Ganaderos sufren millonarias pérdidas tras 'paro armado' | El Nuevo Siglo
El departamento de Córdoba, uno de los más afectados por el paro armado, ha registrado pérdidas superiores a $20 mil millones.
Foto: Archivo ENS
Martes, 10 de Mayo de 2022
Redacción Economía

Enormes pérdidas registraron los ganaderos, luego del “paro armado” establecido por el 'Clan del Golfo', de acuerdo con la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán.

Por ejemplo, en Córdoba más de 60.000 personas que dependen del trabajo rural se vieron afectadas porque se prohibió salir a trabajar. Entre tanto, más de 7.000 reses y cuatro millones de litros de leche no se pudieron comercializar, con pérdidas superiores a los $20.000 millones.

De otro lado, en Antioquia las pérdidas son inmensas: se dejaron de transar cerca de 6.500 bovinos, 3.000 de ellos en la Feria de Medellín, junto con 1.000 porcinos, y solo en el occidente del departamento, Colanta dejó de acopiar cerca de 200 mil litros de leche en dos días.

Entre tanto, en los departamentos de Atlántico, Magdalena y Bolívar la comercialización de ganado también se paralizó y se dejaron de acopiar cerca de 1.500.000 litros de leche, con pérdidas que se estiman en más de $22.000 millones.

Asimismo, en Sucre en la subregión del Golfo de Morrosquillo, 400.000 litros de leche no fueron acopiados, lo que equivale a $600 millones no recibidos en el sector. Además, se dejaron de comercializar 1.500 bovinos en Subastar en Sampués por valor de $2.600 millones. Las pérdidas materiales en la región por la quema de buses, camiones y tractores ascienden a más de $650 millones.

También en la subregión Sabanas, 1.400.000 litros de leche no fueron acopiados por $2.000 millones; además, $3.000 millones se dejaron de percibir por 1.800 reses no comercializadas en Subastar de San Pedro, Friogan Corozal.

Ante esta situación, el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie Rivera, pidió mayor presencia, pero sobre todo “permanencia” de la Fuerza Pública para rechazar la escalada de violencia en las regiones con presencia del ‘Clan del Golfo’. “En el campo, el terror también se queda cuando el Ejército se va”, afirmó Lafaurie.



“La Colombia urbana, que conoce apenas a distancia el paro armado, se impresiona con el número de camiones quemados, sin reparar que, detrás de esa expresión de violencia, se esconde una verdadera tragedia, que no solo afecta las economías locales, sino que, todavía más grave, es una ostentación de control armado sobre el territorio y sobre la vida de las personas. Los camiones se apagan, pero el terror se queda”, añadió el presidente de Fedegán.

Los más afectados

“Una verdadera tragedia”, insistió el presidente de Fedegán, especialmente “porque afecta más a los pequeños ganaderos, en un momento en que la ganadería de leche, sobre todo, enfrenta una nueva crisis, porque ya superamos la violencia sanitaria de la pandemia y la de la naturaleza, con un invierno desastroso en medio país y un verano devastador en la altillanura; superamos la violencia del paro nacional, la de los precios de los insumos por la crisis de los contenedores y la guerra de Ucrania, y ahora tuvimos que enfrentar el paro armado”.  

Para Lafaurie, la violencia volvió a ser un factor de riesgo para la vida y la producción rural. En este sentido, afirmó que esto ocurre “sin prevención posible, mientras tengamos 200.000 hectáreas de coca; sin seguro ni atención posterior como los demás riesgos; sin nada, más allá de la acción heroica de nuestra Fuerza Pública tratando de contener el narcotráfico, a pesar de la Corte Constitucional y a pesar de la izquierda y de los sectores que, inclusive, buscan acercamientos con las mafias”.

La ganadería pide auxilio, al Gobierno y a la Fuerza Pública, frente a la inseguridad, y a los ministerios competentes, para apoyar la recuperación tras los desastres climáticos y ganar la guerra contra los altos costos. “La ganadería no se detiene ni se detendrá en la noble labor de llevar carne y leche a la mesa de los colombianos”, concluyó el dirigente gremial.