Banco de la República transferirá $6,6 billones de sus utilidades | El Nuevo Siglo
EL GERENTE del Banco de la República, Leonardo Villar Gómez, afirma que la independencia de la entidad está garantizada./Cortesía
Domingo, 28 de Febrero de 2021
Redacción Nacional

Sin eludir el aporte que como institución debe hacer a la reactivación de la economía en el país, el Banco de la República va a continuar con una política monetaria expansiva tal como lo ha venido desarrollando durante los últimos ocho meses.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, el gerente del Emisor, Leonardo Villar Gómez, señala que uno de los aspectos fundamentales en la actual coyuntura, es que se debe garantizar las condiciones para recuperar la economía teniendo como eje fundamental metas creíbles en la inflación que podría alcanzar este año una cifra cercana a 2,3% según sus cálculos.

Al mismo tiempo, el alto directivo, que llega con muchas expectativas para continuar con las políticas de independencia del Emisor, considera que las bajas tasas de interés son una oportunidad para la reactivación del país.

Indicó que no es conveniente para la economía un crédito directo por parte del Emisor al Gobierno y destacó la independencia del Banco Central en las decisiones técnicas que debe tomar su Junta Directiva.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál será el aporte del Banco de la República a la reactivación económica del país ante la actual crisis por la pandemia?

LEONARDO VILLAR GÓMEZ: El mayor aporte que puede hacer el Banco de la República es continuar garantizando las condiciones para que la economía del país se recupere de los efectos económicos de la pandemia y para que esa recuperación sea sostenible a mediano y largo plazo en un contexto de inflación bajo control. Afortunadamente, la credibilidad en las metas de inflación establecidas por el Banco le ha permitido adelantar una política monetaria expansiva, con tasas de interés históricamente bajas, que está contribuyendo de manera muy importante a la recuperación.

 

Ganancias

ENS: ¿Cree que se va a incrementar la entrega de utilidades del Banco al Estado, cuando prácticamente se han dado casi dos tributarias en los últimos tres años?

LVG: En los últimos años el Banco de la República tuvo utilidades extraordinarias que le permitieron hacer grandes transferencias de recursos al Gobierno en la forma de dividendos. En el próximo mes de marzo el Banco transferirá un monto superior a $6,6 billones con base en las utilidades obtenidas en 2020. Estas utilidades gigantescas fueron posibles, paradójicamente, como resultado de la rápida reducción en las tasas de interés internacionales.  Al bajar la tasa de interés se aumentan los precios de mercado de los bonos que habían sido emitidos con anterioridad y tenían tasas de interés establecidas en niveles más altos. Desafortunadamente, este impacto de la reducción en las tasas de interés solo se produce mientras ellas están bajando, pero de alguna manera se revierte cuando esas tasas se estabilizan en niveles muy bajos. Esa es la situación que tendremos en 2021 y en los años venideros. El efecto positivo de la reducción de las tasas de interés sobre el valor de bonos adquiridos con anterioridad dejará de estar presente y por el contrario, las inversiones de nuestras reservas internacionales tendrán que hacerse a las tasas de interés vigentes en los mercados globales de capitales, las cuales están cercanas a cero. Por esa razón, en 2021 y en los años venideros será muy difícil obtener buenos márgenes de rentabilidad en la inversión de las reservas. Las utilidades del Banco no solo serán muy inferiores a las obtenidas en los dos años precedentes, sino que podrían ser incluso negativas. Desafortunadamente, ello implica que, con una alta probabilidad, en 2022 y 2023 no podremos otorgar dividendos como los que entregamos en 2020 o los que estaremos entregando en marzo de 2021.

 

La inflación

ENS: Vemos que la inflación ha bajado ostensiblemente, pero la percepción es que ese indicador va por un lado y por el otro está el incremento en el costo de vida. ¿Cómo aprecia esta situación?

