¿En qué va intervención de la Van der Hammen? | El Nuevo Siglo
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Martes, 19 de Marzo de 2019
Redacción Economía
La Administración distrital espera incluir el proyecto dentro de la propuesta del Plan de Ordenamiento Territorial que debe presentar al Concejo

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Los tiempos para la intervención del Distrito a la Reserva Thomas Van der Hammen avanzan pero no a favor de la medida. Desde el 23 de noviembre pasado cuando el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ratificó conveniente y necesaria la propuesta de la Alcaldía sobre esta área de protección ambiental, también le dio la potestad a la Corporación Autónoma Regional (CAR) de tomar la decisión, dándole 120 días hábiles para ello.

A mediados de febrero la CAR solicitó al Distrito más información sobre la propuesta presentada para la intervención de la reserva, dando un plazo de 30 días para ello, y la Administración se apuró para intentar incluir este proyecto en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

A los pocos días el Gobierno de Bogotá cumplió con ese trámite, entregó un estudio de crecimiento poblacional, de movilidad y variables socioeconómicas.

De esta forma se espera que la CAR dé su veredicto final sobre la viabilidad de la intervención en el menor tiempo posible y de esta manera apretar el acelerador, dado que la administración de Enrique Peñalosa pretende dejar el POT aprobado este año antes de terminar el mandato.

Se trata de una de las iniciativas más importantes para la ciudad ya que será la normativa para el uso del suelo y el desarrollo urbanístico en los próximos 12 años en Bogotá.   

Dificultades

Sin embargo, las dificultades para el proyecto de la Van der Hammen no terminan. El POT debe pasar por una serie de debates en el Concejo de Bogotá, que el Distrito espera que se den en el segundo semestre de este año. Esto complica un poco las cosas para la Administración, que en los años anteriores pudo sacar un resultado favorable por su mayoría en el cabildo. Pero actualmente, en plena época electoral, la balanza puede moverse en su contra.

De ahí el afán de obtener una respuesta rápida por parte de la CAR, ya que de esta manera la administración tendrá mayor margen de maniobra. Pero esto no resulta tan sencillo, dados los antecedentes del proyecto de la reserva en la corporación.

En declaraciones a los medios, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, aseguró que la intervención de la reserva Van Der Hammen iniciará este año. Según él Mandatario local, “la Reserva va a dejar de estar en el papel para volverse una reserva de verdad”. Además, insistió en que se pasará de tener 535 hectáreas de terrenos públicos de bosques a 1.435.

Explicó cómo se obtendrán los recursos para la intervención. “Vamos a canalizar recursos con un mecanismo similar al de Lagos de Torca. Con lo que se le va a cobrar a las áreas que se van a urbanizar se va a poder comprar la tierra”.

El proyecto del Distrito de modificación de la reserva consiste en recuperar la conectividad ecológica entre los cerros orientales y el río Bogotá. También plantea utilizar terrenos baldíos en la zona para realizar importantes obras de infraestructura, como la construcción de más de 350.000 viviendas.

Además, la Alcaldía planea la construcción de varios corredores viales, entre ellos algunos como la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) y tramos en las avenidas Boyacá y Ciudad de Cali. En estos sitios también se incluirían troncales de Transmilenio.

“Se han dicho falsedades, esto se ha politizado porque hay unos intereses en hacer política más que en hacer una reserva, nosotros hacemos cosas de verdad, no hacemos política, hacemos bosques de verdad”, añadió Peñalosa.

Sobre la decisión del Tribunal Administrativo dijo que “nosotros respetamos la providencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, pero consideramos que nuestra propuesta de reserva es la mejor. Primero porque haría realidad la reserva, segundo porque de los terrenos públicos que propone la actual, nuestra propuesta mantiene el 80% y adicionalmente le suman más de 1.000 hectáreas, para tener 1.435 hectáreas de terrenos públicos de reserva y parques”.

Condiciones

El auto expedido por el Tribunal de Cundinamarca especifica también que, de no adoptarse la propuesta de la Alcaldía, las autoridades tienen un plazo de nueve meses para cumplir las medidas adoptadas en el Plan de Manejo Ambiental. De esta forma se garantiza que los bogotanos tendrán en ejecución uno de los dos escenarios que actualmente se encuentran en discusión.

“Confiamos entonces que el Consejo Directivo de la CAR va a adoptar nuestra propuesta, porque es mejor, mucho más grande, mantiene casi la totalidad de los terrenos que la reserva propone hacer públicos y le suma hectáreas. Son casi 15 veces el parque Simón Bolívar de terrenos públicos de reserva y parques verdes interconectados”, indicó el Mandatario de la ciudad.

Asimismo, recordó que esta iniciativa hace posible la compra de estas tierras, ya que el esquema propuesto establece cargarles el costo a los propietarios de la tierra: “Si por alguna razón se decidiera mantener la reserva actual, la Alcaldía no tendría los recursos para comprar esos terrenos, porque con los precios actuales de tierra en el norte esto costaría más de $1 billón, con esto se construirían colegios para darle jornada única a más de 100.000 niños, por esto esta es una de las ventajas de nuestra propuesta”.

También manifestó que, aunque el plazo máximo sean 120 días hábiles, el Consejo Directivo de la CAR puede tomar la decisión antes, ya que cuenta con toda la información y los estudios técnicos para esto.

La propuesta de la Alcaldía amplía la Reserva de 1.396 a 1.710 hectáreas, aumentando el área de bosques de 634 a más de 1.104 hectáreas, manteniendo el 80% de lo hoy definido como bosques y humedales, y agregando todos los corredores que se definieron de los estudios, desde el año 2000 hasta 2010.

Asimismo, aumenta el área pública de 535 a 1.435 hectáreas, permitiendo la construcción de vías necesarias para descongestionar el norte de la ciudad con pasos para la fauna, e incorpora los mecanismos financieros que garantizan la ejecución de la Reserva con cargo al desarrollo de los predios diferentes a la Reserva en el Norte de Bogotá.