Un ajuste en los protocolos para que el sector de la construcción y el de la industria reinicien sus actividades a partir del próximo lunes, está ultimando el Gobierno con todos los actores de estas actividades.

Normalmente, deberían entrar en operación más de 4 millones de trabajadores, pero dada la situación de la emergencia sanitaria por el Covid-19, se calcula que máximo 1 millón de personas reiniciarán sus labores.

Sin duda, trabajar en los protocolos ha sido complicado para hacer viable el trabajo para la industria manufacturera y la construcción.

Según el ministro de Salud, Fernando Ruiz, el esfuerzo es para tener esa opción a partir del lunes y así, podamos tener esos documentos listos. “Nos quedan en elaboración al menos 7 protocolos adicionales que estamos ajustando aceleradamente”.

El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, dijo que “hay más de 250 manuales de protocolos autoreportados por constructoras en 16 departamentos, y trabajaremos para garantizar que implementación sea exitosa”.

Advertencia

Mientras tanto, el presidente Iván Duque anunció a las empresas que tengan muy claros los lineamientos generales y específicos de bioseguridad establecidos por el Gobierno nacional, los cuales señaló, “tienen que ver con un alto nivel de cumplimiento; y el que no lo cumpla, pues, no podrá seguir operando”.

Dijo que “hemos hablado con claridad entre el equipo de Gobierno, con los lineamientos del Ministerio de Salud, y con el acompañamiento, también, de muchos de los expertos, para que el sector de la construcción, con protocolos muy puntuales, pueda empezar su trabajo”.

El Mandatario dijo que  solo trabajará en obra el 23% del personal, alternando así: el trabajador sólo 3 veces a la semana y el personal administrativo, en teletrabajo.

Es decir, de 100 trabajadores de obra solo podrán ir al lugar de trabajo 20 personas o menos diariamente, y cada dos días, el mismo trabajador asistirá a su puesto incluyendo domingos y festivos.

Respecto a la industria manufacturera, son 4,5 millones de trabajadores que realizan sus labores en la elaboración de productos alimenticios, fabricación de productos textiles, transformación de la madera y fabricación de productos de madera y de corcho (excepto muebles), coquización, fabricación de productos de la refinación del petróleo y actividad en mezcla de combustibles, fabricación de productos metalúrgicos básicos, fabricación de muebles, colchones y somieres, además de otras industrias manufactureras.

Por su parte, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master dijo ante esta situación que “estamos trabajando con el Gobierno desde hace tres semanas en la construcción de los protocolos para el caso del sector manufacturero”.

El dirigente consideró que “es sensato y prudente que se vayan habilitando algunas actividades. Serán dos semanas en las que nos continuaremos cuidando mientras algunos sectores manufactureros comenzarán a reactivarse”.

Mac Master consideró que respecto a la movilidad, “el transporte en moto, sin parrillero, es una gran solución para bajar la aglomeración de los sistemas de trasporte masivo para las personas autorizadas a salir. No tiene ningún sentido limitarlo en estos momentos. Debemos ajustar nuestros paradigmas a la nueva realidad”.

Las edificaciones

Pare el Gobierno está claro que el maestro de la construcción que trabaja en casas o hace obras de  mantenimiento en las residencias, no podrá trabajar todavía. Serán los obreros que trabajen en grandes edificaciones los que inicien la tarea a partir del 27 de abril.

La presidenta de Camacol, Sandra Forero, dijo que “como sector estamos preparados para aplicar los estrictos protocolos de trabajo en obra y suministro de materiales que nos permitan entrar de nuevo en operación oportunamente”.

A lo anterior, añadió que “el protocolo del sector ya fue adoptado mediante una circular conjunta del Gobierno nacional y que los empresarios ya se están preparando con los insumos, capacitación y demás acciones para implementarlo detalladamente. Este cumple con medidas preventivas, de bioseguridad, higiene, comportamiento social, dentro y fuera, de entornos de trabajo”.

Podrán salir a trabajar las personas que estén empleadas, sobre todo, en la construcción de edificaciones residenciales, la construcción de carreteras y vías de ferrocarril, de proyectos de servicio público, así como en otras obras de ingeniería civil. También, las actividades especializadas para obras de ingeniería civil (alquiler de maquinaria y equipo de construcción con operadores).

El cuello de botella

Uno de los problemas que se tiene para la reactivación del trabajo de las personas tanto de la construcción como de la manufactura, es el transporte. Pare ello, se espera adecuar los buses de Transmilenio en Bogotá, para que no puedan exceder el 35% de su capacidad. Sin embargo, queda en entredicho cómo se hará en el resto del país.  Además de incentivar el uso de la bicicleta, dicen que se debería aprovechar el transporte corporativo o el escolar que hoy está inactivo que, bajo estrictos protocolos, puedan llevar a los trabajadores a sus lugares de trabajo.

De otro lado, ayer Acopi volvió a hacer un llamado al Gobierno nacional para que acoja la propuesta de subsidiar una parte de la nómina de este sector empresarial que genera más del 80% del empleo formal del país, ya que está en riesgo de perderse debido a la insolvencia de las Mipymes y que están a punta de cerrar o iniciar los despidos.

Dice el gremio que “la reapertura de estas actividades económicas, así como el establecimiento y cumplimiento de los protocolos sean acompañados de las instituciones estatales para salvaguardar la vida y salud de los trabajadores, así como que se fije de manera clara la manera en la que estos sectores entrarán en funcionamiento”. Dice Acopi que “el subsidio a la nómina se muestra más necesario con esa medida, pues aún cuando se retome la producción de bienes y servicios, las ventas y comercialización demorarán en subir debido al necesario aislamiento obligatorio y a la caída en el ingreso de los connacionales”.

Reinicio de infraestructura

A partir del lunes y bajo estrictas medidas de bioseguridad se reiniciarán las obras de infraestructura fundamentales para la conectividad y desarrollo de Antioquia y el Eje Cafetero. El Gobierno nacional trabaja de manera articulada con las concesiones para retomar más de 150 frentes de trabajo. Para ello, se han sostenido mesas de trabajo con las Gobernaciones y Alcaldías, los concesionarios y las interventorías, en las que se han establecido rigurosamente los protocolos y medidas a implementar frente al contagio del Covid-19. Entre los 12 proyectos de infraestructura que reiniciarán obras están Autopista al Mar 1, que busca acercar a Medellín con los principales centros de intercambio comercial como la costa Caribe, la costa Pacífica y el río Magdalena. Se destacan obras de gran envergadura como la construcción del segundo tubo del túnel de occidente, cuya longitud es de 4,6 kilómetros y registra a la fecha un avance del 75%.

Por su parte, en los proyectos Pacífico 1, 2 y 3, que conectarán a la capital de Antioquia con el Valle del Cauca, el Eje Cafetero y el suroccidente del país son de gran relevancia para la región obras como el túnel de Sinifaná, localizado en el municipio de Venecia (Pacífico 1), que ya se encuentra en labores de impermeabilización.