Cartera crediticia creció $4,2 billones en febrero de este año | El Nuevo Siglo
LA CALIDAD del crédito hipotecario se deterioró en febrero de este año al caer 7%./ENS
Sábado, 29 de Mayo de 2021
Redacción Economía

Durante febrero, la cartera de créditos del sistema financiero presentó una aceleración relevante en su valor nominal hasta los $516 billones, tal que avanzó $4,2 billones, el mayor crecimiento absoluto mensual desde marzo del año pasado, cuando fue apalancada por las medidas del Gobierno de colocación de liquidez en el marco del inicio del choque de la pandemia a nivel local.

De acuerdo con el informe de la Superfinanciera, más de la mitad del crecimiento absoluto fue aportada por el segmento comercial ($2,4 billones), mientras la hipotecaria y la de consumo aportaron $0,9 billones. En términos del crecimiento anual, a pesar del dinámico movimiento absoluto, las cifras implicaron que la cartera de créditos se continuó desacelerando. Esto fue resultado de la alta base de comparación, pues en febrero del año pasado la expansión nominal de la cartera fue de casi $7 billones, el segundo máximo del último lustro.

Así pues, la variación anual se redujo durante el mes en otros 60 puntos básicos, hasta un registro de 3%, el mínimo desde noviembre de 2009, cuando el país sufrió la desaceleración económica que originó la crisis financiera internacional de 2008.

De acuerdo con un análisis del Bancolombia, “es razonable esperar que el crecimiento de la cartera visite un mínimo en marzo, como consecuencia de la base de comparación, pero emprenda una dinámica de clara recuperación desde abril, que estaría sustentado por los prepagos de deuda que se observaron el año pasado desde el segundo trimestre y por la solidez con que han avanzado los desembolsos, muy cercanos a estándares prepandemia, en lo que va de 2021”.



Sectores

Por rubros, son los de comercial (-84 puntos) y de consumo (-72 puntos) en los que hace efecto la base de comparación, tal que fueron los que perdieron terreno en su dinamismo anual, a pesar de su avance absoluto.

Entre tanto, la cartera hipotecaria (+37 puntos) y de microcrédito (+26 puntos) gozaron de una ligera aceleración y moderaron la caída agregada. Entre tanto, la evolución de la cartera vencida denota noticias positivas de cara a la estabilidad del sistema.

De otro lado, en valor nominal, la mora cayó en $0,5 billones durante febrero, hasta los $26 billones. Este resultado implicó que la variación anual se desaceleró de forma acentuada hasta 13,7%, 657 puntos por debajo de lo registrado el mes previo. Así pues, las cifras parecen apuntar a que el sólido proceso de recuperación que gozó la economía durante el primer trimestre del año venía impactando positivamente la evolución de la cartera vencida.

Señala el informe que la favorable combinación de un crecimiento absoluto en la cartera total y una caída absoluta mensual en la moratoria implicó que el indicador tradicional de cartera vencida tuvo una mejoría. Así pues, este pasó de 5,2% en enero a 5% en febrero, cayó 13 puntos básicos durante el periodo. Esto fue resultado del mejoramiento en los indicadores individuales de los segmentos de microcrédito (-22 puntos), comercial (-18 puntos) y de consumo (-14 puntos).

Hipotecas

Solo en el crédito hipotecario continuó la tendencia de deterioro (7 puntos). La implicación favorable de esta dinámica de la cartera de créditos es que durante febrero los establecimientos de crédito se vieron en la capacidad de liberar provisiones por primera vez en los últimos 7 meses.

Los recursos liberados fueron de casi $0,5 billones, que se originaron en mayor medida de los saldos destinados al segmento de consumo ($0,37 billones) y en menor medida al comercial ($0,14 billones).

Ahora bien, a pesar de la liberación de recursos de las provisiones, el indicador cubrimiento de la cartera total avanzó de 139,4% en enero a 140% en febrero (+67 puntos básicos). Esto implica que las entidades del sector han aprovechado la oportunidad de liberar recursos, pero lo han hecho a un ritmo prudente que no compromete la estabilidad financiera en un contexto macroeconómico que aún está ampliamente cargado de incertidumbre.