Inversión en energía solar eclipsa a las de petróleo y gas | El Nuevo Siglo
Archivo AFP
Jueves, 25 de Mayo de 2023
Redacción internacional con AFP

La "coronación" del rey sol: la inversión en energías bajas en carbono se acelera y la solar podría superar en 2023 por primera vez a la extracción petrolera, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), que prevé sin embargo un "repunte" de la financiación de combustibles fósiles.

En su informe anual sobre, ese organismo indica que de los 2.8 billones de dólares que se espera de inversión global en energía este año, más de 1,7 billones de dólares se destinarán a tecnologías neutras en emisiones en carbono (impulsadas por la crisis energética y climática), incluidas las energías renovables, el coche eléctrico, las redes, el almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones, las mejoras de eficiencia y bombas de calor o la nuclear. El resto se destinará a petróleo, gas y carbón.

De esta manera -destaca la agencia- la inversión en tecnologías de energía limpia está superando significativamente el gasto en combustibles fósiles, a que las preocupaciones de asequibilidad y seguridad provocadas por la crisis energética global fortalecen el impulso de opciones más sostenibles”.

En concreto, prevé que la inversión anual en energía limpia registre un aumento del 24% en el periodo 2021-2023, impulsada por las energías renovables y los vehículos eléctricos, frente a un 15% de la que se destinará a hidrocarburos y carbón, en el mismo período.

"La energía limpia avanza rápidamente, más rápidamente de lo que muchos suponen", destacó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

"Por cada dólar que se invierte en energías fósiles, 1,7 se destinan ahora a energías limpias. Hace cinco años, esa ratio era de 1-1", agregó.

La energía solar "es la vedete", con "más de mil millones de dólares por día de inversiones" y un total previsto de 380.000 millones en 2023, por encima de los 370.000 millones que irán a la exploración y extracción de petróleo, apunta el informe anual de la AIE.


Le puede interesar: ¿Qué chance tiene DeSantis de ganarle a Trump?


Otro ejemplo: la inversión en la generación de electricidad está dominada actualmente en un 90% por tecnologías bajas en carbono.

La tendencia se vio reforzada por el impacto de la guerra en Ucrania sobre el precio de las energías fósiles y por las medidas de apoyo a esas actividades en la Unión Europea, China y Estados Unidos. En este último país, específicamente a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que determinó acelerar el paso a las llamadas ‘energías verdes'.

 

El rey sol y el rey carbón

La AIE, organismo autónomo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), señala que el aumento en el gasto de energía limpia en los últimos años es impresionante, pero advierte sobre desequilibrios en ese proceso, concentrado en un puñado de países, con China y los países de economías avanzadas, sumando el 90% del mismo.

Hay esbozos de progresos en otros lugares: por ejemplo, la inversión solar continúa muy dinámica en India, la curva ascendente de la misma en Brasil y el repunte en Oriente Medio, especialmente en Arabia Saudita, Arabia, los Emiratos Árabes Unidos y Omán.

“Sin embargo en el resto del mundo y regiones específicas, las inversiones en energías limpias están muy rezagadas”, sostiene la entidad que al mismo tiempo llama a la comunidad internacional a movilizarse para remediar esa situación.

El sector solar "ha sido coronado como la superpotencia de la energía" y "surge como el medio más rápido a nuestra disposición para descarbonizar rápidamente la totalidad de la economía", afirmó Dave Jones, del grupo de reflexión sobre cuestiones energéticas Ember.

"Hay una ironía en el hecho de que algunos de los lugares con más exposición solar del planeta sean los que tienen los menores niveles de inversión" en esa fuente energética y ese es un problema al que habrá que prestar atención", agregó.

La AIE también apunta que los gastos en prospección y explotación de petróleo y gas aumentarán un 7% este año, un nivel similar al de 2019, que aleja al mundo de la posibilidad de alcanzar la neutralidad carbono a mediados de siglo.

Dicho organismo había destacado en 2021 la necesidad de desechar todos los proyectos nuevos de explotación de energías fósiles para avanzar hacia esos objetivos.

La neutralidad en carbono, que implica emitir menos gases de efecto invernadero que los que el planeta puede absorber, es necesaria para que el calentamiento global no supere 1,5ºC respecto a la era preindustrial, a fin de evitar impactos climáticos graves e irreversibles.

La demanda de carbón, sin embargo, alcanzó un nivel récord en 2022 y las inversiones en ese sector este año serán seis veces superiores a las que la AIE preconiza tener en 2030 para alcanzar la neutralidad de emisiones.

Los grandes grupos de los sectores del petróleo y el gas consagraron el año pasado menos del 5% de sus gastos de producción a las energías bajas en carbono (biogás, eólico, etc.) y a la captura y almacenamiento de carbono.

En ese sentido, la proyección de este organismo, basada en el análisis de los anuncios planes de gasto de todas las grandes y medianas empresas de petróleo, gas y carbón empresas, es que la inversión en el suministro continuo de combustibles fósiles está destinada a aumentar más de un 6% este año, alcanzando los 950.000 millones de dólares.

Los consumidores están invirtiendo en usos finales más electrificados. Asimismo, las ventas globales de bombas de calor han experimentado un crecimiento anual de dos dígitos desde 2021 y se espera que las ventas de vehículos eléctricos aumenten un tercio este año, tras haber tenido un notable repunte el pasado.

Vale recordar que la inversión en el sector eléctrico creció un 12 % en 2022, superando el billón de dólares por primera vez, y se espera que en éste supere los 1,2 billones de dólares.

Al desglosar la inversión realizada y proyectada para este año en las energías renovables, de lejos lidera el sector solar (fotovoltáico) que de los USD 320 billones de dólares del año pasado saltó en lo corrido del año a USD 355 millones.

Le siguió la eólica, que registra USD 225 millones de inversión, unos 45 millones más que en 2022.

Entre tanto el gasto mundial en la energía hidroeléctrica siguió cayendo, perdiendo USD 5 millones mientras que la nuclear aumentó, principalmente en China y las economías avanzadas, ubicándose en USD 55 millones, ya que, a raíz de la decisión rusa de cerrar el grifo del petróleo y el gas, muchos países optaron por reactivar esta tecnología para generar energía de bajas emisiones.

Finalmente, la coal power (carbón) y gas power (petróleo), tuvieron inversiones similares, rozando los USD 49 millones y, este año, la primera registrará una baja de al menos USD 2 millones, mientras para la segunda se vaticina un leve incremento.

Así cuando gran parte del mundo acelera su transición hacia energías limpias, paradójicamente en Colombia, que como potencia de talla mundial en materia eólica y solar puede atraer millonarias inversiones para estos proyectos, acaba de suspenderse el parque Windpeshi, en La Guajira.

A cargo de Enel, contempla la construcción de 16 proyectos de energía eólica, para generar cerca de 205 megavatios evitando la emisión de un millón de tonadas de dióxido de carbono. Sin embargo, ante el persistente desacuerdo con la comunidad Wayuú, donde se realizan las obras y la empresa tomó la decisión, no sin antes recordar que ha invertido más de $7 mil millones de pesos en “compromisos de consulta previa” en proyectos de acceso a agua, educación y desarrollo, tal cual lo exige la ley.

Y aunque de seguro tal decisión se revertirá en poco tiempo, será un mal precedente para los que quieran invertir en estas energías limpias en nuestro país. /Redacción internacional con agencias