A través de un memorando de entendimiento, la Región Administrativa y de Planificación Especial (RAP-E Región Central) y la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico acordaron hacer seguimiento al abastecimiento alimentario de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta, Tolima, Huila y el Distrito Capital.
El documento tiene como propósito realizar un monitoreo permanente a la producción, transporte y comercialización de los alimentos de la región. De acuerdo con el gerente de la RAP-E, Ricardo Agudelo Sedano, “este seguimiento permitirá conocer cómo va la seguridad alimentaria y determinar cuáles son las acciones de gobierno y políticas públicas necesarias para garantizar una buena nutrición en los hogares”.
Acciones como esta son fundamentales para la consolidación de un sistema de abastecimiento que sea sostenible, eficiente y minimice las pérdidas y desperdicios de alimentos, en aras de que la Región Central se consolide como la despensa agroalimentaria del país.
Por su parte, el secretario distrital de Desarrollo Económico, Alfredo Bateman, destacó que “en el marco de este memorando de entendimiento hemos puesto en operación la plataforma logística Los Luceros, con productores de la región, de Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima, y consolidando a Bogotá como epicentro de comercialización de la producción campesina. La RAP-E ha sido fundamental en la articulación de los actores de la región, con los productores de los territorios”.
Esta es una medida idónea para hacerle frente a un eventual desabastecimiento que, de acuerdo con la RAP-E, es una posibilidad considerando la temporada de lluvias que atraviesa el centro del país.
De hecho, las últimas proyecciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indican que las lluvias persistirán, y ante este hecho el gerente de la RAP-E ya le había indicado a EL NUEVO SIGLO que “aún no hay desabastecimiento, pero podría haberlo”.
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Firma del pacto “Yo contribuyo”
Esta es la segunda acción afirmativa que se hizo en las últimas horas relacionada con la seguridad alimentaria y el abastecimiento, pues en días recientes la Secretaría de Desarrollo Económico dio inicio a la Semana de la Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, PDA, por medio de la firma del primer pacto en la región: “Yo contribuyo, no pierdo ni desperdicio alimentos en Bogotá”.
Esto, a razón de que en Colombia se pierden y desperdician 9,76 millones de toneladas de alimentos al año, según lo indicó el Departamento Nacional de Planeación, cifra que alcanzaría para alimentar aproximadamente a ocho millones de personas en este mismo periodo.
Del total de alimentos perdidos y desperdiciados, el 64% corresponde a pérdidas que se ocasionan en las etapas de producción, poscosecha, almacenamiento, procesamiento industrial y distribución mayorista.
El 36% restante corresponde a desperdicios que se generan en las etapas de distribución y retail, servicios de alimentación y consumo de los hogares. En Bogotá se desperdician 1,2 millones de toneladas de alimentos por año.
Por tal motivo, este pacto es un ejemplo de compromiso que será replicado en diferentes espacios físicos y virtuales para que actores de las plazas de mercado, centros comerciales, mercados campesinos, restaurantes, tiendas y ciudadanía en general puedan vincularse y decir: “Yo soy ciudadanía alimentaria y por eso Yo me comprometo”.
“Ante el aumento de las cifras de pobreza que nos dejó la pandemia y el repunte de la inflación, es ética y moralmente imperativo avanzar en este tipo de iniciativas para la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos. El compromiso es de todos”, destacó Alfredo Bateman, secretario de Desarrollo Económico de Bogotá.
Con este tipo de iniciativas de sensibilización se busca disminuir en 1,2% las pérdidas de alimentos en Bogotá para el final de la administración, evitando llevar al relleno sanitario más de 42.980 toneladas de desperdicios de alimentos.