Subsisten brechas de género en acceso a educación | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Domingo, 10 de Marzo de 2019
Mario F. Hurtado
El pasado viernes se celebró un nuevo día internacional de la mujer que busca generar conciencia sobre los temas de equidad. Hoy a hay valiosas mejoras en la educación. Sin embargo, en cargos directivos  y en superior, las brechas se mantienen

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EL 8 DE MARZO de 1908 fue un día trágico pero histórico para la lucha sindical y de las mujeres. Ese día cientos de féminas protestaron en la fábrica Cotton de la ciudad de Nueva York, exigiendo salarios iguales a los hombres. El dueño de la fábrica las dejó encerradas y un incendio provocado causó la muerte de 150 de ellas. Al siguiente año la ciudad celebró el primer día de la mujer y de la reivindicación de sus derechos. Y desde la década de los 70 es una celebración mundial decretada por la ONU.

Cada 8 de marzo es un día para evaluar la situación de la mujer es diferentes aspectos y la educación no es la excepción. En el mundo las brechas son alarmantes, en especial en África y en los países musulmanes, donde existen tasas de hasta 50% de mujeres analfabetas y la educación es considerada exclusiva para los hombres. En países como Yemen, Sudán, Afganistán entre otros, la fuerza laboral y productiva femenina es reducida en parte por la ausencia de educación de calidad para ellas.

Según un informe del World Economic Forum a finales de 2018, las brechas entre hombres y mujeres se han cerrado un 66% en los últimos 30 años. Se evidencia que mientras más desarrollado sea el país, la equidad entre géneros es mayor. Sin embargo, las brechas no son solo en los países pobres, en la alta tecnología y el STEM (Ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) las diferencias de acceso y trabajo son todavía grandes. Un estudio que presentó LinkedIn también a finales de 2018  muestra una brecha de género evidente entre los profesionales de AI (Inteligencia Artificial), donde las mujeres representan solo el 22% de la fuerza laboral.

En Colombia y América Latina la situación es mejor, pues desde el periodo colonial se concibió que las mujeres pudieran dedicarse a la docencia. Hoy en la formación prescolar y primaria hay más mujeres que hombres sobre todo en el número de profesoras. Sin embargo, según las cifras del Ministerio de Educación cuando se miran los cargos directivos las cosas cambian. De 6.300 rectores de colegios públicos, el 67,7% son hombres, frente a 32,3% de las mujeres.

La brecha es mayor a medida que aumenta la especialización y el acceso a cargos de mayor nivel. La cifra alarmante es que solo hay cuatro mujeres rectoras en el país, es decir, la proporción es 97% de hombres rectores, frente al 3% de las mujeres. Lo destacado es que las cuatro están en universidades de reconocimiento: la Universidad Nacional de Colombia, la Jorge Tadeo Lozano, la del Bosque y el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín.

Las grandes diferencias entre cargos directivos son contradictorias si se ve que las últimas cuatro personas que han ocupado el Ministerio de Educación han sido mujeres y a su vez ellas han aumentado el acceso de mujeres en los cargos directivos. Pero mientras no sea solo un tema de nombramientos y se pase a un proceso de formación y acceso, los cambios no serán tan significativos.

El reto en educación superior es grande. Se requiere de cambios culturales donde el acceso entre hombres y mujeres se equilibre. En las clases altas y medias es común, pero en los sectores más pobres los embarazos prematuros inciden en las dificultades de acceso para las mujeres. Por otra parte, se necesita ampliar la formación y el acceso de las mujeres a cargos directivos. No es un tema de cuotas, lo cargos no deben ser por género, lo importante es facilitar acceso, temas de meritocracia, de formación y de mayor inserción de mujeres en los proyectos de ciencia, tecnología e innovación.

(*)Mario Hurtado es especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran  “La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”