Alerta por escasez de medicamentos | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Marzo de 2023

Plan de choque debe activarse de inmediato

* La salud de millones de pacientes en riesgo

 

Un campanazo de alerta lanzaron varios actores del sistema de salud en torno a la escasez de medicamentos que se está agravando en Colombia en las últimas semanas. De un lado, Acemi, el gremio que reúne a las Empresas Promotoras de Salud (EPS), advirtió que hay problemas con el abastecimiento en no menos de 1.242 principios activos de medicinas para el tratamiento de trastornos mentales y algunos antibióticos y analgésicos. Algunas de esas drogas son necesarias para el tratamiento de patologías crónicas, enfermedades huérfanas, hipertensión arterial e incluso dolores de común ocurrencia.

La alerta fue confirmada por las cadenas de comercio al detal de medicamentos. La Asociación Colombiana de Droguistas Detallistas (Asocoldro) realizó un barrido el fin de semana por diez mil de estos establecimientos en todo el país y constató que hay escasez de una serie de categorías, sustancias o principios activos de productos farmacéuticos, que van desde algunos de uso masivo como antigripales, analgésicos, antiparasitarios, antibióticos y anticonceptivos, hasta otros más complejos para tratar enfermedades cardiovasculares, digestivas, epilepsia, diabetes e incluso droga pediátrica. A su turno, voceros de asociaciones de usuarios del sistema de salud y de pacientes también confirmaron que hay algunos medicamentos genéricos y de marca que llevan varios meses sin ser suministrados de forma regular, tanto en los canales institucionales (los suministrados por las EPS) como en los comerciales (venta libre en droguerías). Incluso la Procuraduría advirtió al respecto semanas atrás, señalando 720 casos específicos.

Aunque los citados gremios prendieron alarmas, también dejaron en claro que desde mediados del año pasado se está denunciando la disminución en el suministro de una parte de estos medicamentos, situación que se agravó en las últimas semanas.

De hecho, el Ministerio de Salud y el Invima empezaron a tomar cartas en el asunto desde hace varios meses, pero la crisis no se ha podido solucionar de manera definitiva. Los avances en este frente no irían más allá de un 15% en cuanto a los rubros farmacéuticos que registran baja disponibilidad. De allí que la principal exigencia a estas entidades continúa siendo la agilización de gestiones con los laboratorios locales y foráneos para aumentar la producción doméstica o la importación de los medicamentos o sus principios activos, así como la agilización de trámites para su suministro y venta en nuestro país.

Los expertos señalan que la escasez tiene varias causas. De un lado, es un fenómeno global por cuenta de la interrupción en los últimos tres años de las cadenas de suministro de materias primas, incluyendo las de medicamentos. También se advierte que pasada la crisis pandémica, millones y millones de personas en todo el mundo aumentaron la demanda de los mismos por cuenta de retomar o iniciar tratamientos suspendidos o aplazados debido a la prioridad del combate al covid-19. A ello se sumarían otros elementos indirectos como los altibajos cambiarios, variabilidad de precios e incluso un reacomodamiento de la industria farmacéutica a nivel planetario, que soportó una sobrecarga productiva y financiera en medio de la emergencia por el coronavirus.

Ya en el plano interno, pese a ser un tema estrictamente técnico, algunos dirigentes políticos advirtieron ayer que otra causa indirecta podría ser el clima de incertidumbre sobre el futuro de las EPS que está creando la accidentada reforma a la salud que impulsa el Gobierno. Alertaron que los proveedores de medicamentos y principios activos podrían estar tomando precauciones ante un cambio drástico en la estructura del modelo sanitario colombiano, optando por contratos de suministro en menores volúmenes y a más corto plazo…

Como se ve, antes de que esta situación se torne más grave, pasando de la escasez al completo desabastecimiento de determinados medicamentos, urge que el Ministerio y el Invima tomen correctivos de fondo, aquí y ahora. Si se requiere adoptar medidas de carácter extraordinario, tendrá que caminarse en esa dirección. La salud e incluso la vida de millones de personas no puede quedar en riesgo inminente.

Tiene, entonces, que actuarse de forma decidida, con la asesoría técnica y especializada que se necesite. Hay que hacer un tándem entre el Ministerio, Invima, EPS, laboratorios locales y multinacionales, cuerpo médico y la cadena de droguerías para definir un plan de choque, señalar prioridades y aportar soluciones viables y efectivas. Ante esta alerta temprana, debe recordarse que ya en medio de la pandemia Colombia evidenció que cuando requiere moverse rápidamente ante crisis farmacéuticas, lo sabe hacer. No hay tiempo que perder.