Escupir para arriba | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Mayo de 2021

Duele decirlo, pero este paro ha sido como “escupir para arriba”, le ha caído a los más necesitados, a los trabajadores que en su mayoría se han visto afectados por la inmovilización del transporte urbano, el destrozo de las estaciones de Transmilenio en Bogotá, Cali, otras ciudades y el Metro de Medellín, siendo ellos quienes los usan, para luego caminar kilómetros regresando a sus hogares, gente mayor, niños, madres embarazadas, discapacitados, etc.

El pequeño comerciante afectado en sus ventas y cierre de locales, el trabajador informal que usa la calle para el trabajo diario, el transportador, el taxista y los domiciliarios, todos aquellos sin gasolina, en fin, ese desorden afecta la paz y tranquilidad de las ciudades. Mientras tanto, los medios de comunicación ampliando sus noticieros para reciclar información y saturar con imágenes violentas, glorificando a los vándalos, mostrándolos como víctimas, mientras que a la policía señala como criminales. La pequeña, mediana y gran empresa afectada en sus ingresos, negocios apedreados e incendiados, propietarios inocentes de todo.

El desabastecimiento de alimentos por los bloqueos y lo más triste, perdiéndose leche, huevos, frutas, verduras, pollos y carnes en camiones que unos cuantos vándalos y delincuentes no dejan pasar. Todo esto sumado en medio de una terrible pandemia que cada día crece en contagios y muertes, mientras los hospitales gritan por falta de oxígeno e insumos médicos, las UCIS totalmente copadas y los promotores del paro haciendo exigencias económicas que solo favorecen a unas minorías. Y lo peor, apoyando a la criminal guerrilla de las disidencias de las Farc y el Eln, al narcotráfico, utilizando a los indígenas y campesinos, quienes conjuntamente con dinero del régimen venezolano, son quienes patrocinan el paro y las marchas para distraer a las autoridades y despejar los corredores y cultivos ilícitos, para así adueñarse de nuestro país.

Se suma a lo anterior conocidos movimientos políticos de extrema izquierda que políticamente han infiltrado a organizaciones sociales y sindicales, a estudiantes y profesores, utilizándolos para generar presión y caos sobre el gobierno. Pero lo grave es que una parte de la población comienza a tragar el cuento desde sus casas, sin salir, pero perjudicados en su vida diaria, apoyan el paro y condenan al gobierno, ignorando que lo que están haciendo es “escupir para arriba”, porque es justamente a ellos a quien les va a caer todo lo malo.

Y lo peor que está por venir, de no entrar en conciencia que lo que se busca es alentar el malestar ciudadano, el desorden y la violencia para debilitar el Estado de Derecho, a las autoridades legítimas, a la fuerza pública, para imponer un nuevo gobierno socialista que nos lleve a instancias iguales a las de Venezuela. Un camino que puede ser muy largo y doloroso, que nada bueno traerá para la actual y futuras generaciones.

Me sorprende la estupidez de mucha gente que apoya esta situación, personas que por lo general son las más afectadas, sin pensar que el remedio será peor que la enfermedad.

arangodiego@hotmail.com