Human Rights Watch (HRW), entidad financiada por George Soros, un rabioso promotor de izquierda, dice que “para asegurar nuestra independencia, no aceptamos apoyo de ningún donante privado que pudiera comprometer nuestra objetividad e independencia y estamos comprometidos a mantener altos estándares de precisión e imparcialidad”.
Consecuente con eso, publicó un informe con el título de “Brutalidad policial”, elaborado por José Miguel Vivanco. Quiero citar algunos puntos del informe (citas entre comillas, el sujeto es HRW. Los paréntesis son mis comentarios): “HRW entrevistó, en su mayoría por teléfono o videoconferencia, a más de 150 personas ubicadas en 25 ciudades de Colombia” (es su manera de documentar y corroborar la información). “Consultó registros policiales y médicos, necropsias, fotos y videos de las víctimas, publicaciones de organizaciones de derechos humanos e informes de prensa” (no coinciden con los informes oficiales de Medicina Legal, Fiscalía y Procuraduría, que son las encargadas de las investigaciones). “HRW ha documentado (frase que también aparece en otras de sus afirmaciones, pero no menciona los documentos) numerosas muertes cometidas directamente por policías, así como violentas golpizas, abusos sexuales y detenciones arbitrarias de manifestantes y transeúntes. Las violaciones a los derechos humanos cometidas por la policía en Colombia no son incidentes aislados de agentes indisciplinados, sino el resultado de fallas estructurales profundas. Las reformas propuestas no son suficientes para prevenir violaciones de derechos humanos y garantizar justicia” (es una opinión sobre una propuesta que no se conoce aún completa). “Ha recibido denuncias creíbles sobre 68 muertes ocurridas desde el comienzo de las manifestaciones. Recibió denuncias de estas muertes a través de organizaciones locales, incluyendo, entre otras, Temblores” (toma las cifras de esta ONG mamerta publicados en https://www.temblores.org/comunicados, sin verificarlas, aunque diga que “documentó cada uno de los casos de forma independiente y con evidencias de primera mano”). “Ha confirmado que 34 de estas muertes ocurrieron en el contexto de las protestas, incluidas las de dos policías, un investigador judicial y 31 manifestantes o transeúntes, de los cuales al menos 20 parecen haber muerto a manos de policías. Documentó 16 casos en los cuales la policía parece haber matado con municiones letales a manifestantes no armados” (“parece” no es muy convincente para hablar de “evidencias creíbles”). “También documentó 17 golpizas violentas cometidas por la policía, en muchos casos con bastones. Se ha informado (?) que al menos 419 personas han desaparecido durante las protestas. La Fiscalía indicó que había localizado a 304 de esas personas” (la Fiscalía dice que solamente hay dos denuncias por desapariciones y varios de los desaparecidos han aparecido en sus casas). “Documentó casos de siete personas heridas y tres fallecidas, al parecer como resultado del impacto de cartuchos de gases lacrimógenos” (los gases lacrimógenos no son letales). “Documentó en detalle 27 casos de personas que parecen haber sido detenidas de manera arbitraria” (documentó en detalle pero sólo parecen).
Podría seguir citando, pero un informe redactado en condicional, no parece ser objetivo.
El informe termina con once recomendaciones al Presidente incluyendo presentar una disculpa por abusos policiales; nueve al Congreso, incluyendo reformar el Código Penal y pasar la Policía al Mininterior; cuatro a la Fiscalía, incluyendo que asuma la competencia en los casos de violaciones de derechos humanos; cuatro a la Procuraduría, incluyendo que garantice la rendición de cuentas por abusos policiales; y tres a la Defensoría, incluyendo un incremento de funcionarios.
Propongo que elijamos a Vivanco presidente. Tiene los mismos problemas que Petro pero al menos no es amigo de Maduro. Que sea chileno se resuelve con mermelada para que el Congreso cambie la Constitución vía fast-track y la Corte lo apruebe.