¿Cuatro campañas paralelas? | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Abril de 2021

* Revocatorias, referendos, parlamentarias y presidenciales

* Es urgente que organización electoral fije reglas del juego

 

A un poco más de diez meses y algunos días para las elecciones parlamentarias de marzo de 2022, jornada en la cual también las coaliciones multipartidistas irán a las urnas para escoger a sus respectivos candidatos presidenciales, es claro que el ambiente proselitista poco a poco se va tomando muchas regiones.

Sin embargo, esa tempranera campaña por las curules de Senado y Cámara así como por la definición de varios de los aspirantes a la Casa de Nariño se empieza a cruzar poco a poco con otros procesos que también implican citas a las urnas.

De un lado, desde el primer día de este año, incluso en medio del segundo pico de la pandemia, la organización electoral empezó a recibir un alud de solicitudes de revocatoria del mandato contra decenas de alcaldes. Son más de sesenta las iniciativas que se han planteado al respecto, incluyendo mandatarios de ciudades capitales, empezando por Bogotá y Medellín.

Pese a las limitaciones propias de la emergencia sanitaria, el Consejo Nacional Electoral ha ido avanzando las respectivas audiencias públicas en las que participan los impulsores del mecanismo y los alcaldes o gobernadores sobre quienes recae la solicitud. A medida que se va cumpliendo este requisito, el Consejo Nacional Electoral debe comunicar a la Registraduría Nacional sobre la viabilidad del proceso, de forma tal que se proceda a la expedición de la resolución de inscripción del comité promotor y la entrega del formulario de recolección de firmas.

Precisamente este mecanismo había quedado congelado, ya que la organización electoral ofició al Ministerio de Salud para que conceptuara sobre los protocolos de bioseguridad a seguir, dado el riesgo de contagio del covid-19 que implica el que una gran cantidad de personas se lance a las calles para buscar respaldos ciudadanos a la solicitud de revocatoria en su jurisdicción. Como se sabe, para que esta sea admitida, los promotores deben presentar un número de firmas equivalente a por lo menos el 30% de los votos que haya obtenido el cuestionado mandatario en octubre de 2019.

Semanas atrás el Ministerio expidió dichos protocolos y la Registraduría destrabó el proceso. Es decir, el de la recolección de firmas en los casos en donde ya se cumplió la audiencia pública y se viabilizó la solicitud.

Pero no es el único mecanismo de participación ciudadana que está en camino. Como lo indicara un informe publicado por este Diario la semana pasada, se está impulsando por distintos sectores políticos y sociales la posibilidad de citar a cuatro iniciativas de referendo. Grosso modo se plantea, de un lado, convocar a la ciudadanía para que vote por una posible reducción del Congreso y la eliminación de la JEP, entre otros cambios; también se quiere que el constituyente primario decida sobre una nueva dimensión de derechos del campesinado; hay otra propuesta que busca fortalecer el concepto de familia e incluso una última plantea habilitar el derecho a revocar el mandato de los presidentes de la República…

En estos casos, sus respectivos promotores han dicho que están prestos a iniciar la etapa de recolección de firmas, lo que implica que, al igual de las revocatorias del mandato, las posibles citaciones a las urnas se darían en los próximos meses, claro si se reúnen en cada caso los requisitos constitucionales y legales.

Todo lo anterior implicaría, entonces, la posibilidad de que los colombianos tuvieran que enfrentar cuatro campañas políticas de forma paralela: parlamentaria, presidencial, referendos y revocatorias (que si bien se limitaría a unas decenas de casos, hay varios alcaldes de ciudades capitales en la mira).

Además de ser una situación sui generis, ya desde varios sectores se han prendido alertas tempranas. Por ejemplo, para algunos analistas no es conveniente que se mezclen campañas con móviles tan distintos, porque no solo pueden desorientar a la ciudadanía, sino saturarla y desgastarla. También hay opiniones en torno a que se corre el riesgo de que no pocas de las iniciativas para sacar del cargo a determinado alcalde o impulsar este o aquel referendo sean utilizadas simplemente como ‘fachada’ para empujar subrepticiamente candidaturas al Congreso o incluso a la Casa de Nariño. De igual manera, siempre están las alertas en torno a la dificultad para vigilar los mecanismos de financiación y transparencia política en esta clase de ejercicios proselitistas, ya sea en busca de votos o de firmas… Y, claro, no se puede dejar de lado el riesgo sanitario que implican cuatro campañas al mismo tiempo.

El Gobierno, el Congreso, el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría están en mora de sentarse a analizar este fenómeno de convergencia política y cuáles deben ser las reglas del juego para que se adelanten de manera eficaz y limpia. Si bien se trata de ejercicios que validan la vigencia democrática, la coincidencia en el tiempo genera, a todas luces, problemas de distinta índole. Los campanazos al respecto están dados y se espera del Estado soluciones a corto plazo.