Los restos del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci Albertini, asesinado en la isla de Barú el pasado martes, ya reposan en su última morada, en el Cementerio de La Recoleta, en Asunción.

El cuerpo llegó el sábado al Paraguay, luego de ser trasladado en una aerolínea comercial desde Cartagena con escala en Panamá.

A su llegada a Asunción, el féretro primero lo pasaron por la sede del club de fútbol Guaraní, del cual Pecci era ferviente seguidor, y luego lo llevaron a la Parroquia San José. Su padre, el exjuez Francisco Pecci, se encargó de poner una bandera paraguaya sobre su ataúd.

Hinchas luciendo camisetas y ondeando pañuelos blancos saludaron con cánticos el paso del féretro de Pecci.

La caravana, que había partido del Memorial Parque Serenidad, llegó al cementerio La Recoleta y sus restos fueron sepultados en el panteón de la familia.  

Antes del sepelio, Francisco Pecci contó entre lágrimas que su hijo nunca le expresó ninguna preocupación por las complejas labores investigativas que adelantaba en el Ministerio Público. “Él me decía: ‘Padre, no te preocupes. ¿Cuándo han matado a un fiscal en la historia de Paraguay?’. Es triste, porque tres balazos frustraron la vida de mi hijo de 45 años y ya no se puede hacer nada con eso”.

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“Lo mataron porque le molestaba a la gente bandida y mala. Es difícil cuando la narcopolítica se mete”, aseguró Francisco Pecci.

“Él no claudicó, él cumplió con su deber. Él enfrentó el golpe porque en su vida él fue así. El pueblo en general entiende que a él lo mataron, desgraciadamente, lo mataron porque molestaba por su honestidad a mucha gente. Que tu trayectoria honesta y valiente sirva de ejemplo”, aseguró.

“Vas a quedar en la historia”, vaticinó el padre, mientras buscaba anécdotas en su memoria. “Siempre le vamos a extrañar”, culminó.

Igualmente el arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez, se refirió al homicidio de Pecci: “Este abominable crimen no debe ser considerado como un caso aislado”. Y describió  lo ocurrido “como una herida de muerte en el corazón de todos los paraguayos”.

Durante la ceremonia, a la que asistió el primer mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, el prelado afirmó que este hecho “exige la adopción de todas las medidas legales para su esclarecimiento”.

Por la muerte del fiscal Marcelo Pecci, el Presidente de ese país decretó tres días de duelo.