Nueva alerta por covid-19 | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Mayo de 2022

* Advierten nuevos brotes en América

* Más contagios y menor mortalidad

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Después de una tregua de varias semanas el covid-19 parece rumbo a reaparecer en Colombia y en la mayoría de los países de América. La Organización Panamericana de la Salud lanzó esta semana una alerta temprana al respecto y atribuye el retorno del coronavirus a la apertura de fronteras y al abandono por algunos gobiernos de medidas básicas de prevención, especialmente el tapabocas, lavado de manos y distanciamiento social. También se advierte sobre retrasos en programas de vacunación pues solo 14 de los 51 países de nuestro continente cumplen, hasta la fecha, la meta de vacunar a 70% de su población.

En la última semana se presentó un incremento de 27% en el número de nuevos casos en América, la mayoría en Estados Unidos, que pasó de 605 mil a 918 mil infecciones.  Centroamérica registró un aumento del 80% y en Sudamérica la situación más grave se da en Brasil, con un crecimiento de 9%.

El ministro de Salud, Fernando, Ruiz advirtió que Colombia ya enfrenta probabilidades de alto contagio. En la semana del 13 al 19 de mayo se registraron 3.795 nuevos casos en el país, el doble respecto de la anterior. Las experiencias sobre curva epidemiológica permiten pronosticar que el fenómeno podría crecer a corto plazo.

A nivel mundial el descenso en infecciones que se registraba desde finales de marzo terminó abruptamente por la multiplicación de casos en cuatro regiones: el Mediterráneo Este, Américas, Pacífico Oeste y África. Países como Bahréin, Arabia Saudita e Irán han registrado aumentos del 68%, China Australia y Japón con un 14%, y África 6%. En Europa, donde la principal afectación ocurre en Alemania, se reportó un aumento de los positivos en un 20%. 

Según la Organización Mundial de la Salud en la actualidad hay 3,6 millones de casos de covid-19 en el planeta y el nuevo impulso de la pandemia se debe a la expansión de la cepa ómicron, específicamente de sus variantes BA.4, BA.5 y BA.2.12.1.

Una gran diferencia respecto de brotes anteriores es que suben las infecciones, pero la mortalidad continúa en descenso, con excepción de África donde la última semana aumentó el número de personas fallecidas en 48%. La otra divergencia colosal es que el mundo ahora está mejor preparado para enfrentar la pandemia, gracias a las vacunas, los medicamentos, la acción de sistemas de atención más organizados, así como la evolución de las destrezas del talento humano en salud.

Por eso la principal recomendación desde las autoridades globales y continentales de salud a los gobiernos nacionales es que frente al nuevo desafío deben aferrarse a las lecciones aprendidas, en particular no bajar la guardia en la vigilancia epidemiológica y en la realización de pruebas (que son los ojos y oídos para enfrentar la pandemia). Tampoco hay que cesar las inversiones para fortalecer los sistemas de salud. Y, sobre todo, urge mantener y expandir la vacunación, con énfasis en las poblaciones más vulnerables.

La inequidad en el suministro de vacunas continúa siendo la causa principal de la persistencia de la pandemia en América y el mundo. En muchos países la cobertura de inmunización es preocupantemente baja, con el agravante de que son los que concentran la mayor mortalidad de personas mayores, mujeres embarazadas y pacientes con preexistencias y comorbilidades.

El acceso universal a las vacunas es todavía una utopía no solo por la hasta ahora invencible resistencia de las empresas farmacéuticas a liberar las patentes, sino porque aún falta un largo camino para superar las limitaciones que tienen los actuales biológicos. Lo acaba de resumir brillantemente Bill Gates, el multimillonario fundador de Microsoft que predijo el advenimiento de la pandemia y quien se contagió de covid-19 en los últimos días: “Las vacunas que tenemos previenen muy bien las enfermedades graves y la muerte, pero les faltan dos cosas clave: no cortan la transmisión y la duración de su eficacia parece ser limitada. Necesitamos vacunas que eviten la reinfección y que tengan muchos años de duración”.

Mientras la humanidad alcanza ese nuevo hito, el principal aporte colectivo a la prevención y control de la pandemia consiste en recibir y asimilar inteligentemente la alerta temprana y no flexibilizar tan rápido normas de bioseguridad como el distanciamiento social, el uso de tapabocas y las demás medidas básicas de protección. Tan simple como entender que el covid-19 no se ha ido, que es una amenaza vigente de alto impacto y que continuará por un lago período entre nosotros.