LVG: La mejor medida del costo de vida es la que hace el DANE a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Los datos divulgados por el DANE señalan que desde mediados de 2020 se ha observado una desaceleración generalizada en el ritmo de crecimiento de ese índice. Esa desaceleración fue más acentuada en bienes y servicios diferentes a los alimentos. La inflación medida por el IPC se ubicó en 1,61% en diciembre de 2020 y bajó aún más en enero del presente año. El equipo técnico del Banco proyecta que la inflación aumentará ligeramente después de marzo y cerrará 2021 alrededor de 2,3%. Esa cifra seguiría siendo una de las más bajas observadas históricamente en Colombia y estaría incluso por debajo de la planteada como meta por parte del Banco de la República, que es 3% anual.

 

Los intereses

ENS: ¿Cree que con el cambio de la Junta Directiva del Emisor, va a variar el manejo de la política monetaria que hasta ahora impulsó unas tasas de interés bajas?

LVG: No tendría porqué variar el manejo de la política monetaria. Estas decisiones se toman en el seno de la Junta con base en un análisis técnico fundamentado en la última información disponible. Bajo el cronograma que tenemos, las sesiones de Junta Directiva en que se discute el nivel de las tasas de interés tienen lugar ocho veces al año. La próxima será hacia finales del mes de marzo. Actualmente, en la Junta hay consenso sobre la necesidad de que la política monetaria expansiva continúe y sobre la necesidad de mantener tasas de interés históricamente bajas.

ENS: ¿Qué medida o iniciativa tomará para que esas rebajas de intereses efectivamente se trasladen al resto de la economía, sobre todo a los usuarios del sector financiero?

LVG: Durante la pandemia la mayoría de las tasas del mercado han bajado reflejando el ajuste realizado por el Banco de la República en la tasa de interés de política. Hay que tener en cuenta que esta tasa de interés de política aplica para operaciones interbancarias a plazos de un día. Ello explica que, en el caso de tasas de interés de mercado para operaciones de crédito a más largo plazo, la transmisión se produce en forma paulatina. En algunos casos, además, consideraciones de riesgo pueden hacer que no todas las tasas terminen reduciéndose en la magnitud en que baja la tasa de política.

 

Préstamos

ENS: Los empresarios y otras voces han insistido en que el Banco le otorgue un préstamo hasta por $50 billones al Gobierno con tasas preferenciales, con el fin de inyectar liquidez a la economía. ¿Cuál es su posición al respecto?

LVG: La Constitución de 1991 dejó abierta la posibilidad de un crédito directo del Banco de la República al Gobierno, pero estableció que para ello se requeriría unanimidad de los miembros de la Junta Directiva. Con esta condición, el mensaje de los constituyentes fue absolutamente claro: un crédito directo del Banco de la República al Gobierno es una medida que solo debería aplicarse en situaciones extraordinarias en las que no haya mejores alternativas. Una decisión como esta puede ser muy peligrosa para la credibilidad de la política económica. Además, hoy Colombia cuenta con otras alternativas de financiamiento a través de recursos del mercado de capitales y de instituciones financieras, nacionales e internacionales. En los países avanzados han descartado desde hace mucho tiempo el uso de créditos directos de los bancos centrales a sus gobiernos. Por su parte, los países que han tenido que recurrir a este expediente se han enfrentado a grandes dificultades para mantener la inflación y la estabilidad macroeconómica bajo control. Ejemplo de ello es lo sucedido en nuestro continente con Argentina o, de manera más dramática, con Venezuela. Por esas razones no considero que sea una buena idea recurrir a este tipo de soluciones en las actuales circunstancias.

ENS: ¿Cree que en estos momentos es riesgoso emitir moneda dados los niveles de inflación?

