'Ibizagate': corrupción en Austria a comicios en UE | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Lunes, 20 de Mayo de 2019
Redacción internacional

SEBASTIAN KURZ, el mandatario más joven del mundo occidental, está en problemas. La coalición que ha liderado, que reúne al conservador OVP y la ultraderecha FPO, pasa por un momento crítico, luego de la renuncia de varios ministros tras conocerse un video en el que el vicecanciller, Heinz-Christian Strache, sale negociando una serie de contratos públicos a cambio de una supuesta financiación ilegal de su partido.

El video fue revelado por Der Spiegel el viernes pasado y de inmediato generó la reacción de Kurz, quien pidió la renuncia de Strache y convocó a elecciones anticipadas. En apoyo a este último, ex presidente del OFP, al menos 10 ministros han ofrecido su cargo, creando una crisis ministerial sin precedentes en Austria y un revuelo a nivel continental que ya está teniendo efectos en las elecciones europeas, que tendrán lugar del 23 al 26 de mayo.

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El caso Ibiza

El video que ha cobrado la cabeza del máximo líder de la ultraderecha Austria y tiene al joven Kurz contra las cuerdas, fue grabado en julio de 2017, en Ibiza, durante noche de verano en la isla española en la que  el ex vicecanciller Strache aparece distendido sobre un sofá y al lado de él hay una mujer rubia, quien, según la prensa alemana, se trataría de una oligarca rusa.

En esa ocasión, Johann Gudenus, mano derecha del ex vicecanciller, traduce lo que su Strache va diciendo. Una de las frases más polémicas es cuando habla de las posibles donaciones que ha recibido FPO. “No pagan al partido, sino a una asociación sin ánimo de lucro. Le tienes que explicar que eso no pasa por el Tribunal de Cuentas”, dice Strache.

Para la oposición austriaca, los anuncios de Kurz no han sido suficientes. El partido Ahora-Lista Pilz, un brazo de Los Verdes, estudia la posibilidad de citar una moción de censura en el Parlamento, un escenario que, paradójicamente, hoy tendría el apoyo del FPO, que se siente golpeado por su salida del gobierno.

La moción de censura, de ser aprobada, no significaría el final del gobierno de Kurz. El jefe de gobierno, según las normas austriacas, podría finalizar su mandato en minoría, aunque el Presidente podría exigirle que forme un nuevo gobierno, que requiere mayorías.

Además del caso Ibiza, la prensa alemana publicó una serie de indicios sobre una posible financiación ilegal del FPO. Se trataría de dineros dados por “un empresario austriaco muy conocido” a favor de una agrupación denominada “Austria en movimiento”.

Para Strache, todo se ha tratado de un montaje que tiene detrás a Tal Silbertstein, un israelí que ha trabajado para los socialdemócratas de Austria. Este, en 2017 –año electoral-,  llevó a cabo una campaña sucia contra Kurz.

Llama la atención, ha dicho la ultraderecha, la fecha de publicación del video, ya que ha sido lanzado solo una semana antes de las elecciones europeas. ¿Se está buscando afectar a la ultraderecha en los comicios del 23 de mayo?, se han preguntado.

Revuelo europeo

Austria no suele dar tanto de que hablar en Europa. Es una de las economías más estables de la región y, por su ubicación y población, tiende a ser un país que simboliza estabilidad, al mejor estilo de Suiza. Esta vez, sin embargo, está en el centro del debate, sobre todo por lo que este caso de corrupción puede implicar en las votaciones del próximo jueves.

En Alemania, donde se han publicado las denuncias contra Strache, ha habido un revuelo enorme. El FPO ha sido fuente inspiración de Alternativa para Alemania (AfP), la agrupación de la derecha radical que ha puesto en fuertes aprietos a la cristianodemocracia de Ángela Merkel, oponiéndose especialmente a su política a favor de los refugiados.

Desde Berlín, Merkel se refirió indirectamente al tema. “Tenemos que enfrentarnos a los movimientos populistas que quieren destruir la Europa de nuestros valores”, dijo la canciller. En su país el caso de corrupción en Austria copó parte importante de los debates en la televisión pública y las portadas de los principales periódicos.

El principal argumento es que los radicales, de derecha o izquierda, suelen compartir una visión en contra de la Unión Europea, a la que asocian, entre muchas cosas, de ser el centro de la corrupción del continente gracias a su extensa burocracia que favorece a los intereses de las élites ubicadas en Berlín y París.

En esta oportunidad, ha quedado en entredicho su discurso anti “élites” europeístas, dado el caso de corrupción en el que está envuelto uno de los ejes del bloque anti Europeo, el FPO.

Ayer, precisamente, la Comisión Electoral del Reino Unido anunció que este martes hará una “revisión del sistema de donaciones del Brexit Party”, el partido liderado por Nigel Farage, conocido de catalizar políticamente el sentido anti europeos en la isla y llevarlo a las urnas. Según el ex primer ministro, Gordon Brown, el Brexit Party habría recibido “dinero sucio” proveniente de algunas donaciones.

Alejado de la política por año y medio, Farage ha creado el Brexit Party en enero aprovechando el descontento de un amplio sector que ha visto incumplido su deseo de ver a Reino Unido fuera la Unión Europea. En ese sentido, su principal promesa de campaña es lograr la salida del bloque, así sea sin acuerdo.

Este partido, a escasos cuatro días de las elecciones europeas, encabeza todos los sondeos en Reino Unido y podría alcanzar un tercio de los votos, lo que equivaldría, según The Times, a una suma mayor a lo que lograría conservadores y laboristas juntos.

El liderazgo de los partido euroescépticos es una tendencia al alza. Está pasando en Italia, en Grecia, en Polonia y en otros países. Habrá que ver que pasa el jueves.