Mensajes del Papa itinerante (III) | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Abril de 2019

Más allá de los temas de tanta importancia en ya dos comentarios, motivados por el tan rico contenido del libro “Florecillas del Papa Wojtyla” de Doménico del Rio, hay múltiples más que es bueno destacar. Están, enseguida, de necesaria alusión, lo que rodeó y subsiguió el grave atentado en la Plaza de S. Pedro, en Roma, cuando estuvo al borde de la muerte el 13-05-81. En referencia  a esa fecha se narra,  lo de ese crimen perpetrado por el turco Alí Agca, quien, desde 1979,  venia planeándolo. El Santo Padre da testimonio en su hospitalización de su perdón al perpetrador, y de perfecta serenidad de espíritu. El 27-12-82 el Papa visitó al terrorista a quien trato “como a un hermano”.  A Fátima fue el Papa a agradecerle a la Virgen “que me devolvió la vida”, dijo, y dio detalles  del mensaje de la Virgen en sus apariciones de 1907, con invitación a rezar el Rosario  y orar por la reparación de los pecados.

De detalles sobre la visita del Papa a Colombia (07-86), es de resaltar su lema: con la paz de Cristo por los caminos de Colombia”. Ante mensaje recibido de guerrilleros de las Farc, en donde se presentan como “hijos de Dios”, los exhortó, en uno de sus mensajes, “a poner fin a la destrucción y a la muerte”. Hizo gran celebración en Chiquinquirá en el 4º. Centenario de la milagrosa renovación del cuadro de la Virgen. Fue a Armero a orar devotamente por víctimas de la avalancha que sepultó, unas 30.000 personas, en noviembre del año anterior. Fue incidencia notoria cuando se quiso, en Popayán,  interrumpir a un indígena cuando se refería a abusos de cristianos en la Conquista, texto que le habían preparado antropólogos, pero el Papa pidió se lo dejaran continuar, con aplausos de muchos. 

Al tema de la paz se refiriere, en encuentros ecuménicos de Asís y al reprochar la violencia en Irlanda del Norte (29-09-79). Al visitar aHiroshima, señala como “horrendo” su bombardeo (06-08-45), y afirma: la guerra es muerte”. En aniversario de terminación de la Segunda Guerra Mundial (08-04-85), la señala como “horrenda experiencia”, al lado de agradecer quienes se inmolaron en ella al buscar defender la causa justa de la dignidad humana.

Capítulo especial del pontificado de S. Juan Pablo II, fue el de las Jornadas Mundiales de la Juventud realizadas con millones de participantes como la de Manila (01-95). Allí exhortó, ante todo, a que “sean hijo e hijas de la luz”. Por lo demás  múltiples fueron las llamadas del Papa a la gran misión  a cumplir con ella en la educación de niños y jóvenes, para quienes habla de  la “humanización de la cultura”, como lo hizo en Suiza (13-06-86).

El tema de la mujer es frecuentemente tratado por el Papa en forma especial en la Encíclica Mulieris Dignitatem  (30-09-88), expresado en su gran aprecio por la virtud e intercesión de “María bendita entre todas las mujeres”,  y su devoción a destacadas santas. Hizo defensa de su dignidad y exaltación de su misión, compañera del hombre en la construcción de una familia según el orden natural, con especial misión en el hogar. Afrontó con firmeza y bondad, los reclamos de feministas desbordadas, defendiendo, a la luz del cristianismo, el justo y alto puesto de ella en la sociedad, como hizo en Bélgica (19-05-85). (Continuará).    

*Obispo Emérito de Garzón

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