G7 arrancó con una agenda centrada en vacunas y China | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 11 de Junio de 2021
Agence France Presse

Los líderes del G7 iniciaron en Inglaterra una cumbre presentada como una "enorme oportunidad" para poner en marcha la recuperación mundial tras la pandemia, empezando por la distribución de mil millones de dosis de vacunas contra el covid-19.

Tras casi dos años sin reunirse, los jefes de Estado y gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido volvieron a sentarse en torno a una mesa redonda después del recibimiento que el anfitrión, el primer ministro británico Boris Johnson, dio a cada uno en una playa de Carbis Bay, en el suroeste de Inglaterra.

Debido al coronavirus, que ha dejado casi 128 mil muertos en el Reino Unido, país enfrentado ahora a un aumento de la variante Delta, 60% más contagiosa, no hubo apretones de manos y todos mantuvieron las distancias.

Este encuentro ofrece una "enorme oportunidad" para impulsar la recuperación mundial tras el coronavirus, afirmó Johnson, al inaugurar los debates.

En palabras de Joe Biden, la cumbre marca el "regreso" de Estados Unidos al multilateralismo, tras los años de Donald Trump.

"Estoy deseoso de (...) trabajar con nuestros aliados y socios para construir una economía mundial más justa e inclusiva. Pongámonos a trabajar", tuiteó el presidente estadounidense.

Biden busca formar un frente unido frente a Rusia y China. Pero Pekín replicó que la diplomacia norteamericana está "basada en los intereses de pequeñas camarillas" 



Mil millones de vacunas

Además de la cumbre, hasta mañana se sucederán las reuniones bilaterales, una recepción con la reina Isabel II y una barbacoa en la playa.

Se unirán a las siete grandes economías altos responsables europeos y cuatro países invitados: India, Corea del Sur, Australia y Sudáfrica.

En el centro de las conversaciones estará un reparto más equitativo de las vacunas del covid-19. 

Ante los crecientes llamados a la solidaridad, los líderes acordarán proporcionar "al menos mil millones de dosis" y aumentar la capacidad de producción, con el objetivo de "acabar con la pandemia en 2022", afirmó Downing Street.

Estados Unidos ya se ha comprometido a donar 500 millones de dosis de Pfizer/BioNTech y el Reino Unido 100 millones de vacunas excedentes.

Pero es insuficiente para oenegés como Oxfam, que recuerda que se necesitan al menos 11.000 millones para erradicar una pandemia que ya ha matado a 3,7 millones de personas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, insistió ante reporteros que las vacunas "deberían ser consideradas bienes públicos mundiales (...) a disposición de todos".

Una cuarta parte de los 2.300 millones de dosis administradas en el mundo lo han sido en países del G7, que albergan 10% de la población mundial. Los países de renta baja cuentan actualmente con sólo el 0,3% de las dosis inyectadas.

Desafío chino

La lucha contra el cambio climático será la otra prioridad de la cumbre.

Johnson ambiciona llevar a cabo una "revolución industrial verde" para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. 

Para preservar la biodiversidad, quiere que el G7 se comprometa a proteger "al menos el 30%" de la tierra y los océanos para esa fecha.

Las siete grandes economías también deberían promover la inversión en infraestructuras limpias en los países en desarrollo para estimular y descarbonizar sus economías.

"No existe el Planeta B", advirtieron activistas medioambientales que protestaron en Falmouth, localidad a 40 km de Carbis Bay donde la policía mantiene alejados a los manifestantes.

Otro tema candente en la agenda es el de los retos que plantean Pekín y Moscú, con cuyo presidente, Vladimir Putin, se reunirá con Biden el miércoles en Ginebra. 

"La línea europea es clara: China es un rival sistémico, un socio en cuestiones globales y un competidor", dijo una fuente francesa.

Otro punto de fricción: la complicada aplicación del Brexit en la región británica de Irlanda del Norte.

Biden, de origen irlandés, se abstuvo de criticar públicamente a Johnson en su primer encuentro cara a cara el jueves pasado, pero los responsables europeos pretenden exigirle que cumpla con lo acordado, ya que Londres no aplica los controles aduaneros posbrexit para evitar tensiones con los unionistas norirlandeses./AFP



Nuevo roce con China

Estados Unidos y China se enfrentaron ayer en inusuales conversaciones cuando el presidente Joe Biden hacía su debut internacional en la cumbre del G7, con su administración presionando a Pekín sobre la relación con Taiwán, el origen del covid-19 y los derechos humanos.

El secretario de Estado, Antony Blinken, que acompañó a Biden a la cumbre de las democracias industriales en Inglaterra, habló por teléfono con su homólogo chino, Yang Jiechi. Fue su primera conversación desde un acalorado encuentro en persona en Alaska en marzo.

Blinken "subrayó la importancia de la cooperación y la transparencia respecto al origen del virus", incluyendo permitir que expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) vuelvan a China, según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense.

Yang, de su lado, dijo a Blinken que la teoría de que el covid-19 surgió de un laboratorio es "absurda".

"Demandamos al lado estadounidense respetar los hechos y la ciencia, no politizar el origen y poner atención a la cooperación internacional contra la pandemia", Yang.

Biden ordenó a sus servicios de inteligencia un informe para finales de agosto para establecer si el covid-19, detectado por primera vez a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan, surgió de una fuente animal o de una fuga de laboratorio.

El expresidente Donald Trump esgrimía la teoría de la fuga de un laboratorio, pero fue ampliamente descartada pues muchos creyeron que buscaba desviar las críticas sobre su propia gestión de la pandemia.

Sin embargo, Biden considera necesario un estudio más profundo después de criticar a Pekín por no dar más acceso a una investigación de la OMS.

La teoría del laboratorio indignó a Pekín, que trata de presentarse ante el mundo como el país que logró un modelo sobre cómo contener el virus.

Yang, un alto miembro del politburó que desde hace tiempo lidera la gestión de las relaciones de Pekín con Estados Unidos, renovó las denuncias contra Washington. "El multilateralismo genuino no es un pseudomultilateralismo basado en los intereses de pequeños círculos", dijo.

"El único multilateralismo genuino es el que se basa en los principios de la carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional", añadió.

Yang también reiteró las acusaciones de hipocresía hacia Estados Unidos en materia de derechos humanos cuando Blinken presionó sobre lo que considera el genocidio de los uigures y otros pueblos, en su mayoría musulmanes, que están detenidos en campos.

"Estados Unidos debería resolver las violaciones graves a los derechos humanos en su propio territorio, y no utilizar las llamadas cuestiones de derechos humanos como excusa para interferir arbitrariamente en los asuntos internos de otros países", dijo.

Yang hizo acusaciones similares sobre Estados Unidos ante las cámaras durante la reunión en marzo en Anchorage, Alaska, desconcertando a los funcionarios estadounidenses que esperaban comentarios breves y civiles.

Blinken también expresó su preocupación por la creciente presión de China sobre Taiwán, incluidos los vuelos militares frente a sus costas.

Así, pidió a Pekín que "ponga fin a su campaña de presión contra Taiwán" y que "resuelva de forma pacífica" las cuestiones relacionadas con la isla, indicó el Departamento de Estado.