Velocista Quintero está “desesperado” por volver a la pista | El Nuevo Siglo
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Jueves, 9 de Abril de 2020
Redacción Deportes

En cuarentena desde una semana y media antes del inicio de la decretada por el Gobierno nacional, el pedalista Kevin Quintero añora volver a montarse en su bicicleta y admite que está “un poco desesperado”.

“Estoy en cuarentena una semana y media antes de la orden del Gobierno por el clima en Medellín. Nos cerraron los escenarios deportivos. Un poco desesperado. Es duro no poder salir y estar siempre con la misma rutina en casa. Quiero montarme en un peralte, algo que era tan rutinario y tan normal, ahora lo añoro”, dijo.

El vallecaucano (nació en Palmira), que como muchos niños soñó con ser rutero hasta que Humberto Velasco, un entrenador del municipio, lo llevó a la pista y descubrió su potencia y notables condiciones, recoció que “al principio me daba mucho miedo, un miedo terrible. Pero fui cogiéndole confianza y me di cuenta que me rendía más en la pista que en la ruta”.

Además, Kevin contó en el Instagram Live realizado por la Federación Colombiana de Ciclismo que desde ese instante su rumbo cambió y la velocidad se convirtió en su aliada para alcanzar los más altos niveles competitivos. No fue un camino expedito. De hecho nunca fue el número uno entre los juveniles. Sí el más constante, paciente y regular, pues para llegar a la cima no siempre las medallas son prenda de garantía.

“Eran buenas carreras, nos veíamos dos veces al año, había mucha candela, como se dice, era a muerte. Era jugarnos un cupo a la selección o simplemente ser campeón nacional. Nunca gané la velocidad de juvenil, pero las ganas de ser el mejor no me dejaron retirar de la velocidad. La paciencia es lo que me ha hecho permanecer para nunca rendirme”, dijo el vallecaucano que nunca pudo vencer al antioqueño Dubán Urrego, quien decidió tomar nuevos caminos en el ciclismo.

Recordó que “carrera que corría, carrera que me ganaba, fue muy duro, incluso hasta que él se retiró de la velocidad nunca pude ganarle. Muchas veces pensé en devolverme a la ruta, siempre tuve dudas, pero ya me había encarrilado en la velocidad y la solución no era hacerme a un lado. Ahora él va a la pista a hacer su semifondo y nos acordamos de esos nacionales”.

Quintero hoy es uno de los firmes aspirantes a clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, reprogramados para el próximo año. “El cupo es para el país, por eso seguiré trabajando para estar bien hasta el día de la elección. Se viene un año interesante porque se abrió un solo cupo y somos muchos detrás de él. Va a ir el que mejor esté en ese momento. Va a ser duro pero interesante. Hasta Fabián (Puerta) tampoco pierde el sueño aún en medio de su problema. El sueño olímpico es para muchos”, afirmó el velocista que hace cuatro años admiraba en las justas de Rio de Janeiro a quienes hoy son sus compañeros de selección.

“Aún no alcanzo a imaginarme una olimpiada, pero solo pienso que va a ser genial, es el sueño de todo deportista desde que empieza a competir. También va a ser muy especial porque la aplazaron y todos van a estar esperándola. Va a estar muy buena”, dijo Quintero, quien obtuvo su primer título de Copa Mundo en Australia venciendo en un emotivo sprint al anfitrión y favorito Matthew Glaetzer.

“Esto es algo que pocos sabían: en Australia nos reunieron a todos, fue como un regaño porque en Nueva Zelanda no nos había ido bien. Nos sentaron y nos dijeron: ‘¡muchachos, está es la última Copa del año, tenemos que hacerlo bien, nos estamos jugando los olímpicos!’. Ese día desde que me levanté lo hice pensando en el podio, no miraba el oro, no por mediocridad sino porque lo veía lejos, y más porque en las Copas anteriores solo había llegado hasta semifinal. Pero me levanté con ganas de podio y pensando solo en la final. Desde el bus que se demoraba 55 minutos del hotel al velódromo pensaba en todo, le daba vueltas a la cabeza y cuando llegué solo hablé con Jaime, me metí en lo mío, estaba concentrado, ni siquiera supe con qué relación corrí. Esos puntos de Australia eran muy importantes”, relató el joven talento que a sus 21 años figura como el mejor del país después de librar una batalla interior para no dejar de soñar con ser velocista.