primer ensayo con la OFB. Me sentí totalmente como en casa y me enamoré de Bogotá.

Considero a Bogotá una de las ciudades más asombrosas del mundo. Me enamoré de la orquesta instantáneamente y solo pensaba en que me gustaría trabajar más allí. La orquesta siempre estuvo abierta a nuevas ideas y los músicos dispuestos a interpretarlas y hacer buena música todo el tiempo.

ENS: Ahora que regresa a la Filarmónica, esta vez como nuevo director musical titular, ¿qué significa para usted este nombramiento?

JG: Los músicos estaban dispuestos para quien aceptara ser el director de la orquesta y eso me hizo muy feliz. Hemos trabajado por casi 10 años. Siempre pongo mi corazón en el trabajo.

Para mí es un gran honor haber sido asignado director titular de esta fantástica orquesta. Soy humilde ante esta posición y agradecido. Hemos desarrollado una gran relación y significa un gran futuro. Pienso que haremos grandes cosas juntos en los años venideros.

ENS: ¿Cuáles son los retos que implicará asumir este cargo?

JG: No veo grandes retos. Lo único que importa es que tendremos la oportunidad de ir a lo más profundo de la música y hacer más cosas juntos y de evolucionar, desarrollar la orquesta y convertirnos en una parte importante de Bogotá.

Para mí, la Filarmónica de Bogotá no es solo una orquesta para que las personas vengan a escuchar conciertos sinfónicos, sino que también es una agrupación que conoce y hace buena música. La orquesta es para todos los ciudadanos, debe ser el centro de la vida musical de Bogotá y podemos ser incluso mucho más.

En Escandinavia, Europa, la orquesta está orientando a las personas con pedagogía y didáctica para tener un mayor acercamiento a la música y eso es lo que quiero lograr con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Hoy en día la Filarmónica no debe ser solamente una orquesta. Debe ir acompañada por lo cultural, educativo, lo social y debe ser para todas las personas, incluso para los que no van a escucharla.

ENS: ¿Qué fue lo que más le atrajo del país?

JG: Todo el tiempo que voy a Colombia y que llego al Aeropuerto El Dorado me siento muy en casa. Amo las personas, ustedes son muy abiertos y amigables. En Bogotá siempre me gusta caminar y conocer la ciudad. Voy al norte, al sur y todo es como estar en casa.

La amabilidad de las personas, su generosidad y la atmósfera que se vive en Bogotá y Colombia. También tienen buena comida, comen la mejor carne y además tienen el mejor ceviche del mundo.