Perspectiva. Creando liga de superhéroes para cuidar Pozo Azul | El Nuevo Siglo
A TRAVÉS de un comic, los estudiantes en la jurisdicción de Corponor, a aprender sobre el Tesoro Llamado Pozo Azul.
/Corponor
Domingo, 15 de Mayo de 2022
Redacción Medio Ambiente

Dejar huella, sembrar una semilla que germine y crezca con el paso de los años, se convierta en amor y respeto por la naturaleza, es lo que inspiró el cómic “Un tesoro llamado Pozo Azul”.

El Distrito Regional de Manejo Integrado de Bosque Seco Tropical, ubicado entre los municipios de Cúcuta y San Cayetano, con una extensión de 5.067 hectáreas, alberga verdaderos tesoros de agua, fauna y flora.

Desde la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) y la Fundación Termotasajero, se ha venido trabajando en diferentes estrategias para llegar a la población de todas las edades, sensibilizarlas y enseñarles sobre el cuidado de las riquezas naturales que alberga el territorio, en uno de los países más diversos del mundo.

Las autoras de la historieta, Daniela Rodríguez, especialista en pedagogía ambiental al servicio de Corponor; Magola Numa Rangel, profesional universitario, y Lyda Peña Gómez, de la Subdirección de la Fundación Termotasajero, se encargaron de darle vida al cómic.

“Nosotras dábamos ideas y Daniela se encargaba de irlas plasmando. Fue un trabajo muy bonito y ya está rindiendo sus frutos”, señalan Magola y Lyda.

Los protagonistas son Sergio, un niño de nueve años, a quien su padre lleva a Pozo Azul, y Ana, de 11 años, quien se encarga de explicarle el encanto de ese lugar tan especial.

“Sergio, yo venía aquí cuando niño con mi papá, tu abuelo, este lugar tiene un valor muy especial para todas las personas del mundo. Pero voy a dejar que mi amiga Ana te explique todo: ella vive acá”, le dice el padre a Sergio.


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“Estamos en el área protegida del Distrito Regional de Manejo Integrado Bosque Seco Tropical Pozo Azul. Es un área de bosque que comprende las veredas Ayacucho, Tabiro y Puente Zulia del municipio de San Cayetano y en el corregimiento de Carmen de Tonchalá y San Pedro del municipio de Cúcuta”. Así empieza Ana a contarle la historia a Sergio.

Luego le explica que, aunque llueve poco, “este bosque es mágico porque en él viven cientos de plantas, que se han adaptado a las condiciones y son muy importantes en la adaptación al cambio climático. Además, estos bosques nos protegen contra inundaciones evitando la erosión, pero a pesar de ser tan importantes están desapareciendo”.

“Este lugar tiene varios pozos de agua, pero hay uno en especial llamado Pozo Azul, que es uno de los más bonitos y visitados. Aquí viene mucha gente a observar el paisaje, disfrutar del agua y compartir en familia o con amigos. En honor a ese pozo se llama Pozo Azul”, le cuenta Ana a Sergio.

El cómic ilustra que en esta área protegida habitan 201 especies de animales como venados, ranas, murciélagos, zorros, armadillos, nutrias, aves, pumas, jaguares y un total de 49 especies de árboles como sietecueros, cañahuates, clavelinos, garrapateros, guamos guayacanes y yucos, entre otros.

Ana le recuerda a Sergio que Pozo Azul merece respeto y cuidado. “Este ecosistema está siendo amenazado y deteriorado por algunas acciones humanas como: la tala de árboles, la minería ilegal, captación o toma de agua sin permiso, visitas o turismo no responsable, incendios forestales, tirar basura y la cacería”.

El cómic termina con un llamado a que durante el recorrido, si decide visitar la zona, se respeten los animales y las plantas que se encuentre a su paso. “Recuerde que sin ellos el bosque no existiría”, le dice Ana a Sergio, para luego invitarlo a darse un chapuzón en el Pozo Azul.

La historia

Daniela Rodríguez, trabajadora social, especialista en pedagogía ambiental vinculada a Corponor, quien fue la encargada de plasmar las ideas de sus compañeras Magola Numa Rangel y Lyda Peña, recuerda que la idea de hacer el cómic nació con la estrategia ambiental para las áreas protegidas administradas por la Corporación.

“Nosotros con Magola trabajamos en la ruta para incluir la temática de las áreas protegidas en este caso San Cayetano, luego de establecer la hoja de ruta era muy importante ejecutarla con las docentes del colegio Teodoro Gutiérrez y para poder ejecutarla hicimos un bosquejo de tres guías sobre Pozo Azul: que los niños y niñas tengan una forma pedagógica y didáctica. Para ello optamos por realizar un cómic que nos hablara del área protegida”, dice Daniela.

Decidieron hacer el guion y llevarlo a la realidad con “información técnica y con apoyo gráfico para que fuera muy colorido. El 22 de marzo lo lanzamos y posteriormente en las zonas rurales de San Cayetano se hizo la entrega”.

El paso dado fue realizar el acercamiento con los estudiantes, “hicimos la lectura, se logró que los niños comprendieran. Algunos ya conocían el tema y otros aprendieron la importancia del ecosistema, qué es Pozo Azul, imaginarlo como un pozo porque antes pensaban que era un balneario, que supieran qué es un bosque seco tropical y cómo ayuda para la región, en la lucha contra el cambio climático y fortalecer la alfabetización ambiental”, explica Daniela.

Señala que en la escuela Teodoro Gutiérrez generó un impacto positivo y sirvió de instrumento evaluador. “Aprendieron bastante a través de esta historieta, que es un relato muy chévere”.

“Contamos con el apoyo de los docentes de la institución, quienes siguen trabajando la cartilla, en español, ciencias naturales, biodiversidad, palabras desconocidas, que ha reforzado tanto que nos dimos cuenta que saben qué es Pozo Azul. Muchos niños saben el nombre completo, los nombres de animales que identifican, el agua. Creo que el impacto ha sido muy significativo”.

Por su parte, Magola resalta el apoyo y la disponibilidad de los docentes para trabajar lo educativo ambiental. “Así se tenga la herramienta didáctica más importante, si no hay apoyo de docentes, no se logra el objetivo”.

Agrega que “tenemos un semillero infantil ambiental instalado en el Teodoro Gutiérrez y con este proyecto se empezó a trabajar áreas protegidas, específicamente Pozo Azul”.

Lyda interviene e indica que “desde la Fundación Termotasajero desarrollamos un programa de educación ambiental para todas las edades del área de influencia de las centrales térmicas. Hemos trabajado con Corponor dentro del programa de educación ambiental, aparece este proyecto y nos pareció perfecto aunar esfuerzos, venimos trabajando con el bosque seco tropical y ya que salió Pozo Azul nos pareció genial porque en San Cayetano Termotasajero actúa”.

Coinciden las tres en que “seguiremos trabajando porque la tarea ambiental nunca termina”.

Y recuerdan que “este proyecto está diseñado en tres fases. La primera el cómic, se está diseñando resaltar reconocimiento y proyección de la flora y fauna y la tercera, se exponen las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente. Se involucra no solo al niño sino al adulto para que reflexione sobre los ecosistemas y las amenazas de que es objeto”.

“La idea es dejar huella en los niños, es una semillita que estamos sembrando y que ya deja algunos frutos porque ya hay jóvenes que estuvieron en anteriores proyectos y ahora estudian ingeniería ambiental”, concluyen.