Una visión de país | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Mayo de 2019

La Corporación Pensamiento Siglo XXI, el Instituto de Ciencia Política, la Fundación Nueva Democracia y varias otras organizaciones y centros de pensamiento que promueven la libertad de mercado, la democracia, la defensa al Estado de derecho y la defensa del sector productivo, así como los empresarios, emprendedores y creadores de riqueza, angustiados por la suerte del país, han decidido ponerse en la tarea de presentar propuestas alternativas para contribuir con la unidad de la nación.

Se parte de la base que por cuenta de los acuerdos del Dr. Santos y las Farc, la nación (la gente) se encuentra profundamente dividida y que de seguir las cosas como están, resultará imposible hacerle frente de manera exitosa a las enormes vicisitudes que empiezan a asomarse como la migración venezolana en masa, las alertas financieras que arrojan los fundamentales macroeconómicos y que inquietan nuestros bolsillos, la división política o, las grandes reformas que demanda el Estado, como la de la justicia.

El bochornoso capítulo que vivimos por estos días manifiesta aún más esa división nacional antes que tratarse de un simple choque de trenes o de una crisis de gobierno o, si se prefiere, de una crisis institucional. Empero, lo más preocupante de todo es que con las herramientas que nos ofrece el ordenamiento jurídico y político actual, es imposible hacerles frente exitosamente.

Sin visión de país compartida y legitimada, sin un norte claro como nación que sea abrazado por la inmensa mayoría de compatriotas y sin unas normas que se compadezcan con los tiempos que corren y que ofrezcan herramientas versátiles, incluyentes y efectivas para hacerle frente a los principales problemas nacionales, será imposible alcanzar la tan anhelada unidad nacional.

La cuestión entonces no estriba en derogar las garantías constitucionales ganadas en la CP de 1991, como la democracia directa, un Estado pluralista, incluyente y vigilante de las garantías de los habitantes o echar por la borda los grandes avances en materia de prestación de servicios públicos bajo los criterios de igualdad, orden y libertad. El punto se debe concentrar el revisar la estructura, el andamiaje, esto es, lo orgánico antes que lo dogmático.

En otras palabras: la propuesta intenta recoger una visión de país funcional para que las promesas de derechos y libertades no se queden en la entelequia generando desilusión por su sistemático incumplimiento. De lo que se trata pues es de ofrecerle al país un barco que funcione para que pueda llevar a buen puerto las ilusiones y las esperanzas de mejoría que albergan los corazones de todos nuestros compatriotas.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

@rpombocajiao