¡A quitarnos la culpa! | El Nuevo Siglo
Domingo, 8 de Mayo de 2022

Ayer se celebró en Colombia y en muchas partes de América Latina el día de la madre. No suelo hablar de cosas personales en este espacio, sin embargo este año la fecha en particular me toca, pues por primera vez voy a ser mamá. Estoy convencida de que ser mujer va mucho más allá de la maternidad y que está condición no nos define como todavía se piensa. Por eso, hoy las mujeres mamás tenemos un reto adicional: acabar con la culpa que produce criar y trabajar al mismo tiempo.

A pesar de los avances de las mujeres en el mundo laboral, todavía existe el prejuicio en contra de quienes deciden perseguir sus sueños profesionales acusándolas de demasiado ambiciosas y egoístas con sus hijos. No es cierto que sea fácil y totalmente posible mezclar una carrera profesional exitosa con el rol de ser mamá. Son muchos sacrificios y retos los que se tienen por delante.  Hoy el reto mayor viene con nosotras mismas, acabar la culpa que la sociedad nos impone por querer desarrollarnos individualmente.

Por lo anterior, quisiera compartir con las mujeres mamás que hoy me leen y que hacen parte del 60% de quienes han sentido culpa en algún momento frente a sus hijos, algunos datos recopilados para palear ese sentimiento.  Desde el 2015 investigadores norteamericanos y del Reino Unido empezaron a analizar datos de más de 100.000 hombres y mujeres de 29 países del mundo para determinar si el estatus laboral de las mamás tenía algún tipo de relación con el desempeño de los niños en su edad adulta. En el 2018 los resultados de esa investigación se publicaron en la revista académica “Work, Empoyement, and Society”. Los hallazgos fueron contundentes: Las hijas de mujeres trabajadoras fueron más exitosas en sus propias carreras que aquellas hijas de amas de casa ¡Y fueron igualmente felices! En el caso de los hombres el estudio no dejó ver una diferencia significativa, pero si evidencia que aquellos hijos de mujeres trabajadoras, en su edad adulta tuvieron una actitud mucho más participativa en los hogares que formaron y en sus matrimonios. Así como una visión más igualitaria de género. 

No quiero decir que todas las mujeres estemos obligadas a trabajar y ser madres al tiempo. Tampoco se nos tiene que exigir cumplir ambos roles, pues existen igualmente muchas que autónomamente toman la decisión de quedarse en casa para cuidar a sus hijos. Esa también es una opción válida y no tiene que ser juzgada ni menospreciada por nadie. Ahí también tenemos que acabar con el sentimiento de culpa. En ese caso no por los hijos sino frente a nosotras mismas y nuestros planes de vida. El reto que tenemos es ser libres de decidir lo que queramos hacer frente a esos dos roles -que son difíciles de conjugar- sin que la familia familias y la sociedad nos influyan.

Hemos abierto muchos espacios para nosotras, ahora tenemos que conquistar aquel que nos aleje de nuestra propia culpa. Las conquistas de género siempre traerán mayores retos, de eso debemos ser conscientes, pero a trabajar fuertemente por ellos, porque a pesar de los logros todavía falta mucho recorrido. Un feliz día de la madre para todas aquellas que decidieron pasarse por estas páginas.