En estos días es muy posible que, según fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO, la política adquiera una nueva dinámica y se produzcan cambios decisivos en la cúpula del Gobierno.
En efecto estaría ad-portas, no solo de salir la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez con lo que se daría el toque de clarín para el inicio de la campaña presidencial, sino que igualmente se produciría un cambio en el gabinete, tanto porque hay ministros con ánimo de hacer parte de las listas para el Congreso, como porque el presidente Duque enfrenta un problema con la ley de cuotas.
Prácticamente, como se sabe, la Vicepresidenta renunciará, toda vez que ya está puesto en vigencia el operativo de vacunación contra el covid, por todo el país, que era una de sus preocupaciones principales dentro del plan del Gobierno del que ha hecho parte.
La decisión, de la misma manera, debe ser tomada por la alta funcionaria en marzo si está entre sus planes participar en la consulta popular multipartidista para conseguir un candidato único de la centroderecha. No obstante, en caso de estar pensando presentarse por firmas e irse directamente a la primera vuelta, podría aplazar su decisión, hasta mayo. Pero aparentemente la idea de la coalición de la centroderecha es llegar con un aspirante fuerte al balotaje, como ocurrió con el actual primer mandatario Iván Duque.
En todo caso, las aguas políticas están movidas para saber quién remplazará a Ramírez en el escaso lapso que le queda al presidente Duque para terminar el mandato.
- Le puede interesar: Manifestaciones dejaron a un joven lesionado
Cuotas
De otra parte, las varias demandas por incumplimiento de la ley de cuotas, acorde con los últimos nombramientos en el gabinete, así como la investigación al respecto por parte la Procuraduría General de la Nación, a cargo de Margarita Cabello, han prendido las alarmas sobre esta situación al interior de la Casa de Nariño. Efectivamente, en este momento existe un desbalance en el equilibrio ministerial, puesto que la representación femenina no llega al umbral fijado en la norma. Siendo así, es posible que den un paso al costado los ministros de Comercio, José Manuel Restrepo; de Vivienda, Jonathan Malagón; y del Deporte, Ernesto Lucena. Esto, además, porque estarían interesados en participar en las listas del Partido Conservador y del Centro Democrático al Congreso de la República.
De la misma manera, no es descartable que se produzca otro cambio en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuya política, sin embargo, ha sido aplaudida tanto en el interior como en el exterior, a raíz del Estatuto de Protección Temporal a los migrantes venezolanos. Pero de otro lado, se estaría buscando una estrategia más audaz frente al régimen dictatorial venezolano y las ambivalentes relaciones que se mantienen con Cuba. También está sobre el tapete el afianzamiento de las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, luego de los episodios que rodearon la campaña presidencial norteamericana. Bajo esa perspectiva aún se está pendiente de una nueva llamada telefónica entre los presidentes Iván Duque y Joe Biden, de la cual es muy posible que se deriven estrategias concertadas y nuevos encuentros dentro de las buenas relaciones que siempre se han mantenido entre las dos naciones.
Conservadores
De otro lado, la decisión de la cúpula uribista sería la de mantener en la Vicepresidencia una figura de origen conservador. En ese caso, se estarían destapando diferentes cartas, una de las cuales sería Camilo Gómez, excomisionado de Paz en los diálogos del Caguán y actual director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado. Gómez cuenta tanto con la cercanía al expresidente Andrés Pastrana, como también con el hecho de haber sido candidato a la Vicepresidencia en el tiquete de Ramírez cuando compitió con la formula Zuluaga-Trujillo, que ganó la primera vuelta de 2014.
Así mismo, en caso de mantenerse una mujer en el despacho vicepresidencial, que ha sido uno de los factores diferenciales del mandato Duque, habría entrado a considerarse el nombre de la ministra de Educación, María Victoria Angulo, cuyo origen es conservador.
Para algunos dentro del uribismo es una de las estrellas del gabinete, mientras que otros preferirían decantarse por la senadora Paloma Valencia, también de procedencia conservadora, dentro de las filas del Centro Democrático. Aun así, la senadora caucana tiene entre sus cálculos competir por la Presidencia de la República o repetir curul. Tanto Angulo como Valencia tienen amplio recibo entre el conservatismo.
Del mismo modo, dentro de la bancada conservadora ha comenzado a sonar el nombre de la excanciller Noemí Sanín, de reconocida trayectoria nacional en el servicio público. Sanín actúa en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, mantiene lazos con el Partido Conservador y no deja de tener relaciones con algunos sectores uribistas.
Pero más que por ello, Sanín se ha venido convirtiendo en una figura conservadora preponderante al tratar de buscar mecanismos idóneos y concertados para seleccionar un candidato proveniente de esta colectividad entre las aspiraciones de los exministros Mauricio Cárdenas, Juan Carlos Echeverri, Juan Carlos Pinzón y la misma Vicepresidenta. Efectivamente, tras la reunión que con este propósito se realizó ayer en la residencia de Sanín, seguirá una aproximación de las mismas características con el exministro Juan Camilo Restrepo.
Uribistas
En todo caso, parte de la bancada uribista insiste para la Vicrepresidencia en los nombres de la embajadora Alicia Arango, figura esencial de Álvaro Uribe e Iván Duque en sus campañas presidenciales, y la ministra Ángela María Orozco, afiliada por su parte a las campañas de la vicepresidenta Ramírez y quien hoy cuenta, luego de su gestión en la cartera de Transporte, con reconocida favorabilidad tanto del presidente Duque como del expresidente Uribe.
Fuere lo que sea, el punto primordial en los días inmediatos es la pugna por la ley de cuotas. El gobierno del presidente Duque arrancó con un gabinete paritario, sobre pasando con creces lo estipulado en la ley para la representación de las mujeres. Pero hoy en día el balance se encuentra desdibujado, apenas llegando al 27%, por debajo del umbral normativo del 30%, con cinco entre los 18 cargos ministeriales, lo que además es regresivo frente a la composición inicial que el presidente Duque aseguró como uno de los cambios fundamentales en su concepción del manejo del Estado.
Así, queda claro que la renuncia de Ramírez señalará indefectiblemente el inicio de la campaña presidencial mientas la salida de algunos ministros formalizará, así mismo, la puja por las listas al Congreso.
En ese orden de ideas, Oscar Iván Zuluaga, uno de los virtuales candidatos del Centro Democrático, mantendrá su silencio estratégico hasta tanto no se sepa si Ramírez renunciará en marzo o en mayo a la Vicepresidencia. Así como la Vicepresidenta ha mantenido diálogos privados con el Directorio Conservador de una parte y de otra con el expresidente Álvaro Uribe, Zuluaga no se ha quedado quieto en los diversos contactos y tan solo suele hablar públicamente en materia estrictamente económica.
Aun así, es claro que entre los nuevos nombramientos en el gabinete hay personas bastante cercanas a Zuluaga, como es el caso del ministro de Defensa, Diego Molano.
Por lo pronto, es conocido que el expresidente Uribe no solo pretende hacer una coalición con la totalidad del Partido Conservador, incluyendo sus diferentes vertientes, y trataría de incorporar al liberalismo, sobre lo cual ya habría mantenido algunos contactos confidenciales con personas como el exjefe de Planeación, Simón Gaviria Muñoz.
En estas semanas, pues, la política además de la vacunación copará la agenda nacional, en la medida en que tanto la campaña presidencial como la de Congreso parece estar dándose por anticipado.