Déficit de cuenta corriente: 1,8 % del Producto Interno Bruto | El Nuevo Siglo
Foto: Archivo ENS
Viernes, 2 de Junio de 2023
Redacción Economía

LOS RESULTADOS financieros del país mejoraron en el primer trimestre de este año. El déficit en cuenta corriente presentó una disminución de 1,8 % del Producto Interno Bruto (PIB) frente al cuarto trimestre del 2022.

Con ello, el resultado entre enero y marzo de este año presentó una reducción, ya que alcanzó US$ 3.422 millones, equivalente a 4,2 % del PIB.

De acuerdo con el informe del Banco de la República, este resultado se explicó, principalmente, por un fuerte ajuste del desbalance comercial ante una amplia reducción de las importaciones de bienes y servicios, una tendencia que continuaría en el resto de 2023 a raíz del debilitamiento de la demanda interna.

Así pues, y dado el importante ajuste evidenciado en ese período, el resultado puede representar un sesgo positivo (de menor déficit) frente al escenario de proyección de cuenta corriente para el 2023 completo (-4,2 % del PIB).

De acuerdo con el reporte del Bancolombia, el ingreso neto de remesas fue suficiente para cubrir la totalidad del déficit comercial de bienes y servicios, mientras las salidas netas de rentas factoriales se moderó.

En concreto, el resiliente mercado laboral de Estados Unidos, junto con el mayor volumen de migrantes colombianos continúa siendo una fuente importante de divisas para el país a través de las remesas de los trabajadores.

Por su parte, el debilitamiento de la salida de rentas factoriales estaría dando cuenta de las menores utilidades de las compañías minero-energéticas ante la moderación en los precios del petróleo y carbón, así como de actividades comerciales y de servicios ante una demanda interna menos dinámica.

Por otro lado, el menor déficit de cuenta corriente y la solidez de los ingresos de inversión extranjera directa (IED) implicaron una notable mejoría de la vulnerabilidad externa neta del país. En efecto, la IED mejoró ligeramente (como porcentaje del PIB), lo que llevó a que el indicador de déficit de cuenta corriente neto de IED aumentara en 2,2 % frente al cuarto trimestre del 2022 y retornara a terreno superavitario (0,2 % del PIB) por primera vez desde el segundo trimestre de 2019.



Comercio de bienes

El menor déficit externo del país fue el segmento de bienes. En el comercio de bienes se redujo 1 % del PIB frente al cuarto trimestre hasta 2,4 % del PIB. Esto fue resultado de una mayor caída del valor de importaciones (equivalente a -1,5 % del PIB) que se explicó por la menor demanda interna de bienes, el impacto de la Tasa Representativa del Mercado en los precios locales de los importados y la reducción del precio en dólares de muchos insumos que utiliza la industria.

Por su parte, las ventas al exterior retrocedieron 0,5 % del PIB, en buena medida como reflejo de los menores precios del carbón y petróleo, así como del difícil momento que atraviesa la producción local de café, productos que constituyen alrededor de la mitad de nuestra canasta exportadora.

A su vez, la reducción en los costos de los fletes y seguros permitió una reducción del valor de las importaciones de servicios. Si bien estos costos para el país aún no regresan a sus promedios prepandémicos, la disminución de su valor representó otro elemento que impulsó a la baja el valor medido en dólares de las importaciones.

Con esto, también hubo un ajuste notable del déficit comercial de servicios. La reducción trimestral de 0,7 % hasta 0,6 % del PIB del primer trimestre obedeció a que el turismo prolongó su buen momento, lo que permitió una entrada sustancial de divisas por la llegada de extranjeros al país, mientras que la elevada tasa de cambio desincentivó la demanda de servicios de otros países, situación a la que se añade el efecto de alta base de comparación frente al cuarto período del 2022, cuando se registró un máximo histórico en cuanto al gasto de nacionales en servicios foráneos.

Por su parte, las transferencias de colombianos residentes en el extranjero hacia Colombia (en buena medida las remesas) continúa posicionándose como un importante contrapeso al déficit comercial. Si bien el valor de las remesas dio un leve paso atrás (-0,2 % del PIB), aún se ubican en niveles muy superiores al promedio prepandémico (2,3 % del PIB en el lustro 2015-2019) al representar 4,2 % del PIB durante el primer trimestre del 2023. Esto implicó que cubrieron la totalidad del déficit comercial de bienes y servicios.

Entre tanto, la inversión extranjera directa aumentó por segundo trimestre consecutivo, impulsada principalmente por el sector de hidrocarburos. El ingreso neto de inversión extranjera directa mejoró en 0,5pp entre el 4T22 y el 1T23, hasta representar el 5,3 % del PIB. Con esto, el rubro regresó a niveles cercanos a los del inicio del 2022, cuando se ubicó en 5,6 % del PIB. En este frente, el sector de hidrocarburos se mantiene como el principal destino, toda vez que fue el receptor del 65 % de estos flujos, lo que denota una remarcable fortaleza del sector a pesar de la incertidumbre regulatoria que lo ha rodeado.