La resiliencia de Ecopetrol | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Marzo de 2023
Redacción Política

* Ganancias récord y líder en transición energética

* Campanazo a la errática política gubernamental

 

Objetividad, eficiencia y hoja de ruta definida. Esas son las tres premisas que explican el porqué, una vez más, el Grupo Ecopetrol no solo se erigió como el conjunto empresarial público más rentable del país, sino como una de las multilatinas de mejor proyección de negocio y vocación de futuro en el mercado energético.

Según el informe presentado por el saliente presidente, Felipe Bayón, la estatal petrolera registró en 2022 las ganancias más altas de toda su historia, ya que tras ingresos por 159,5 billones de pesos el año pasado, al final terminó con una utilidad neta de 33,4 billones. Una cifra que no tiene antecedentes, es superior a la proyectada y duplicó el ejercicio de 2021, cuando este último rubro se ubicó en 16,1 billones de pesos. Los indicadores Ebitda (es decir, el beneficio de la empresa antes de restar los intereses por deuda contraída, impuestos, depreciación de unidades de negocio y amortización de las inversiones) son igualmente muy positivos.

Estos resultados financieros claramente fueron apalancados por el precio de barril de crudo el año pasado en mercados externos, el fortalecimiento del dólar frente al peso, así como por un desempeño superlativo de varias unidades de operación petrolera y las refinerías, al igual que por las ganancias de Interconexión Eléctrica (ISA).

Es claro que ese récord en utilidades no se habría logrado sin las apuestas fuertes hechas por el consorcio en materia de inversión (5.488 millones de dólares), una cuarta parte más que un año atrás. También hubo un mayor éxito en la perforación de pozos, al tiempo que la producción subió, llegando a 709 mil barriles de petróleo equivalentes por día, elevando así las reservas a un horizonte de 8,4 años. A ello debe sumarse el avance en los proyectos y producción de energías limpias (solar, eólica y de hidrógeno) así como en los flancos de gestión ambiental y desarrollo sostenible.

Ahora, a las premisas de objetividad, eficiencia y hoja de ruta definida que explican la rentabilidad del Grupo Ecopetrol hay que sumarle una cuarta: la resiliencia. Es decir, la resistencia y fortaleza empresarial para mantener un ejercicio productivo y eficiente pese a un escenario convulso derivado especialmente de la errática política minero-energética del gobierno Petro. Es innegable que estas ganancias récord de la estatal se registraron pese a la confusa e improvisada estrategia del Presidente de la República y su cuestionada Ministra de Minas y Energía en torno al marchitamiento atropellado y sin sustento técnico ni fiscal de la actividad minero-energética.

De igual manera, ese inédito rendimiento financiero se concretó en medio de las maniobras de la Casa de Nariño para afectar la autonomía administrativa de la estatal, especialmente por la peligrosa injerencia en los cambios de la junta directiva y hasta las evidentes presiones para forzar la salida de Bayón. Así las cosas, se confirma que tanto en Ecopetrol como en la Federación Nacional de Cafeteros el Ejecutivo movió fichas para cambiar a sus titulares pese a los buenos resultados mostrados.

Como lo hemos reiterado en estas columnas, resulta de extrema gravedad plantear un esquema de transición energética gaseoso, sin cifras claras ni verificables, confundiendo reservas probadas con reservas posibles, tanto en petróleo como en gas. Un esquema que no precisa las fuentes, estructura ni cronograma realista para reemplazar a una actividad que, como la minero-energética, aporta el 40% de exportaciones, 30% de inversión extranjera directa, 15% de ingresos fiscales, 25% de presupuestos de inversión de municipios y departamentos a través de regalías y más de 600 mil empleos directos e indirectos…

Ecopetrol es el principal motor de esas cifras. No en vano en el 2022 entregó 42,4 billones de pesos a la Nación a través de dividendos, regalías e impuestos, muy por encima de los 16,8 billones de 2021. Ese aporte este año será mayor, no solo por las ganancias récord sino por los nuevos impuestos sobre la industria extractiva de recursos naturales no renovables, carga tributaria que impulsó el mismo Gobierno que quiere apocar el dinamismo en hidrocarburos.

Como se ve, resulta un sinsentido que desde el propio Gobierno se maniobre para afectar el rendimiento, autonomía y clima de negocios de Grupo Ecopetrol que -debe recalcarse- es líder en transición energética a nivel subcontinental. Es ilógico también insistir en un marchitamiento atropellado y antitécnico del rubro minero-energético, mientras que en el resto del mundo esa agenda se ha desacelerado, sobre todo por el impacto de la guerra en Ucrania. Finalmente, aunque es vital la transición energética y contener el cambio climático, es evidente que en Colombia este sector tiene un bajo aporte en materia de emisiones de gases contaminantes frente a otros rubros productivos.