“Robo del siglo” en Venezuela | El Nuevo Siglo
Lunes, 27 de Marzo de 2023

* Desfalco millonario en la petrolera estatal

* Corrupción al más alto nivel en el chavismo

 

Dados los montos de los que se está hablando, que irían desde no menos de tres mil millones de dólares hasta más de 23 mil millones, en los últimos tres años, la red de corrupción que fue descubierta en la estatal petrolera venezolana constituye uno de los desfalcos más cuantiosos a nivel global en lo corrido de este siglo. Más grave aún es que mientras se estaba esquilmando quizá el único ingreso cierto que tiene el vecino país, todos los informes de entidades internacionales coinciden en que los índices de pobreza y desigualdad social en dicha nación alcanzaron sus porcentajes más negativos en esta década, ya que, a la quiebra de todo el sistema productivo, la red empresarial, el comercio formal y la caída en picada del poder adquisitivo de la población, se le sumó el dramático impacto de la pandemia.

Aunque solo se dispone de la información oficial que han suministrado las autoridades chavistas, que dan cuenta de más de 21 detenidos, entre ellos 10 altos funcionarios, la oposición denunciaba ayer que el entramado para robarse los recursos de la petrolera tiene múltiples ramificaciones en la cúpula chavista. De hecho, se alcanzó a decir entre los contradictores del Palacio de Miraflores que la revelación de este megacaso de corrupción se precipitó porque el escándalo estaba a punto de reventar en el marco de una lucha de poderes al interior del régimen, sobre todo ahora que la cuenta regresiva para las elecciones del próximo año empezó a correr y más de un dirigente quiere posicionarse lo mejor posible.

Tampoco se puede dejar de lado que no es la primera vez que se pone al descubierto una red de robos en Pdvsa. Por el contrario, desde tiempos de Hugo Chávez se han sucedido escándalos en el manejo de los recursos de la estatal petrolera, ya fuera por denuncias de insólitas y abiertamente lesivas negociaciones para cambiar crudo por alimentos o armas, destinación de altas sumas de la empresa a paraísos fiscales y sistemas financieros de alta opacidad, así como el desmantelamiento de la infraestructura física y técnica de la que hace dos décadas era considerada como una de las compañías más potentes de todo el planeta.

En esta ocasión el modus operandi es un poco más sofisticado. Con el objetivo de saltarse las sanciones económicas interpuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, los directivos de Pdvsa decidieron transar cuantiosas cifras de dinero a través del mercado difuso de las criptomonedas que, como se sabe, no tiene regulación alguna y hoy es el medio más usado para mover recursos de dudosa procedencia, lavar activos criminales, evadir impuestos e, incluso, financiar actividades terroristas y desestabilizadoras.

Como se dijo, no se está aquí ante un escándalo más. No solo ya cayó el considerado hasta hace pocos días ‘todopoderoso’ ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, sin duda uno de los más influyentes dirigentes del chavismo -llegó a ser vicepresidente-, sino que ya están detenidos altos funcionarios de Pdvsa, el jefe de la Superintendencia de Criptoactivos e incluso el ahora exdiputado Hugbel Roa, quien precisamente fue uno de los creadores de la criptomoneda chavista denominada “Petro”. También están presos o indiciados hay altos cargos de otros ministerios, la Intendencia de Minería Digital y empresarios de primer nivel, a quienes incluso se les incautaron avionetas, inmuebles de lujo, dinero en efectivo y hasta bodegas llenas de vehículos de alta gama. Es decir, elementos propios de una ostentación de riqueza tipo mafiosa en un país que hoy tiene uno de los ingresos per cápita más bajos del mundo.

El escándalo también salpicó a Colombia, en la medida en que, en medio de los controvertidos preacuerdos en materia minero-energética entre los gobiernos Petro y Maduro, uno de los detenidos en el vecino país era quien estaba detrás de un posible negocio de exportación de gas venezolano a nuestro país.

Como se ve, lo ocurrido en Venezuela, como ayer lo tachaban varias voces de la oposición, bien puede catalogarse como el “robo del siglo”. Un desfalco al más alto nivel del régimen, del cual Maduro, por acción u omisión, termina siendo responsable. Un escándalo que a menos de un año de los comicios presidenciales debería tener un impacto en las bases chavistas, sobre todo para propiciar un castigo político a una cúpula que en medio de la que suelen denominar “revolución bolivariana” ha maniobrado para quedarse con sumas estrafalarias de las rentas petroleras, sin importar que la mayoría de los venezolanos pase hambre, no tiene empleo o devenga un salario equivalente a cinco dólares, apenas sobreviviendo en la pobreza absoluta o migrando por millones al exterior.