Urgente reinvención de la economía colombiana tras Covid | El Nuevo Siglo
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Domingo, 10 de Mayo de 2020
Redacción Economía
Ya no es el petróleo lo que impulsa el motor del crecimiento, sino que sectores como el agro jalonarán la productividad y el empleo en el país luego de la crisis
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El acelerado ritmo con que el virus del Covid-19 impactó al mundo y desde luego a Colombia cogió a los países, como se dice, con los calzones abajo. En esa aceleración frenética, la pandemia está dejando a cada quien en sus justas proporciones, pero además transformando el modo de vivir de la gente, y desde luego la economía.

Las cosas que antes ocupaban un segundo plano como la agricultura y otros que se miraban de forma desinteresada y con pereza, como el uso de la tecnología y el desarrollo sostenible, pasaron a ocupar el primer lugar como las actividades que sacarán al país adelante.

Es así que necesitamos aumentar la competitividad de otros sectores como la agricultura, la agroindustria, las manufacturas, el turismo y las industrias creativas, incluyendo el diseño de software y aplicaciones digitales.

 

1. La agricultura: sin duda, para muchos es el nuevo oro para el mundo. El país que hoy sea autosuficiente en el suministro de alimentos, tiene asegurado el futuro, mucho más que lo que proporciona hoy el petróleo. En las últimas perspectivas de crecimiento hasta abril de este año, la agricultura fue el único sector que creció 5%, mientras los otros se descolgaban vertiginosamente en la actividad económica del país.

Según el Ministerio de Agricultura (Minagricultura) de las 77 millones de toneladas de alimentos que se consumen en Colombia, 64 son producidas localmente y 13 son adquiridas a otros países, lo que indicaría que la dependencia de productos importados es moderadamente baja (17%). La mayor proporción de alimentos consumidos en el país son producidos internamente (83%), lo que significa que Colombia tiene un elevado grado de autosuficiencia alimentaria. La mayor fuente de alimentos con que contamos son los cultivos permanentes, los cuales son activos biológicos productivos que tienen un periodo prolongado de vida útil.

2. Infraestructura: la decisión tomada por el Gobierno de incluir al sector de la construcción de obras de infraestructura como el primero en reactivar sus actividades desde el 13 de abril (dos semanas antes de los que comienzan a regresar mañana), bajo el cumplimiento de los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud y las autoridades sanitarias, permitirá que uno de los sectores más dinámicos durante el año pasado mantenga el ritmo y siga contribuyendo al crecimiento, a través de los encadenamientos que genera con otros sectores y el empleo directo que produce. En materia de generación de empleo formal y estable, solamente el programa de concesiones viales de cuarta generación (vías 4G) genera más de 66.000 puestos de trabajo en las diferentes regiones del país. Hay una oportunidad para capitalizar este año, y es el inicio de la implementación de los planes de desarrollo locales, así como el comienzo de los proyectos definidos por cada autoridad. Por su parte, Germán Pardo, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, señaló que el sector siempre ha sido determinante en el manejo de los indicadores macroeconómicos por el impacto que tiene sobre el empleo y por la capacidad de reactivarse muy rápidamente.

3. Vivienda: este sector es uno de los que mueve la economía con mayor fuerza, dado el empleo que suministra, alrededor de 250.000. Ya este año, en enero, las ventas fueron las mejores de la última década. Las unidades de vivienda que se comercializaron fueron 191.788, lo que se tradujo en un crecimiento del 6,5% con relación al año pasado. De allí la esperanza es que luego del Covid-19, se pueda cerrar el año con 183.900 viviendas vendidas, es decir, un aumento de 2,7% respecto a las cifras del año anterior.  “Si a esto le sumamos los esfuerzos en materia de política de vivienda social, podremos suponer que existirá un terreno positivo para mejorar gradualmente el desempeño de la economía y el sector”, sostiene Camacol.


4. Sistema financiero: el sistema financiero colombiano es uno de los más fuertes de la región. Sin duda es la base para que la economía enfrente el escenario actual. De acuerdo con Asobancaria, “el sector financiero ha sido y seguirá siendo un soporte primordial para la economía”.

A esto se suma que la bancarización de los colombianos por efectos del Covid-19 se aceleró y sumó otros 2,6 millones de usuarios. En 2019 este sector presentó una cartera de $501 billones y subió 3,7%, pero además, presenta bajos niveles de créditos en mora cercanos al 4,8%. De otro lado, casi toda la banca ha entendido el concepto de trabajar en red con terceros. Después de los Smartphones, las fintech han sido un brazo para la bancarización de ciertos segmentos desatendidos y no los competidores de la banca tradicional como muchos pensaban.

 

5. Desarrollo sostenible: esta crisis es también una oportunidad de transformar el actual modelo económico y social, además de impulsar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible para 2030. La transformación se tiene que dar en varias áreas, incluida la electrificación del transporte y el uso más frecuente del transporte público y no motorizado.

Por lo tanto, promover un cambio hacia el transporte público y electrificar el sector del transporte es esencial para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones. Si la flota actual de autobuses y taxis de 22 ciudades latinoamericanas se cambia a vehículos eléctricos, la región podría ahorrar casi US$64 mil millones en combustible para 2030, evitar la emisión de 300 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono y salvar a 36.500 personas de muertes prematuras. En este papel, Colombia debe sacar  provecho mediante la iniciativa del Gobierno y el sector privado para construir una sociedad sostenible, para ello ya se tiene gran parte de la tecnología, las finanzas y las políticas para hacerlo.

6. La tecnología fintech: Colombia está en un muy buen punto con respecto al desarrollo tecnológico y a las fintech, como se está demostrando con la comunicación interactiva, el desarrollo digital y el surgimiento de aplicaciones para todo.  Según las últimas cifras del estudio EY, Colombia ocupa el primer lugar en Latinoamérica en la adopción de servicios fintech. Con cada vez mayor presencia de aceleradoras y debido al apoyo del Gobierno mediante programas como los promovidos por Innpulsa, los emprendedores colombianos están encontrando en este tipo de startups una excelente alternativa para su futuro económico.

A nivel global, en primer lugar se encuentra China, con 87% de adopción, seguido de India (87%), Rusia (82%) y Sudáfrica (82%). Colombia ocupa el quinto lugar a nivel global con 76%, lo que no significa que sea el país de la región con mayor cantidad de fintech (200), listado que es liderado por México, con 238, y Brasil, con 230.

“En los últimos años, Colombia se ha consolidado en el top tres de ecosistemas fintech de Latinoamérica, junto con México y Brasil”, dijo Manuel Alemán, CEO de la Región Andina de AlphaCredit. De las que funcionan en Colombia, 71% tiene una operación exclusivamente nacional, mientras que el otro 29% ya tiene incidencia en el exterior.