Era un viaje de placer, de vacaciones, de descanso. Y realmente así fue su estadía, a principios de marzo en Bogotá, de la colombiana Aravela Zamudio y su esposo mexicano, Jorge García. Sin embargo, a los pocos días comenzaron a vivir la impensable tragedia que hoy enfrenta el mundo, con un desenlace doloroso: la muerte de él y la lucha de ella por recuperarse del coronavirus.
Aravela y Jorge tenían un consolidado matrimonio y desde que él conoció Colombia quedó ‘prendado’. Por ello era que siempre que podía programaba viaje para nuestras tierras. Y fue, precisamente aquí, donde en pocos días de permanencia la pareja contrajo el Covid-19 y que solo les fue confirmado cuando estaban de nuevo en el Distrito Federal.
“Viajamos a Bogotá el 4 de marzo, y regresamos el 9 de marzo a México .Dos días después, el 11 de marzo, empecé a sufrir un dolor fuerte en todo el cuerpo, como si fuera una gripa muy fuerte, y el jueves mi esposo también empezó con los mismos síntomas”, narró a EL NUEVO SIGLO esta compatriota que hoy, en esa tierra lejana, sufre por el fallecimiento de su esposo.
Con una fortaleza de admirar, Aravela nos sigue contando su historia. “Fuimos al médico el sábado y nos diagnosticaron laringitis. Entonces nos dieron antibióticos. Sin embargo seguimos muy mal y el lunes 16 de marzo volvimos a llamar al médico y nos dijeron que teníamos influenza atópica”.
Recuerda que para ese momento el Covid 19 era conocido en el mundo pero no tenía tanta fuerza en América Latina, aunque en México ya había dos casos. Fue por ello que les preguntaron en qué lugares habían estado recientemente y no generó alerta alguna médica, por lo cual, como lo señala Aravela “seguimos con el tratamiento de influenza y nos dijeron que íbamos a durar cinco días con el malestar”.
Sin embargo, el martes siguiente, Jorge empeoró y fue trasladado a urgencias, donde tanto a él como a ella los ubicaron en un cuarto aislados. “Jorge ya estaba saturando menos de 90, y lo normal es 100”, recuerda con tristeza Aravela.
Al día siguiente a ella le dieron de alta mientras la salud de su esposo seguía deteriorándose, por lo cual fue trasladado a la Unidad de Cuidado Intensivo, UCI.
“En terapia intensiva duró más o menos dos semanas, el primer martes me expresaron que él tenía falla multiorganica, como en el riñón. Por orden del infectólogo le practicaron la hemodiálisis y así inicialmente tuvo una estabilidad médica, pero según informe del médico, el estado de salud de Jorge iba y volvía de muy grave a grave”, recuerda esta Aravaela.
Fue por esta razón, dijo, que hizo una red de amigos los que contactaron a médicos en Italia, en España, y con la cardióloga Martha Ardila, para que todos ellos pudieran analizar el proceso junto al equipo de galenos que atendían a su esposo.
Jorge García estuvo más de 20 días en el hospital Ángeles Mocel de México luchando contra ese enemigo invisible que hoy tiene en vilo al mundo y que finalmente lo venció, el pasado 2 de abril.
En los registros de México aparece como el primer caso importado de Covid-19 y el 50 en fallecer por el mismo en ese país.
“El último parte médico fue el jueves 2 de abril a las 4 de la mañana. Me llamaron y me dijeron: lo siento mucho pero su esposo acaba de fallecer de infarto por el miocardio”, narra Aravela.
Tanto ella como su esposo fueron contagiados del coronavirus durante su viaje a Colombia, pero se desconocen dónde. Aravela señala que como es normal tuvieron contacto con algunas personas y visitaron un restaurante donde generalmente van muchos extranjeros. Pero, también señala, pudo haber sido en el aeropuerto cuando iban a regresar a México o inclusive en la aeronave en que viajaron
Hoy, recuperada del coronavirus, Aravela hace el duelo por su esposo Jorge, quién tenía 51 años y según nos relata era deportista y nunca fumó. Es por ello que buscó una explicación del por qué a él le cobró la vida el virus y ella logró superarlo. “Mi médica de cabecera, Martha Ardila, me dijo que lo que sucedió era que mi esposo tenía predisposición genética y por el virus fue letal”.
Mensaje a los colombianos
A partir de su dolorosa experiencia, esta compatriota envió, a través de este diálogo con EL NUEVO SIGLO, un mensaje a los colombianos: “lo mejor que pueden hacer es acatar la normatividad así sea fuerte. Yo tuve que vivir una cuarentena, digamos, a destiempo. Es decir, cuando todos estaban afuera yo estaba adentro, asilada, por el contagio. Ahora que se han determinado el aislamiento social debe cumplirse, es la única manera de prevenir el contagio del Covid-19”.
Finalmente indicó “viví con coronavirus y perdí a mi esposo por el mismo. Esto es real, nos afecta a todos. La curva de contagios solo se puede aplanar si nos quedamos en casa. Esto va a pasar pero debemos cumplir con las medidas. Es la forma de salvar vidas”.