Tras luces y cámara…acción climática ya | El Nuevo Siglo
LA MAYORÍA de los 40 jefes de Estado o de gobierno convocados a la cumbre del clima por Estados Unidos intervinieron ayer reafirmando su voluntad política en la lucha contra el clima y la necesidad de actuar ya.
Foto AFP
Jueves, 22 de Abril de 2021
Redacción internacional

PASAR de las palabras a los hechos en la lucha contra el cambio climático es el reto que desde ahora enfrentan los líderes mundiales tras hacer anuncios y reiterar sus compromisos durante la cumbre virtual que, convocada por Estados Unidos, se realiza este jueves y viernes.

La mayoría de los 40 jefes de Estado o de gobierno que fueron citados intervinieron durante la primera jornada donde se conocieron y hasta elevaron las metas de reducción de emisiones contaminantes, neutralidad de carbono, reforestación y transición hacia las energías limpias. El papa Francisco aprovechó la cita telemática para pedir a los líderes políticos que se conviertan en “custodios de la naturaleza” y que emprendan acciones para tener un medio ambiente “más limpio, más puro y se conserve”.

El presidente Joe Biden dio el puntapié inicial en este nuevo camino para enfrentar el calentamiento global. Anunció que para 2030 Estados Unidos reducirá entre 50 y 52 por ciento, con respecto a 2005, la emisión de gases de efecto invernadero, que provienen principalmente del transporte, la industria y la generación de electricidad, al mismo tiempo que buscará generar más puestos de trabajo.

“Ahí es hacia donde nos dirigimos como nación, y eso es lo que podemos hacer si tomamos medidas para construir una economía que no solo sea más próspera sino también más saludable, más justa y más limpia para todo el planeta”, dijo Biden escoltado por su ‘zar’ para el clima, John Kerry.

Y frente a la neutralidad de las emisiones (que solo expulse la cantidad de gases que puedan capturar sumideros como los bosques) manifestó que la esperan alcanzar en 2050, al tiempo que respaldó que desde las economías industrializadas fluyan 100 000 millones de dólares anuales en inversiones de economía verde en los países en desarrollo.



 

Enseguida la cámara se encendió para escuchar a Xi Jinping, el China, el otro gran emisor de CO2, quien subrayó que en la lucha contra el cambio climático hay “responsabilidades comunes pero diferenciadas”; es decir, que quienes más abonaron el problema deber tener más responsabilidad, y dijo que su país prevé alcanzar la neutralidad de carbono en 2060.

Tras señalar que China "seguirá un camino verde y bajo en carbono hacia el desarrollo durante las próximas décadas”, dijo que "espera trabajar con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos" para lograr reales avances en esta lucha que es una amenaza a la humanidad.

El presidente ruso, Vladimir Putin, abogó por “un marco legislativo internacional” contra el cambio climático, defendió el empleo de fuentes de energía de baja emisión, como la nuclear, y apuntó que no basta con reducir las emisiones, pues deben buscarse formas de eliminar el CO2 que permanece en la atmósfera. Al final de su intervención exaltó que esta cumbre “demuestra cuánto compartimos todos esta preocupación global y el interés en redoblar el esfuerzo internacional" no sin antes decir que su prioridad de reducir sus emisiones en 2050 "de forma significativa" tras haberlas rebajado ya a la mitad respecto a 1990.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, expresó su alegría “por ver que Estados Unidos está de vuelta porque el mundo necesita de su contribución si quiere lograr objetivos ambiciosos" y ha celebrado el compromiso anunciado por Biden porque que supone un "mensaje claro a la comunidad internacional" en esta "tarea hercúlea que va a lograr la transformación total". También destacó la importancia de proteger el 30 por ciento de la superficie terrestre y marina de aquí a 2030 y mejorar la solidaridad con los países en desarrollo, cumpliendo con la movilización prometida de 100.000 millones de dólares e incluso elevar esta contribución.

En el mismo sentido se expresó el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, quien acogerá antes de finalizar este año la COP26 en Glasgow y en la que se prevé se hará un primer examen a los anuncios de hoy. El premier reforzó el compromiso de Londres con la reducción de emisiones: un 78% para 2035 en comparación a los niveles de 1990. El objetivo anterior de su país era una reducción del 68% para 2030. 

