Minutos después de que se hiciera efectiva la salida del 100% de la población emberá que desde septiembre estuvo asentada en el Parque Nacional, desde la noche del jueves comenzó el operativo de desmonte de los cambuches y recuperación de este espacio público por parte de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).

“Los operarios de aseo de Promoambiental trabajaron durante toda la noche y madrugada con equipo y maquinaria especial”, indicó la Uaesp, que al cierre de esta edición seguía en labores de limpieza y remoción de escombros.

“A esta hora los operativos de aseo continúan trabajando para dejarlo completamente limpio. En estos momentos se adelantan labores de recolección de residuos voluminosos y la limpieza de zonas verdes y duras, para que los ciudadanos puedan disfrutar nuevamente del Parque Nacional”, añadió la entidad alrededor del mediodía de ayer.

Su directora, Luz Amanda Camacho, precisó que están trabajando alrededor de 110 personas con 22 tipos de maquinaria distinta para la intervención “y ya hemos recogido alrededor de 50 toneladas de escombro. Ahora que terminemos la limpieza haremos el lavado profundo para que después el Secretario de Salud pueda hacer lo propio”, indicó, tras lo cual advirtió que esta recuperación “no tiene costos adicionales” y que el alumbrado ya está completamente listo y seguro.

Vale referir que dentro de esta primera evaluación el Distrito encontró 76 luminarias que fueron reemplazadas, varias lozas fueron destruidas y ya es claro que se perdieron por lo menos 70 árboles muy jóvenes, pero ninguno de los árboles antiguos que tiene el Parque Nacional. “Creemos que mañana podremos darles una cifra más atinada de qué se ha afectado”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia. 

Cronograma de recuperación

Acto seguido, la secretaria Urrutia indicó que, cueste lo que cueste, la Administración hará una pronta recuperación de este parque, y precisó que lo primero que se está haciendo es la limpieza y recolección de escombros, para que después otras entidades del Distrito puedan avanzar con el cronograma.

“El Parque ha tenido una afectación y unas presiones muy intensas durante los últimos meses. Estamos evaluando el alcance de esa afectación. La primera evaluación que hacemos nos hace pensar que estará en funcionamiento en un tiempo no mayor a un mes, mes y medio, e iremos recuperando espacio por espacio”, comenzó por advertir ayer, alrededor del mediodía, la Secretaria de Ambiente.

Luego habrá un proceso de lavado y desinfección, y posteriormente la Secretaría de Salud hará operación de vectores y salud pública; “para finalizar, todo el equipo institucional del Distrito, liderado por la Secretaría de Ambiente, el Jardín Botánico y el Idiger, hará la recuperación del material vegetal y zonas verdes”, enfatizó el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez Ángel.

“Hay que salir de todos los vectores, resultado sobre todo de la alimentación y procesos de cocción que se hicieron al aire libre y la afectación al canal. En eso estaremos los próximos cuatro días, y después comenzaremos con el proceso de reverdecimiento y embellecimiento, para devolverle al parque su capacidad de disfrute”, precisó la Secretaria de Ambiente, quien dijo que no hay un valor estimado de cuánto costará esta recuperación pero indicó que es lo que está dentro del presupuesto de todas las entidades.

Añadió, acto seguido, que el objetivo es que este espacio frente a la Séptima esté disponible el domingo para complementar las actividades de la ciclovía, pero el resto de los puntos van a estar cerrados por un acordonamiento para que la ciudadanía sepa que está en proceso de recuperación.

De acuerdo con Ambiente, a mediados de la semana entrante las labores estarán concentradas en la recuperación de prados y ecosistémica. En ese proceso, vale referir, el Distrito terminará de evaluar qué árboles deben ser podados.

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El traslado de los emberá

Punto aparte, y cumpliendo con el acuerdo firmado entre las autoridades indígenas y los Gobiernos Distrital y Nacional, con el acompañamiento del Ministerio Público, la noche del jueves concluyó la salida de los miembros de la comunidad emberá que, desde los últimos días de septiembre del año pasado, se trasladó a este espacio público.

Aunque durante los últimos siete meses se hicieron varios procesos de retorno seguro a los territorios y a otros espacios del Distrito, tales como a la Unidad de Protección del Parque La Florida, el invierno y varios hechos de violencia y de afectaciones a la salud de niños, mujeres embarazadas y adultos mayores hicieron que la situación en las inmediaciones del Parque Nacional se hiciera insostenible, razón por la cual desde el domingo pasado comenzó el traslado del 100% de la población que allí residía.

“Anoche logramos trasladar al 100% de la población que estaba asentada en el Parque Ngacional, producto de un proceso de diálogo que comenzó el domingo. Hasta el día de ayer estuvo en práctica y en operación todo el operativo de traslado, el cual concluyó el jueves a las 10 de la noche”, explicó ayer en horas de la mañana el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez Ángel, quien explicó que se hicieron dos tipos de traslado.

Casi 550 personas fueron trasladadas a redes de apoyo y aproximadamente 792 personas fueron llevadas a un albergue temporal, mientras son retornadas a sus territorios de origen. Este nuevo lugar fue dispuesto por el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron) y está ubicado en el centro de la ciudad capital.

“Alimentación, asistencia en salud y apoyo para proyectos productivos, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, recibirán quienes deseen quedarse en Bogotá, mientras son trasladados a sus territorios ancestrales por parte de la Unidad Nacional de Víctimas, con el apoyo de la Alta Consejería para La Paz y Reconciliación Distrital, según el acuerdo firmado hace una semana con las Autoridades Indígenas Bacatá”, reiteró el Secretario de Gobierno de Bogotá.

Por su parte, Vladimir Rodríguez, Alto Consejero para La Paz y la Reconciliación Distrital, aseguró que el Distrito espera que el Gobierno Nacional garantice las condiciones de seguridad y dignidad para que las comunidades indígenas permanezcan en sus territorios y no se vean obligadas a desplazarse a las ciudades.