Son dos de los mejores velocistas del país, de esta nueva generación que se contrapone a la que marcó al ciclismo colombiano como potencia en la escalada. Se trata de Sebastián y Julián Molano, para quienes su temporada debería estar en pleno auge en Europa, pero el coronavirus frustró sus sueños como el de muchos otros pedalistas y debieron regresar a su natal Paipa y aislarse.

Sebastián, ganador de tres etapas en la pasada edición del Tour Colombia 2.1, analizó el receso después de un inicio de temporada fantástico, y Julián, reciente fichaje del equipo filial del Caja Rural, manifestó la ilusión de llegar a uno de los grandes de Europa siguiendo los pasos de su hermano, el mayor de la dinastía.

“Se inventan muchas cositas por ahí, lo que hacemos todos los ciclistas ahora son rodillo, core y fortalecimiento. Aprendemos a cocinar más cosas, a hacer aseo. Esperemos que esta situación pase rápido”, dijo Julián.

A su vez Sebastián indicó que “cuando no hablamos de ciclismo, hablamos de carros, nos gusta mucho el tema. Vemos Netflix o a Diego que le gusta cocinar nos prepara platos. La hemos pasado bien, llevamos muchos más días de cuarentena porque llegamos de Europa y al otro día iniciamos. Cuando empezó en Colombia ya llevábamos 15 días sin salir. Nos hace mucha falta salir en bici”.

Sobre su experiencia en Europa con el nuevo equipo, Julián aseguró que “fue un cambio drástico. Aquí en Colombia no se esperaba que el equipo Coldeportes Zenú se acabara, y que tantos ciclistas quedáramos a la deriva ya cuando los equipos tienen a la gente firmada. Luego salió la oportunidad de estar en Europa, alcancé a hacer una carrera (terminó cuarto en el Trofeo Guerrita de España), la cual dentro de todo salió bien. Estar allá es una experiencia grande, se conocen nuevas costumbres”.

Frente al receso por el Covid-19, Sebastián afirmó que “casi no lo creía. Quería hacer la Vuelta a Cataluña y el Giro de Italia, que era el principal objetivo del año. Pensaba que era como una bobada (virus) pero cuando vi el tema en Europa y que se estaba complicado me preocupé. Llegué a Colombia y debía regresar (a Europa) para las carreras, pero faltando 3 o 4 días para el viaje se canceló Cataluña. Duele esto porque me había preparado muy bien en la pretemporada, en todas las cosas. Esta ha sido una de las mejores preparaciones con Julián y el estado de forma es muy difícil sostenerlo tanto tiempo. Es una situación mundial y hay que estar unidos, con nuestras familias y aprovechar porque hacía mucho tiempo no estaba con mis hermanos”.

Algo que llama la atención en los Molano es que son velocistas en tierra de escaladores. ¿Por qué sprinters?: “Es algo que aún me pregunto. Considero que es un caso particular, subía bien de juvenil, en la Vuelta del Porvenir y Vuelta del Futuro hacía buenas posiciones. Personalmente me gusta mucho la subida y la preparo bien, hay que defenderse bien en la subida porque correr en Colombia es duro. Veía las victorias en ese tipo de llegadas (al sprint) y le sigo los pasos a Sebastián. Algún día tendremos la oportunidad de enfrentarnos en Europa”, Respondió Julián.

Y Sebastián señaló que “subía bien cuando era juvenil y había igual muchos escaladores, pero hubo un día que empecé a ir a la pista en Duitama y algunos profesores me incentivaron y ahí empezó todo. La pista te cambia toda la forma, pierdes en la subida pero cambia tu cuerpo y te da más potencia”.