La causa, ¡es la unidad! | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Marzo de 2023

Creo que el único consenso palpable en este momento es que la hora es grave. La incertidumbre reina tanto en la oposición como en el gobierno, no hay norte claro y mucho menos vía fácil, por donde se mire, “el camino es culebrero” como dice la canción de Aniceto Molina.

Lo anterior no significa que la esperanza haya muerto o que la solución sea esperar confiados a que el “cambio” suceda y no sea tan grave. ¡Para nada! El camino, por más arduo y complejo que sea, es la acción positiva.

A diferencia de la mayoría de críticos, creo que la oposición está haciendo lo que puede con lo que tiene, con aciertos y con errores, muchos aprendiendo la labor que el petrismo por años ejerció y que, en años recientes, además de su experticia, contaba y cuenta con ríos de dinero que garantizan el funcionamiento de un gigantesco aparato comunicacional, concentrado principalmente, en las redes sociales. 

Por eso, no debería sorprender que tome trabajo y creo que el tan anhelado “mensaje para la ciudadanía” que mucho crítico le exige a la oposición se está construyendo, sino fuera así, las multitudinarias marchas en contra del gobierno no serían exitosas y el malestar medido en las encuestas no estaría tan alto.

Por supuesto que falta y existen varios factores que influyen, entre esos, la misma ineptitud y agresividad del gobierno.

Hay quienes no bajan de torpes e inútiles a todos los que, por lo menos, estamos intentándolo. De manera constante desde sus escritorios o con comentarios despectivos recuerdan solamente las falencias, nunca reconocen aciertos, poco ayudan a pesar de sus capacidades académicas, pero eso sí, proceden a crucificar sin menor dificultad a los varios sectores, políticos y ciudadanos, que se identifican y ejercen la oposición.

Otros, recientemente, parecen ya resignados. Aparte de sus quejas con la oposición, valga la redundancia, ven a buena parte del empresariado entregado al yugo petrista y, concluyen, que no habrá forma de que los políticos y líderes contrarios al gobierno logren financiar su activismo idóneamente y, por ende, no se logrará supuestamente un resultado relevante en las territoriales de 2023 o siquiera una victoria temprana y pequeña ante alguna de las reformas.

En lo personal, no creo en ese negativismo. Tampoco creo que debamos ser herméticos a las críticas constructivas, ni más faltaba, pero creo que la recuperación del país no puede quedar ahí y depende más bien de la capacidad de construir y unificar.

Encontrar el “mensaje” o mensajes que le hagan contrapeso al gobierno es un problema, pero creo que la causa ya existe y debe ser esta la que aglutine a la oposición. Esa causa no es meramente frenar a Gustavo Petro, sino evitar perder lo que con tanto esfuerzo como país hemos construido.