Guerra en Ucrania influyó en la inflación en Colombia | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Mayo de 2022
Redacción Web

Cualquier colombiano pudiera pensar que con un hecho que ocurre a casi 9.000 kilómetros de Bogotá, la guerra entre Rusia y Ucrania es algo lejano que no va a afectar para nada el bolsillo propio ni la economía nacional.

Pero paradoja o no, lo cierto es que, en un mundo globalizado, hoy todo impacta. El estornudo de las potencias en Europa o Estados Unidos, lo sienten inmediatamente los mercados emergentes como Colombia. Eso precisamente es lo que ocurre desde hace más de dos meses con la invasión rusa a Ucrania.

Estos dos países son los mayores productores de algunos cereales como el trigo y el maíz, fundamentales en la producción de alimentos en Colombia. Debido a que se cortó el comercio, el precio de estos productos comenzó a afectar el costo del pan, las arepas, las féculas y otros productos que se desprenden del trigo y el maíz.

Asimismo, Ucrania es un productor importante de soya y de girasol, materia prima para elaborar aceites que consumimos aquí en Bogotá, Cali o Barranquilla.

Parte de esta situación fue la que estudió el Departamento Nacional de Planeación para realizar el estudio denominado “El impacto del conflicto Rusia-Ucrania en la economía colombiana”, abordado en un seminario de Economía de la entidad.

En el análisis se destacó que las exportaciones en 2021 a Rusia sumaron un total de US$139,6 millones y las importaciones alcanzaron un monto de US$533,6 millones. El estudio muestra que si bien, a inicios de la invasión, la moneda colombiana se valorizó respecto al dólar, fenómeno que es en gran parte explicado por el fuerte incremento de los precios del petróleo, sin embargo, nuevamente se ha venido desvalorizando.

A nivel global el principal impacto para todas las economías se verá reflejado en la alta inflación y las tasas de interés.

En una nueva sesión del Seminario de Economía del DNP se presentó un análisis realizado por la Dirección de Estudios Económicos de la entidad.

Efectos

De acuerdo con el estudio desarrollado por los investigadores Santiago Barbosa y Juan David Robayo, a nivel global el principal efecto derivado del conflicto entre los dos países ha sido el aumento en la inflación y las tasas de interés. En ese sentido, se evidencia que en las economías, al tener un incremento inflacionario, los flujos de inversión podrían verse afectados con una salida de capitales.

En el análisis se exponen las cifras de la balanza comercial entre Colombia y Rusia. Para el 2021, las exportaciones colombianas a Rusia alcanzaron los US$139,6 millones, lo que está principalmente explicado por la venta de carne, mantequilla, leche en polvo, café, flores, banano y aguacate. De hecho, para el sector cárnico, Rusia se convirtió en el segundo destino de sus exportaciones con ventas por US$63 millones, solamente superado por Egipto.

Importaciones

En tanto, las importaciones llegaron a US$533,6 millones, principalmente por la necesidad de productos como fertilizantes, fundiciones de hierro y acero, productos químicos orgánicos y cobre. Al respecto, el estudio muestra que el 40% de los fertilizantes importados a Colombia provienen de Rusia.

Otro de los elementos abordados en el análisis ha sido el efecto indirecto que tendría el conflicto entre los dos países sobre el precio del trigo y el maíz debido a que Rusia tiene una participación del 29% en la oferta de trigo.



Así mismo, en el mercado de maíz, Rusia y Ucrania se llevan una participación del 19% de la oferta global. Para este efecto, el estudio muestra que en la economía colombiana se tiene un impacto porque en el 2021 Colombia importó el 99,8% del trigo y 75% del maíz que se consume en el país, siendo Estados Unidos y Canadá sus principales proveedores.

Las estimaciones y efectos se basaron en dos modelos económicos y se utilizaron variables macroeconómicas para proyectar los choques económicos en Colombia. Esta metodología se socializó en el marco del Seminario de Economía DNP.

Materias primas

De otra parte, este mismo análisis sobre los efectos de este hecho, han sido abordados por expertos como el exministro de Minas, Amylkar Acosta, quien en sus escritos ha dicho que “en el caso del país, los efectos hasta el momento son mixtos. El lado ‘positivo’ se encuentra apalancado por el desempeño de las materias primas con las cuales Colombia participa en el mercado internacional y las cuales han experimentado una disparada en sus precios de cotización por los diferentes escenarios del conflicto”.

“El coletazo de la guerra en Ucrania en Colombia ha sido agridulce: por un lado, se ha beneficiado de unos mayores precios del petróleo, el carbón y el níquel, que ya venían al alza desde antes de la invasión rusa”, recordó Acosta.

El precio del barril Brent, de referencia para Colombia, venía en recuperación después de la pandemia hasta alcanzar el año pasado los US$71, valor que dejó en el retrovisor en febrero pasado, cuando antes de la guerra cotizó sobre los US$90,87 debido a las tensiones desatadas por el conflicto.

El 24 de febrero, día del inicio de la guerra, la valorización del ‘oro negro’ alcanzó los US$99,08 y actualmente el precio del Brent está casi en US$110.

En este mismo sentido, la evolución del carbón también ha sido importante, pasando de un valor de US$173,4 por tonelada en diciembre a superar los US$200 desde el inicio de la guerra.

Al respecto Acosta sostiene que “el petróleo y el carbón son los dos principales renglones de exportación. Por ello esta espiral alcista de los precios le ha significado un mayor ingreso de divisas y a la postre mayores ingresos por concepto de impuesto de renta y dividendos para la Nación, así como mayores regalías para las entidades territoriales”.

Otra visión

Para el Grupo de Investigaciones de Bancolombia, esta situación “no generará en Colombia los mismos efectos positivos que pudieron generarse en años anteriores”, ya que, a su juicio, en primer lugar, “Colombia no puede catalogarse, en sentido estricto, como un país petrolero” y, por otro lado, “el peso de Colombia en el mercado mundial de crudo ha venido disminuyendo en los últimos año” y los “excedentes disponibles para vender al resto del mundo también han menguado recientemente”.

El níquel, otra de las materias primas de Colombia, también se está viendo “beneficiada” en cuanto a su valorización del mercado, apuntando registros históricos en la bolsa de metales de Londres, que llevaron en su momento a la suspensión de su negociación y a establecer un tope máximo por día.

A pesar de los efectos positivos que puede traer la espiral al alza de los precios del petróleo, Martín Castellano, jefe de investigaciones para América Latina del Instituto de Finanzas Internacionales, advierte sobre algunos factores adversos al respecto, como “la desaceleración del crecimiento mundial, lo cual debilita la demanda externa por exportaciones y afecta los flujos de capital hacia el país”.