En cuanto a Francia, su presidente Emanuel Macron, garantizó que su país "cumplirá" pero ha reclamado la necesidad de regular este año el precio del carbono fundamental para avanzar en la descarbonización así como en la justicia climática a través de una acción ambiental creíble y sostenible, mientras que el premier Justin Trudeau, de Canadá, dijo que el objetivo  es reducir las emisiones entre 40% y 45% para 2030 frente al nivel que tenían en 2005 y lograr la neutralidad de carbono dos décadas después.



En línea de elevar la ambición climática, expresada por la mayoría de los intervinientes, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, reclamó un "planeta verde" porque en la actualidad la tierra está "al borde del abismo". Por ello, pidió a los países que establezcan un compromiso de cero emisiones en cada Gobierno, empresa, región o ciudad y planteó que se den subsidios e inversiones en infraestructuras que dejen atrás la financiación al carbón, para que entre 2030 y 2040 las naciones logren la transición hacia energías limpias. “Es responsabilidad de los países más ricos para facilitar la inversión a los menos desarrollados”, puntualizó.

Japón, a través de su primer ministro Yoshihide Suga oficializó su anuncio de días atrás en el sentido de “reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 46% de aquí a 2030 frente al 26% previsto hasta ahora y nuestras emisiones de gases con efecto invernadero un 46% en el año fiscal 2030 (que empieza el 1 de abril de 2030) comparado con el año fiscal 2013", declaró Suga durante una reunión. 

Desde Nueva Delhi, confinada por el grave impacto de la pandemia del covid-19, el primer ministro Narendra Modi, pidió acciones concretas a escala global y anunció un acuerdo con Estados Unidos para lanzar una agenda de energía limpia para 2030 bilateral por la que se movilizarán inversiones y programas de cooperación conjunta.

No obstante, indicó que la huella de carbono de India es un 60 por ciento inferior a la media global debido al estilo de vida "aún arraigado en prácticas sostenibles" de su población y ha recalcado, en ese sentido, la "importancia de un cambio de estilo de vida global por la repercusión que tienen en la acción climática".

Los latinoamericanos

El primero en intervenir y sobre el que se tenía mayor expectativa fue el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, quien dijo que apunta a la neutralidad de carbono para 2050, diez años antes de lo previsto y poner fin a la "deforestación ilegal" para 2030.

Por su parte el mexicano Andrés Manuel López Obrador, aprovechó la cumbre para decirle a Biden que el fenómeno migratorio "no se resuelve con medidas coercitivas", proponiéndole financiar un plan de reforestación en México y Centroamérica que podría generar 1,2 millones de empleos.

Colombia fue el único país que planteó tres acciones concretas: suscribir el acuerdo de líderes globales para proteger la naturaleza, capitalizar las entidades de crédito y establecer mecanismos de canje de deuda para quienes cumplan esa tarea.

“Un país como Colombia representa el 0.6 % de las emisiones de gases efecto invernadero a nivel mundial. No obstante, está entre los 20 países más vulnerables y más amenazados por los efectos del cambio climático. Ante esa realidad tenemos que actuar con coraje, con determinación y actuar ahora”, dijo el presidente Iván Duque, al tiempo que hizo “un llamado ya a la acción. Es muy importante que todos los aquí presentes suscribamos el acuerdo de los líderes globales por la protección de la naturaleza. Son ya 84 países del mundo que han firmado estos 10 principios, queremos que esto se extienda”, manifestó.

Agregó que también es “es muy importante capitalizar las instituciones de desarrollo, como el Banco Interamericano de Desarrollo, para que promuevan herramientas que financien estas grandes políticas hacia la carbono neutralidad y hacia la reducción sustancial de gases efecto invernadero” y planteó la posibilidad de crear mecanismos “innovadores donde podamos hacer canjes de deuda por la protección efectiva del clima”.

Como se ve las causas y devastadores efectos del calentamiento global están diagnosticados y los compromisos anunciados. Lo que debe acelerarse es el ‘tratamiento’ porque como lo expresó el propio Biden, “el costo de la inacción sigue aumentando”. Hay que pasar ya de los discursos a las acciones, que incluso deberían volverse vinculantes, para conjurar esta amenaza existencial.