Perú y Ecuador a las urnas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 7 de Abril de 2021

* Tenso escenario electoral en ambos países

* Colombia atenta a mapa geopolítico andino

 

En medio de una emergencia de marca mayor por el pico pandémico en la mayoría de los países suramericanos, este domingo dos naciones vecinas de Colombia tienen elecciones presidenciales. Se trata de Perú y Ecuador, con la única diferencia de que en la nación inca se realizará la primera vuelta de los comicios y en la segunda el balotaje final. Es apenas claro que los resultados de las urnas serán determinantes para la agenda bilateral de la Casa de Nariño con Lima y Quito, sobre todo en cuanto a la profundización de los compromisos que se han adquirido en las jornadas de los gabinetes binacionales de los últimos años.

En el caso ecuatoriano la sucesión de Lenín Moreno, con quien el gobierno Duque ha tenido una relación muy proactiva, a diferencia de lo ocurrido con su antecesor, el hoy prófugo exmandatario Rafael Correa, se la disputan el aspirante de izquierda Andrés Arauz y el candidato de la centroderecha Guillermo Lasso. La competencia proselitista está muy cerrada al tenor de las últimas encuestas y la mayor incógnita continúa siendo, de un lado, si el estado de emergencia vigente por el aumento de contagios y decesos por la pandemia, disminuirá de forma sustancial la asistencia de la ciudadanía a los puestos de votación. Y, de otro, por cuál de las dos opciones políticas optará el grueso de la población indígena, cuyo respaldo sigue en vilo después de que su candidato Yaku Pérez no clasificará en febrero pasado al balotaje final.

Es claro que Arauz es un dirigente muy cercano al correísmo, en tanto que Lasso, de tendencia conservadora, si bien no es el aspirante del gobierno, sí espera lograr el apoyo de todos los sectores urbanos y de centro que no quieren el regreso de la tendencia socialista y populista al gobierno. Dado que el último sondeo señaló un empate técnico entre los dos aspirantes, es muy posible que el ganador tarde en conocerse, sobre todo porque se avizora un escrutinio muy lento y vigilado para evitar todo el escándalo y polémica de la primera vuelta, en donde el paso de Lasso demoró varias semanas en confirmarse en medio de denuncias de fraude por parte de Pérez.

Para Colombia la relación con Ecuador es estratégica, no solo por la urgencia de profundizar la coordinación de los planes de seguridad y orden público a lado y lado de la frontera, sino porque en temas como los filtros sanitarios en medio de la pandemia se requiere aumentar la articulación. Todo ello enmarcado en la necesidad de mantener la complementariedad entre las dos economías y regular una zona limítrofe muy activa desde el punto comercial. Lo cierto es que estando en disputa modelos políticos, ideológicos y económicos muy distintos, Colombia deberá estar atenta a cuáles serán las implicaciones en la relación bilateral a partir de mayo, una vez asuma el nuevo mandatario.

En cuanto al tema peruano, otro de los países de nuestro vecindario, es claro que el escenario electoral está aún más difuso. No solo porque la nación inca también se encuentra en plena crisis sanitaria, sino porque la situación social y política es muy tensa desde finales del año pasado, cuando fue destituido el entonces presidente Martín Vizcarra. La posibilidad de pasar a la segunda y definitiva vuelta la disputan dieciocho candidatos, sin que alguno de ellos tenga un favoritismo claro, al punto que ninguno tiene más de un 10 por ciento de apoyo en las encuestas. Los analistas locales señalan, sin embargo, que el excongresista de la centroderecha Yonhy Lescano, la aspirante de izquierda Verónika Mendoza y el derechista Hernando de Soto llegan a las urnas como las cartas más fuertes. Sin embargo, dado que las distancias en los sondeos son muy cerradas, no se descarta una sorpresa por parte del exfutbolista George Forsyth, el empresario Rafael López Aliaga, el profesor Pedro Castillo o la ya muy conocida Keiko Fujimori, que vuelve a intentar llegar al poder pese a que incluso estuvo detenida en el marco de las investigaciones por el escándalo Odebrecht, que se convirtió en una cruz judicial para varios exmandatarios incas.

Si bien es cierto que la frontera colombo-peruana no es tan dinámica como la ecuatoriana o venezolana, para la Casa de Nariño la relación con Lima es determinante en asuntos como la lucha antidrogas o la misma cruzada por la conservación de la cuenca amazónica.

Como se ve, la decisión que este domingo tomen ecuatorianos y peruanos es también de trascendental importancia para Colombia que, dicho sea de paso, también entró ya en una tempranera campaña presidencial. Como se ve, salvo por la enquistada dictadura venezolana, el escenario político y electoral andino está muy movido.