Desde que empezó la pandemia de la covid-19 a afectar al país (de marzo de 2020 hasta enero de 2021), las familias colombianas han perdido ingresos por $32,8 billones debido fundamentalmente al desempleo.

Este retroceso en los ingresos representa 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB).

El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), Mauricio Santamaría, dijo que la caída de ingresos de las familias colombianas en enero se mantuvo en niveles preocupantes.

• Le puede interesar: Colombia no pagará $4,8 billones a Gas Natural por caso Electricaribe

Agregó que la pérdida de los ingresos en el primer mes del año fue de $1.73 billones, la cifra más alta desde septiembre de 2020.

Santamaría recordó que en diciembre de 2020 la cifra fue de $1.44 billones y que este monto, además, es superior a las pérdidas que se percibieron en marzo de 2020, al inicio de la emergencia sanitaria, cuando se registró una caída de $1.58 billones.

De acuerdo con la ANIF está situación es producto del aumento del desempleo en el país en enero.

Recordó el gremio financiero que “la senda en materia laboral que se verá en el curso del 2021 dependerá, en buena medida, de la evolución del proceso de vacunación, en el que esperamos autoridades nacionales y locales puedan articularse. Por otra parte, hay que mantener los programas de transferencias a empresas y hogares más vulnerables hasta que se consolide un poco más el panorama laboral”.

Impacto

En el segundo semestre del año pasado, se reflejaba en la economía que la salida de personas de la categoría de ocupados a lo largo del 2020, significaba un punto crítico que ya se tradujo en pérdidas de ingresos de los hogares, que termina afectando la demanda y por ende la actividad productiva.

Señala la ANDI que por ejemplo “ya esta pérdida de ingresos durante el periodo marzo-octubre sumaba un total de $27,9 billones, alrededor de 2,6% del PIB. Esto implicaba una falta de flujo de dinero hacia los hogares que afecta sus condiciones de vida y el consumo nacional.

La preocupación más grande tiene que ver con los ingresos de los colombianos, pues de acuerdo con ANIF, la calidad de vida se vio afectada considerablemente por la reducción abrupta de los ingresos en total.

De otro lado, y a medida que la casi totalidad de la economía se ha venido reactivando, los ingresos laborales se han venido recuperando lentamente, pero la tendencia es frágil, estimó Santamaría.

Según el reporte, de los 3.3 millones de desocupados en noviembre, el 57.6% de ellos, es decir 1.9 millones, se encontraban en las 13 ciudades principales y áreas metropolitanas, las cuales registraron una tasa de desempleo del 15.4% superando el registro nacional.

Esto dejaba claro que las autoridades locales tenían un gran desafío en términos de política pública para disminuir el desempleo en los principales centros urbanos, pues estos representan mayor participación tiene en el PIB nacional.

Consumo

De otra parte, la firma Raddar reveló que en febrero pasado, el gasto de los hogares llegó a los $66,3 billones, con un crecimiento de 2,86% frente al mismo mes del año 2020, que en términos reales fue de 1,27%.

El reporte de la firma detalló que la colocación crediticia en los hogares, por parte de sector financiero en tarjetas de crédito, consumo e hipotecarios, creció 0,8% en el segundo mes del año, siendo el primer crecimiento anual desde marzo de 2020; el valor de las transacciones con tarjetas de crédito aumentó un 7,4%, frente al mismo mes del año pasado.

El análisis de la firma señala que febrero tuvo un crecimiento atípico, “debido a los aislamientos de enero y pese a tener un día calendario menos que el mes pasado, pero con la misma cantidad de días hábiles”.

Sin embargo, pese a que el consumo continúa aumentando frente al 2020, “las compras de los hogares en el comercio continúan decreciendo, con importantes desaceleraciones en todos los canales”.

Solo el gasto en servicios continúa en terreno negativo, por el menor gasto en entretenimiento y en comidas por fuera del hogar; mientras por primera vez, las canastas de salud y gastos varios, que fueron las más dinámicas, aunque en el 2020, reportaron decrecimientos.