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Miércoles, 16 de Junio de 2021

PLANETARIO  

Está clarísimo que por acá y acullá pululan los gobiernos que son catastróficos, calamitosos, desastrosos. Es más: invito al lector a que cierre los ojos e imagine uno. ¡Correcto: ha acertado! 

Pero aunque proliferan, es difícil concebir alguno que supere al de la coalición socialista y comunista de Pedro Sánchez en nuestra querida Madre Patria. 

Con lo cual, no es de extrañar que, por una parte, Sánchez les conceda nada menos que el indulto a los peores rufianes del Reino, aquellos que propugnan la secesión de Cataluña. 

Amparado en que el Estado de Gracia supone decisiones políticas y no jurídicas, desatiende sin rubor alguno las consideraciones del Tribunal Supremo y completa la tarea de romper la soberanía y fracturar la integridad territorial, favoreciendo descaradamente a los anticonstitucionalistas, antimonárquicos, separatistas, extremistas y golpistas. 

Que también son sediciosos, por cierto. Así que para no dejar asignaturas pendientes, agiliza la reforma del código hasta lograr que tal delito, el de sedición, pase a mejor vida, stricto sensu. 

Y por otra parte -como si lo anterior no bastase- decide aceptar en España al cabecilla del Frente Polisario, una organización violenta, igualmente separatista, extremista y antimonárquica, dizque por razones humanitarias. 

Tal será el prontuario del jefe de la banda armada -cuya supervivencia obedece al respaldo de un puñado de regímenes totalitarios- que el otro día, antes de volver a su guarida en Argelia, se vio obligado a comparecer ante la propia justicia española por los crímenes que se le endilgan. 

En pocas palabras, el altruismo transgresor del inquilino de La Moncloa no tiene límites y desafía por igual la soberanía de ambos reinos. 

De tal modo, pone en aprietos a la Unión Europea, debilita la lucha contra la migración ilegal, alienta el yihadismo, fomenta el extremismo contra el gobierno legítimo de Rabat y desestabiliza el Magreb en su conjunto. 

Incluso, ha llegado al extremo de echar a volar el globo de que dialogará con los separatistas hasta ingeniarse el modo de convocar a un referendo, idea con que sus violentos socios de gobierno presionarán a la población indefensa y la obligarán a identificarse con el anacrónico adefesio de la autodeterminación de los pueblos. 

O sea, que si se trata de mantenerse en el poder a toda costa, no cabe duda de que Pedro Sánchez puede encabezar cualquier antología pues el afán por mantener la coalición lo lleva al punto de poner la unidad de España en la cuerda más floja de las cuerdas. 

No en vano, los partidos garantes de la Constitución y del Reino se dieron cita en la Plaza de Colón para empezar a poner coto y dique a semejantes estropicios. 

Estropicios a la democracia, a la convivencia transmediterránea y a la mismísima estabilidad y seguridad del sistema internacional.  

vicentetorrijos.com