Dudas sobre veracidad de China en informes del coronavirus | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Jueves, 2 de Abril de 2020
Redacción internacional
Líderes a nivel mundial cuestionan la claridad del país en las cifras presentadas la última semana y piden endurecer las medidas

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Incertidumbre, esa es la palabra que podría definir la situación que vive el mundo en torno al coronavirus. La pandemia, que ayer llegó al millón de contagios, sigue avanzando con fuerza en Europa y Latinoamérica mientras que, al parecer, el día a día en China vuelve a la normalidad, según dice el gobierno del gigante asiático.

Supuestamente, el mundo presenta realidades contrastadas en relación al coronavirus. Por un lado, Europa es el epicentro de la pandemia y sigue sintiendo las duras consecuencias de las medidas tardías. De igual forma, América también sufre las acciones de la enfermedad de manera tardía y los diferentes gobiernos generan políticas de protección a sus ciudadanos. La otra situación la evidencia China, que al parecer ya tiene controlado al Covid-19 y los habitantes regresaron a ocupar las calles.

Para algunos, la medida del mandatario del país, Xi Jinping, de poner el fin al confinamiento en las ciudades más afectadas por la pandemia fue una acción contradictoria que pone en riesgo a la población.

Aunque el confinamiento y el aislamiento de dos meses llegaron a su fin, en Huanggang, ciudad de la provincia china de Hubei, donde apareció la pandemia, los habitantes creen que el nuevo coronavirus "sigue siendo un peligro". La vida vuelve poco a poco a la normalidad en Hubei, cuyos 50 millones de habitantes estaban de facto en cuarentena desde finales de enero.

Es el caso de Huanggang, una de las ciudades más afectadas por la epidemia, donde sus 7,5 millones de habitantes están de nuevo autorizados a desplazarse, incluso fuera de la provincia.

Además de la preocupación de organismos internacionales sobre lo que ocurre en China, el mismo ministerio de salud del país mostró su consternación por ver de nuevo las multitudes de ciudadanos en el metro o en las calles. “El medio a contar con nuevos contagios no le permite a los habitantes vivir del todo tranquilos”, añadió la entidad.

Con la intención de indagar sobre la veracidad de los últimos balances presentados por el gigante asiático, líderes alrededor del mundo cuestionan si China dijo la verdad del número de contagios o de la situación que cursa el país.

Precisamente, Estados Unidos llegó a la conclusión de que China mintió en su balance de víctimas del nuevo coronavirus, infravalorando los casos, según un informe de inteligencia presentado a la Casa Blanca y citado el miércoles por varios congresistas.

Interrogado al respecto durante su rueda de prensa informativa diaria, el presidente Donald Trump dijo: "Sus cifras parecen un poco subestimadas, y soy generoso cuando digo esto".

No obstante, un poco más tarde agregó que "respecto al tema de saber si sus cifras son correctas, yo no soy un contador chino". La agencia Bloomberg hizo referencia a este informe confidencial remitido la semana pasada a la Casa Blanca.

La inteligencia estima que las cifras de muertes y casos de contaminación publicados por Pekín son falsos, intencionalmente por debajo de la realidad, afirma la agencia de noticias.  "El Partido Comunista Chino ha mentido y seguirá mintiendo sobre el coronavirus para proteger al régimen", dijo el senador republicano Ben Sasse.

"La inteligencia estadounidense ahora ha confirmado lo que ya sabíamos: China ha estado ocultando la gravedad de este virus durante meses", agregó su colega de la Cámara de Representantes William Timmons. "El mundo ahora está pagando por sus errores".

Michael McCaul, integrante republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, también señaló, basándose en el informe, que las autoridades chinas habían "ocultado el verdadero balance de las personas infectadas con la enfermedad".

La administración Trump, empezando por su secretario de Estado, Mike Pompeo, ha sido muy crítica con China en las últimas semanas, afirmando que Pekín no ha sido transparente sobre el alcance de la epidemia.

Pero hasta ahora no había acusado tan claramente a la potencia asiática de mentir sobre su balance.  La coordinadora de la unidad de crisis creada por la Casa Blanca para combatir la pandemia, sin embargo, pareció confirmar que el registro chino estaba infravalorado.

China, donde el primer paciente fue detectado oficialmente en diciembre, ha registrado 3.318 muertes y 81.589 casos, según las cifras publicadas.

En Estados Unidos, la Covid-19 ha matado hasta ahora a más de 4.700 personas e infectado a más de 209.000, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Numerosos expertos estiman que los datos chinos están muy por debajo de la realidad, basándose sobre todo en el gran número de familias que se presentan estos últimos días a recuperar las urnas que contienen las cenizas de sus seres queridos tras el levantamiento de las medidas de confinamiento en Wuhan, cuna de la pandemia.

El primer ministro británico Boris Johnson argumentó que el alcance de la pandemia en China sigue en pie y que podría tomarse como una irresponsabilidad levantar del todo el confinamiento. El mandatario acusó a China, donde surgió el virus, de no haber sido lo bastante clara en sus explicaciones sobre "el alcance, la naturaleza y la capacidad infecciosa" de la enfermedad. “Nos tomará seis meses volver a la normalidad, esto no significa que estaremos confinados ese tiempo. Por otro lado, China no fue del todo clara en su último balance”, argumentó.