¿Freno al aborto en EU? | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Mayo de 2022

* Se gesta un fallo histórico en la Corte

* El diario Político se apunta una exclusiva mundial

 

Un giro cardinal parecería estarse dando en la Corte Suprema de los Estados Unidos, con base en una discrepancia del estado de Misisipi frente a la sentencia que dio vía libre al aborto, en 1973. Al menos es lo que se desprende de la gran exclusiva publicada ayer por el periódico Político, una de las plataformas electrónicas de mayor influencia en el país del norte dedicada a los asuntos estatales, en la que se da a entender que ya habría una decisión tomada por parte de la magna corporación judicial estadounidense para revertir las cláusulas que entonces permitieron adoptar esta conducta, incluso hasta las 24 semanas de gestación.

En efecto, se trata de la divulgación sin precedentes de un documento interno escrito por el magistrado republicano Samuel Alito y que, aparentemente ya debatido en el seno de la entidad en varias sesiones desde diciembre, contaría con la adhesión de las mayorías, bajo el título de “Opinión de la Corte”. De hecho, el mismo presidente de la corporación, magistrado John Roberts, confirmó este martes que el documento es auténtico, luego de que muchos pensaran que era una noticia falsa.

En ese sentido, solo faltaría formalizar el dictamen con la publicación oficial del veredicto en el transcurso de estos dos meses, cuando finalmente se sepa a ciencia cierta la trayectoria de las deliberaciones, los argumentos de fondo y las motivaciones de los magistrados sobre el tema que ha profundizado la polémica sobre el abortismo durante los últimos lustros, en ese país. Y si, efectivamente, el documento base permanece intacto en sus lineamientos originales o si sufrirá modificaciones.

En todo caso, el propio medio de comunicación, reconocido por su amplia credibilidad, señala asimismo que sus fuentes han asegurado que hasta hoy el texto permanece igual y que al menos cinco de los magistrados, todos republicanos, se han mantenido en la misma posición irrestricta, confirmando las mayorías. De tal modo, tres magistrados demócratas estarían tan solo redactando sus comentarios y salvedades en contrario. Y se está a la expectativa de la opinión que pueda asumir el presidente Roberts, sin variar el resultado hasta ahora previsto.

Por su parte, la tesis central del magistrado ponente consiste en que la sentencia de la Corte que dio curso al aborto, hace 49 años, encarna un soporte constitucional “excepcionalmente débil” y que ese dictamen ha tenido consecuencias dañinas y lamentables a lo largo de las décadas para la sociedad norteamericana. En esa dirección, agrega que la “conclusión inescapable es que el derecho al aborto no tiene raíces profundas en la historia y las tradiciones de la Nación”.

Bajo esa línea argumentativa, el jurista añade, cambiando los criterios precedentes en esta materia, que en ningún caso la Constitución norteamericana prohíbe que los organismos legislativos de cada estado puedan entrar a regular o inclusive a descartar de plano el aborto, sin intromisión de la Corte Suprema, como lo ha pedido Misisipi y lo han venido señalando otros como Texas. Esto, según la misma argumentación del magistrado, porque en el veredicto de 1973 el máximo tribunal se arrogó una autoridad que no tenía por encima de la soberanía de las diferentes secciones territoriales que conforman la federación, incluyendo un marco obligatorio de carácter nacional. Y, ante esa usurpación de funciones, aquella autoridad arrebatada debe ser regresada al pueblo y sus representantes en cada estado, para que acorde con sus normativas soberanas definan lo que a bien tengan en cuanto al aborto, bien para regularlo o bien para prohibirlo.

De suyo, el magistrado autor de la ponencia mayoritaria sugiere que no hay en la Constitución norteamericana ninguna localización precisa sobre el derecho al aborto y en algún acápite agrega que, para el caso, la discusión sobre las semanas o meses hasta los cuales se puede abortar al no nacido carece de “sentido”. Todavía más, sostiene que muchas son las circunstancias que han cambiado desde la década de los setenta del siglo anterior, entre ellas el cúmulo de solicitudes de adopción y la posibilidad de que la mujer ejerza su derecho al voto con mayor independencia y autonomía en vez de que sean los tribunales los que tomen las decisiones.

En ese orden de ideas, organizaciones no gubernamentales expertas en el asunto han dicho que, de prosperar el fallo, al menos 26 legislaturas estatales entrarían ipso facto a restringir o prohibir el aborto en Estados Unidos.

Por supuesto, se trata también de un recordatorio para Colombia: es en el Congreso, y no en ningún otro organismo, donde radica la soberanía popular y por tanto es a sus órganos representativos a los que compete tan delicado asunto.