LVG: El Banco de la República emite permanentemente, tal como lo hacen casi todos los bancos centrales del mundo. Es precisamente por ello que el Banco de la República es conocido como el banco emisor. Lo importante es que la emisión se haga con el criterio de otorgar la liquidez que requiere la economía en su conjunto y que sea consistente con las metas de inflación y con las necesidades de estabilización de la actividad productiva. El principio que se deriva de la teoría monetaria y de las mejores prácticas internacionales es que la emisión debe hacerse con esos criterios y no con el de cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno.

 

Gastos

ENS: Dada la situación económica del país, ¿el Banco va a disminuir sus gastos de funcionamiento como una medida de austeridad?

LVG: El Banco se ha caracterizado y seguirá caracterizándose por un manejo austero y cauteloso de sus finanzas y presupuestos corporativos. Los resultados financieros del Banco dependen fundamentalmente de factores diferentes a sus gastos corporativos. En particular, la principal fuente de ingresos es la que surge de los rendimientos que se reciben por la inversión de las reservas internacionales, por la inversión en los títulos de deuda pública que mantiene en su poder y por los intereses que se reciben por el financiamiento otorgado a los intermediarios financiados en su función de banco de bancos. Por su parte, los principales gastos del Banco de la República son los asociados a las tasas de interés que paga sobre los depósitos que recibe de las entidades financieras, y muy importante, de la Tesorería General de la Nación. En estas condiciones, las utilidades del Banco de la República pueden variar de manera muy sustancial por factores que tienen poco que ver con la austeridad en sus gastos de funcionamiento, los cuales representan una porción relativamente pequeña de sus gastos e ingresos totales.

ENS: Dada su amplia experiencia analizando la economía colombiana, ¿cómo cree que vamos a salir de esta recesión?

LVG: Esperamos que este año sea el de la reactivación y que logremos recuperar una parte importante de lo que se perdió el año pasado como consecuencia de la pandemia. Tenemos el gran desafío de recuperar el empleo y la actividad económica. Para que esto se logre de manera duradera debe hacerse en un contexto que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazo. Lo anterior, sin desconocer que la incertidumbre frente a la evolución de la pandemia persiste y que volver a los niveles de actividad económica que teníamos antes de la misma podría tardar un año más.

ENS: ¿Cómo garantizar la autonomía e independencia del Emisor?

LVG: La autonomía e independencia del Banco de la República están garantizadas. La Constitución Política de 1991 estableció que el Emisor es un órgano independiente de las demás ramas del poder público y goza de autonomía administrativa, patrimonial y técnica.

Las utilidades del 2020

En su más reciente informe de gestión, durante el año pasado -en medio de una de las peores crisis económicas y sociales de Colombia- el Emisor obtuvo utilidades por $7.5 billones, superando el histórico de 2019 ($7.1 billones).

El documento explica que ello ha sido “resultado principalmente del rendimiento de las reservas internacionales, cuya valorización ha sido particularmente importante en 2019 y 2020 por la reducción de las tasas de interés de los títulos internacionales en los que se encuentra invertido el portafolio de reservas y por el aumento del precio internacional del oro”.

El Banco de la República también comentó que el presupuesto de inversión aumentó en términos reales a una tasa anual promedio de 0,8% entre el periodo 2017-2020, mientras que los gastos de funcionamiento lo hicieron a una tasa de 1,2%.

Respecto a este último punto explicó que “los gastos de funcionamiento incluyen los costos de emisión y puesta en circulación de billetes y monedas y los gastos corporativos. Estos últimos corresponden a gastos de personal, generales y otros, cuyo crecimiento real anual promedio fue 5,39% entre 2017 y 2020”.

En línea con lo expuesto hasta ahora, el Emisor en su informe dice que el porcentaje de ejecución de gastos de funcionamiento ha sido alto, resultado de la planeación presupuestal adelantada hasta el momento. “En el caso del gasto de inversión, durante los últimos cuatro años la ejecución del presupuesto aprobado por la junta directiva ha aumentado de forma paulatina. Es así como en 2020 el porcentaje de ejecución fue del 85%, en contraste con el 64% en 2017”